Su niño se sentía juguetón y él iba a complacerlo; ¿que no podía correrse sin su permiso? Pero por supuesto que si, acaso con quien creía que estaba tratando? Con un adolescente?, era un Domine, por favor, tenía autocontrol

sí, eso era lo que creía y de hecho así era, pero cuando Jaison se puso de pie sobre la cama, con cada pie a un lado de su cuerpo y lentamente se deshizo de sus pantalones de diseñador y su ropa interior, mientras lo miraba desde lo alto como si fuera un dios, Christian dudo de sí.

Toda esa piel suave que el anhelaba tanto acariciar estaba justo allí frente a él, esa hermosa polla enrojecida, de la cual recordaba perfectamente su dulce sabor, se levantaba tan orgullosa como el cuerpo escultural al que pertenecía, esto iba a ser más difícil de lo que había pensado

Jaison lo miro a los ojos, sabia el deseo que en ellos brillaba, los conocía bien, y lentamente bajo nuevamente posando sus rodillas en el colchón, su polla justo sobre la de Christian que goteaba hambrien