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Capítulo 23: La presencia de un licántropo.
Ante sus palabras, Anna detuvo su bebida a mitad de camino y clavó sus ojos en Estefan.―Disculpe, ¿Ha dicho que tuvo visitas indeseadas? ―preguntó curiosa―Así es, y de las molestas ―dijo Estefan soltando un quejido ―Ah, y por favor, tutéenme con confianza ―pidió con una sonrisa―Tú igual a nosotros ―dijo Anna dedicándole una rápida mirada a Dante, quien asintió ―Perdona Estefan, pero ¿a qué te refieres con visitas indeseadas? ――Bueno, es que, ante el gran número de hombres lobo reunidos, no es de extrañar que los salvajes se sientan atraídos, lo que, a su vez, dispara las alarmas de los cazadores ―dijo Estefan sirviéndose más agua ―Claro que, esto puede ser beneficioso si tiene una buena relación con los cazadores de su zona, por suerte, en mi caso, su líder es joven, por lo que mi padre y yo llegamos a un acuerdo con él ―explicó dirigiendo su mirada a Alice, quien asintió―Si ellos no se meten con nosotros, nosotros los ayudamos cuando se enfrentan a grandes jaurías de salvajes ―e
Capítulo 24: Noche especial.
Al ver como Anna y Dante aceleraban el paso, Estefan frunció el ceño y se puso de pie con toda la intención de seguirlos, sin embargo, Alice se apresuró a sujetar su brazo para tirar de él y obligarlo a sentarse nuevamente.―Ellos… Ocultan algo, ¿cierto? ―le preguntó Estefan a su compañera mientras seguía a la pareja con la mirada―Tal vez ―dijo Alice sin darle importancia ―Pero, no creo que sea algo malo, quizás, lo que ocultan está relacionado con la ausencia del alfa Alastor y lo que mi padre sabe de él ―dijo con tono pensativo―Pero, mi amor, ¿qué podría tenerlo tan ocupado? ――No lo sé, pero, algo me dice que pronto nos lo explicarán ――Entiendo ―dijo Estefan ―Confías en ellos, ¿cierto? ――Completamente ―dijo Alice sonriéndole ―Desde que la conocí, Anna me brindó mucha calma, además, ella me ayudó con mis inseguridades, por lo que tiene toda mi confianza ―dijo antes de ponerse de pie ― ¿Vamos con Amelia? ―En silencio y durante algunos segundos, Estefan la observó atentamente ant
Capítulo 25: Su primera vez.
Comenzaba a oscurecer en Rónan, por lo que, los invitados de Félix habían comenzado a prepararse para la gala de presentación de esa noche.Dado a las precauciones que se estaban teniendo en el territorio de Niebla Profunda, y que los hombres de Dean iban de aquí para allá, en un intento por no llamar demasiado la atención, Catherine le sugirió a Anna que ella y las demás jóvenes alfas, se alistaran en la mansión en un intento por mantener la normalidad.―Luna Catherine, ¿está segura de que podemos arreglarnos aquí? ¿No la incomodamos? ―preguntó Alice antes de esconderse detrás de un biombo que fungía de vestidor―En absoluto Alice, después de todo, la gala será aquí, en la mansión principal, por lo que creo que será más cómodo para ustedes simplemente bajar hasta el salón principal, en lugar de andar con esos tacones por el césped ―dijo Catherine, quien en ese momento se encontraba peinando a Anna, quien, a su vez, estaba completamente absorta en sus pensamientos―Pero Luna, somos de
Capítulo 26: Noche de gala.
― “La verdad es que no te recuerdo tan tímida” ―bromeó Dante, algo que, pese a los nervios que sentía, logró hacerla reír ― “Tranquila cariño, no tienes que estar nerviosa, te acompañaré en cada paso que des esta noche” ―― “Está claro que no necesitas marcarme para saber lo que pienso y siento, me conoces demasiado bien” ―― “Así es, te conozco perfectamente, sin embargo, sí que necesito marcarte, eres mía cachorrita, no lo olvides” ―― “Jamás podría hacerlo” ―ronroneó Anna― “¿Están listas cariño? Mi padre y yo acabamos de bajar, nos hemos reunido con Lys y Gino” ―― “Ya casi, pero, Dante, ¿podrías esperarme en la escalera?” ―― “Claro cariño, muero por verte con ese vestido” ―― “Y yo ansío verte con tu traje” ―― “Pues yo ansío llevarte de vuelta a nuestra habitación” ―― “Vale, eso es trampa” ― masculló Anna sintiendo como sus palabras la estremecían por completo― “Tal vez” ―dijo Dante riendo ― “Te espero cariño” ―Sintiendo como Dante cortaba el enlace precipitadamente, Anna so
Capítulo 27: El misterio de Andrea.
