Despertó aquella mañana con la ausencia del cuerpo de Christian en su inmensa casa, que ahora se sentía aún más grande y vacía que cuando él no había llegado a ella. Suspiró mirando hacia el techo y acariciando ese espacio que aún conservaba su calor.

Christian había pasado cada noche con él desde que se hicieron novios hace más de una semana, pero ningún despertar, Jaison aún no entendía porque en cuanto se dormía agotado por la ardua jornada de trabajo y relajado completamente por el sexo, Christian huía nuevamente a su departamento

“¿Acaso no merezco que amanezca conmigo?, ¿acaso no estoy haciendo o dando lo suficiente?, ¿acaso no quiere permanecer a mi lado? ¿No seré lo suficiente en el sexo? ¿No seré un buen sumiso para él?”

Siempre había sido un tipo seguro de sí mismo, confiado de todo lo que tenía y lo que le rodeaba, pero cuando de Christian se trataba siempre había un mar de dudas y cuestionamientos, cosas que no lograba entender, temores que no lograba disipar

_ confianza_