‘Grandioso, ahora le he comprobado lo que soy capaz, ahora tendré la mayor atención de cada loco que hace parte de la familia Perasi.’ Me digo mentalmente.
Sin duda, el nivel de problemas en el que me encontraba anteriormente cuando descubrí la infidelidad de Nate ha aumentado mucho su potencia y rango de daño. Pero, lo peor de todo es que también he notado que no tengo alguna salida viable que pueda usar.Por lo que, en pocas palabras; estoy condenada. A pesar de que no soy la causante de los enfrentamientos entre los hermanos, me usarán como excusa para matarse entre sí y lo peor, es que no dudarán en ser crueles delante de mí.— Dime que no es cierto, por favor — suplicó al saber qué es lo que puede significar ser el blanco de daño de alguna persona tan retorcida.— Reconocer que Alan es una persona bastante cruel. Pero, nunca lo había hechoReymond no me regaña por haberlo engañado a todos con la maldición, pero, yo no puedo evitar sentirme incomoda porque sin poderlo evitar, estoy actuando como un persona que no soy y eso lo estoy haciendo desde que conozco a Reymond.Lógicamente, él no me dice que mienta, pero, lo estoy haciendo por todos los problemas en que él y su sobrino causan. En pocas palabras, todas mis buenas intenciones y mis acciones correctas sin mentiras, están siendo olvidadas, por tener que involucrarme a asuntos de los que no quiero ser parte.‘Lo mejor es que deje de relacionarme con los Perasi. Puedo huir como antes y fingir que no soy descendiente de los Flameforge.’ Me digo mentalmente.— Deja de culparte tanto por lo que sucede. — dice Reymond sacándome de mis pensamientos.— Yo…— Sé que no te agrada mentir ni mucho menos la violencia, pero, en la sociedad, quien no
Subo a la avioneta sin tener idea cómo es posible para él decirme que será un Flameforge, cuando mi familia hizo todo para ocultarse y él haría justamente lo contrario, pero, Reymond no me explica sus intenciones, hasta que despegamos.— Ya no seré un Perasi, Elise. No estoy interesado en ser de una familia como ellos, además, el padre de Alan no es mi padre, así que, ¿para qué voy a tener un apellido que no me pertenece? — pregunta Reymond.— Tampoco te pertenece el apellido Flameforge. — le recuerdo.— Pero, como esposo, podría pertenecerme así como tú serias una Perasi al casarte conmigo. — dice Reymond.Suspiro profundo, intentando comprender que locura lo ha llevado a pensar que es correcto usar mi apellido. Pero, como siempre, termino más confundida sin saber realmente que hacer o decir al respecto.— Reymond
Horas después¿Sin darme cuenta, me he dormido después de preguntas interminables de mi condición física y preguntas relacionadas a mi ciclo, inhibidores y demás cosas que necesitan conocer para ayudarme como tanto lo necesito.— ¿Al fin despiertas? — pregunta Reymond a mi lado.Aturdida, miro a mi alrededor, notando que ya no estamos en una avioneta, sino, en una cama tan amplia que mi habitación en mi casa, seria pequeña en comparación a esta cama. Incluso, podría transformarme en loba y tener mucho espacio libre para mí.— ¿Dónde estamos? — pregunto aturdida.— Nos encontramos en el lugar donde estaremos durante nuestra corta luna de miel, Elise. — dice Reymond.Confundida, levanto mi torso de la cama, observando una vista bastante increíble. Ya que, hay una pared que es transparente, donde al salir lo que
Me marcho de inmediato a asearme, sintiéndome más conflictuada por lo que me acaba de decir, cuando salgo de la ducha, es que recuerdo lo realmente importante y por eso, salgo recordándome mentalmente que no debo distraerme de lo importante.— ¡Reymond, ¿Quién me trajo aquí?! — digo escandalizada.— Fue el hada mágica. — dice Reymond.— ¿Hada mágica? — pregunto confundida.— Claramente fui yo, Elise. No me hagas pensar que mi esposa es tonta. — dice Reymond y yo suspiro profundo.— Realmente eres lo peor, ¡Pudiste haberme llamado! — digo molesta.Aunque no me siento extraña y no creo que sea capaz de tener sexo conmigo cuando estoy dormida, no me agrada en lo absoluto que me mueva de un lado al otro sin que este consciente.— ¿Crees que no lo hice? intenté por una hora despertarte cuando t