Apoyando las palabras de su hijo, Dean asintió y les hizo un discreto gesto a sus criados, los cuales, comenzaron a repartir la cena, la cual, fue servida en tres tiempos.Empezaron con una deliciosa crema de champiñones, continuando con un fino corte de res, el cual, era acompañado por espárragos y puré de papa, mientras que, de postre, se sirvió un soufflé de chocolate con frutos rojos.―Debo conocer al chef ―dijo Lysander con la boca llena ―Todo estaba delicioso ――Estoy de acuerdo contigo ―dijo Gino alejando su plato del alcance de Lysander, pues el beta, tenía los ojos clavados en su postre―Mira cariño, esa de ahí, es la señorita Sarka ―le dijo Dante a Anna en un susurro ―Tengo entendido que no asistió a tu presentación porque se encontraba en el extranjero ――Eso me dijo Arman ―susurró Anna al mismo tiempo que dirigía su mirada hacia la mesa de la familia Ivanov ― ¿Es verdad que ambos disputarán por el puesto de alfa? ――Así es ―intervino Catherine ―Si bien Arman es el mayor, a
Capítulo 28: El infierno se desata.
Ante las palabras del alfa, Dante y Basil intercambiaron miradas preocupadas antes de clavar sus ojos en Anna, quien había perdido todo el color en sus mejillas al recordar cuál había sido la primer pregunta que el alfa le había hecho a ella tras saludar a Basil.“¿Su padre no está aquí? Tenía un tema importante que tratar con él”―El alfa Napoli… Está tras Loto de Luna, ¿cierto? ―preguntó Anna en un susurro―Es correcto ―dijo Andrea con pesar ―Según Noah, y algunos otros rumores, Paolo ha estado interesado en el territorio de Alastor desde hace algún tiempo, sin embargo, Paolo se caracteriza por ser alguien muy inteligente, estoy seguro de que en una pelea limpia jamás le ganaría a Alastor, por lo que Noah cree que ahora que tiene el respaldo del consejero real, Paolo podría aprovecharse de los recursos que su nueva posición dentro de las reales le ofrece ―dijo dirigiendo su mirada hacia Basil ―Creo que deberían pedirle a Alastor que vuelva a su territorio cuanto antes ―agregó antes
Capítulo 29: Los aliados de Dean.
Ante el semblante decidido de su hijo, Andrea asintió y soltó el brazo de Farid, quien se apresuró a quitarse el saco y su camisa al mismo tiempo que caminaba en dirección a Félix.―Félix, pídeles a todos los que no puedan luchar que se reúnan aquí, somos suficientes, los protegeremos ―dijo Anna acercándose a su compañero para tomar su saco―Lo haré, gracias a todos ―dijo antes de echarse a correr por la misma dirección que su beta había seguido― ¿Estefan? ―llamó Alice a su compañero al ver como este se quitaba su saco―Farid tiene razón, iré ayudarles ―dijo antes de besar su frente ―Tom, cuídala por favor ―le pidió al beta antes de girarse al suyo ―Vamos Marlon, alcancemos a Félix ――Lysander, yo iré solo, tú quédate con Anna y con Gino ―dijo Dante girándose al joven beta ―No se les ocurra dejarla sola en ningún momento ――No te preocupes ―dijo Lysander acercándose a Anna―Es mi trabajo cuidarla ―le dijo Gino ―Vete tranquilo ――Vale… ――Por favor, ten mucho cuidado ―le pidió Anna an
Capítulo 30: Defender la mansión.
Justo cuando Anna estaba por decir algo, la joven vio a Iris acercarse a ella, por lo que avanzó un par de pasos en su dirección para cortar el camino.―Señorita Anna ―dijo una jadeante Iris ―Félix envió a los civiles a la mansión, sin embargo, dice que muchos están heridos y que otros están siendo perseguidos ―explicó la joven―Entonces debemos darnos prisa y convertir este lugar en un refugio, hay que prepararnos para defender este sitio ―dijo Anna tras meditarlo―Por fortuna, tienes a muchos alfas y betas aquí, preciosa ―dijo Armin acercándose a ella junto a William―Entonces hay que dividirnos, hay que cubrir todas las entradas que podamos ――Estoy de acuerdo ―dijo Lowell ―Tate y yo iremos a la puerta principal ―dijo el joven refiriéndose a su beta―Will y yo nos quedaremos aquí ―dijo Armin apartando un mechón de cabello del rostro de Anna ―Como nuestra princesa, es tu deber guiarlas ―dijo dirigiendo su mirada hacia las Lunas ―No todas saben pelear y están aquí sin sus gammas ―le