Reymond se queja al punto de inclinar su cabeza hacia atrás, pero, eso solo hace que vea su perfecto cuello con esas venas que al sobresalir lo hacen ver muy sexy. Sin poderlo evitar, libero todas mis feromonas y hormonas comprendiendo que no hay marcha atrás.Por lo que, mirando al hombre frente a mí, salgo de la piscina y camino hacia la puerta corrediza que apenas abro, mi cuerpo se debilita, porque toda la habitación tiene un aroma muy fuerte de sus feromonas, unas que se sienten tan fuertes que solo significan una cosa; él también está en celo.— No puede ser. — susurro mientras mi mente se nubla.— Sal de aquí, Elise o no podré responder por tu seguridad. — me advierte Reymond quien parece aun tener su consciencia.— Sal tú, porque dudo que pueda hacerlo yo. — digo en un susurro, mientras coloco un pie dentro de la habitación.Soy cons
Si antes me gustaba como él tocaba mi cuerpo, ahora que estoy en celo siento que todo se siente mejor, por eso, dejo que toque todo mi cuerpo, que tan bien sabe tocarlo para finalmente sentir como entra en mí usando su lengua para explorarme.— Reymond… por favor… — susurro sintiendo que voy a enloquecer.— Elise… que bien sabes. — dice él y yo tensiono mi cuerpo liberando todo mi olor.Eso enloquece tanto a Reymond que él no duda en reemplazar su lengua por esa parte de su cuerpo que sin necesidad de tener un hueso, se mantiene firme en mi interior. Mi cuerpo, explota de una forma diferente, mientras él se mueve con violencia.La cama comienza a sonar mucho y yo siento que nos vamos a caer en cualquier momento por lo fuerte que nuestros cuerpos chocan. Los gemidos, gruñidos y gritos de placer se escuchan tanto que no necesitamos música para ambientar la habitació
Mi cabeza está por explotar por todo lo que ahora tengo en esta. Cada cosa que hicimos en esta vida y la anterior, golpea con fuerza que no puedo evitar llorar comprendiendo la magnitud del error que he cometido.‘Es él. Realmente es él.’ Digo en medio del llanto, mientras Reymond intenta procesar lo que he dicho.Aunque mi mente me dice cuan idiota soy por caer en su juego, mi cuerpo se queja cuando no está invadida por el hombre que nunca debí tener cerca. Reymond, intenta acercarse a mí debido a mi llanto, pero, no lo permito.— ¿Qué rayos te sucede, Elise?— No puede ser. Esto no puede ser. — digo en medio del llanto.Reymond respira profundo e intenta marcharse al baño, pero, a medio camino se regresa para agarrarme con fuerzas. De inmediato, intento alejarlo de mí, pero, su mirada me dice que no es él.Sus ojos están completamente negr
Narra ReymondEl placer más grande que he sentido en mi vida, me abandona cuando la mujer que tanto amo desaparece en mis brazos. Como si fuera producto de mi imaginación, me deja en la cama completamente solo, luchando con mis propios demonios.— No puede ser. Esto no puede estar sucediendo. — susurro sintiéndome completamente perdido.Las palabras de Elise, ahora se repetían en mi cabeza, mientras mi deseo de liberarme en ella me recorre. Desesperado, busco mi medicación, pero, no logro encontrarla, enloqueciéndome por completo.Aullando, llamo por ayuda deseando que vengan pronto para no enloquecer ahora que no tengo quien me deje saciado durante mi periodo en celo. Las ganas de tener mi liberación me impiden pensar con claridad, pero, sé incluso estando así, que las cosas están mal.Desesperado, entro al baño intentando traer a mi mente la razón, pero, la verd