Me marcho sin ser seguido por él, por lo que, continuo con mi plan, viajando para atrapar a los hombres que necesito, mientras mis hombres se encargan de proteger a mi hijo. Por eso, me muevo rápido, porque quienes no me dan la información que quiero, mueren de manera lenta y tortuosa, pero, quien me da la información, permito que mueran de un solo golpe o herida. No dejo cabo sueltos, porque no quiero que alarmen a mis objetivos de que voy para allá o que voy a hacer. Así que, observando los videos en las redes sociales de como naciones se enfrentan entre sí, espero el gran momento. — ¡Las hemos encontrado! — dice una chica que celebra su triunfo por encontrar las bombas atómicas más grande del mundo, usando solo la información que reuní de hombres que ya no respiran. — Bien hecho. — Ahora solo tenemos que desactivarlas para que esto no caiga en manos de ningún loco y toda tensión porque el mundo acabe por una bomba atómica, por todos estos años no se cumplirá. — dice la pobre c
Observo a Elise, entonces, todo lo que reprimí durante estos días donde ni siquiera dormí, salen de mi cuerpo causando que grite y llore sabiendo que protegerla no significa que va a volver a la vida.— Señor…— ¡Déjame solo! — grito importándome poco que el mundo se acabe, pero, sí que mi esposa no regresé a mí.Con impotencia por no poder ayudarla aun, me aferro a su ataúd sintiendo cuan frío esta para que conserve su cuerpo deseando estar en su lugar, implorando que no seamos solo destinados, si no, felices.Porque por mucho que sepa que ella es la mujer que quiero y necesito para mí, de nada sirve saberlo si no está viva. Es por eso, que llorando con impotencia, libero todo lo que por más que lo intente no pude reprimir, mientras el mundo se va a la mierda, como debe ser.— Debes detenerte, Reymond. — dice alguien frente a mí.— ¿Temes que logre algo, diosa Luna? — pregunto sonriente.— Porque sé que eres capaz de lograrlo es que te digo que te detengas, yo intentaré…— Solo si vi
Meses después24 de diciembreEs mi segunda navidad con mi hijo, pero, no puedo decir que me siento muy feliz, porque Elise aún no ha sido despertada. La guerra entre los países, ha sido como una bola de nieve que ha crecido a través de este año.Por lo que, cada día mueren más sin que yo mueva un solo dedo, pero, no puedo limitarme solo a eso, cuando hay mucho por hacer en los demás mundos. La bomba nuclear, aun no la he activado aunque ya sé cómo hacerlo y eso lo he detenido, porque necesito que Elise este despierta para marcharnos.Porque, por mucho que quiera irme, no puedo hacerlo al estar mi esposa sin despertar. Así que, solo por eso, me quedo en esta manada, aunque mi meta es destruir a los dioses.— Señor, todo se encuentra listo. — dice Jay.— Desde los búnker todos podrán trabajar y mantenerse a salvo. Así que, pueden seguir con sus vidas aunque estemos encerrados. Recuérdale eso a los hombres lobos que no quieren ocultarse como nosotros.— Sí, señor. — dice Jay mientras Jo
Joosher balbucea algo que no se le entiende en lo absoluto y yo me quedo esperando que el aroma de Elise aparezca para anunciarme que aún vive, pero, sigo sin percibirla aunque camine hacia su habitación.— Entonces… ¿me mintió? — pregunto al aire, porque no hay alguien que pueda entender que he hecho.Suspirando profundo, camino hacia su habitación notando que nadie se dio cuenta de la visita que estaba recibiendo de alguien que no es de este mundo.— Señor, ¿va a ir a la tumba de la señora Baumann? El señor Baumann insistió en que usted fuera. — pregunta Jay.— No podría hacerlo. Por más que lo estime, no puedo dejar a mi esposa sola. — digo con seriedad.— Entiendo lo que quiere decir, señor, pero… — El señor Baumann estuvo con usted cuando lo necesitaba. Como veo las cosas, están en la misma situación porque la señora Baumann también ha muerto.— Elise va a volver. — digo decidido, caminando hacia donde se encuentra Elise.Como siempre, se encuentra Elise en el ataúd donde cada c
Narra EliseMi cuerpo se siente extraño, pero, por mucho que sienta pesadez o fatiga, debo agradecer aun encontrarme con vida. A pesar de tener que procesar mucha información y que mi cuerpo es diferente ahora, me alegra estar con vida.Carolina, termina de ayudarme a bañarme en la tina llorando y agradeciendo a la diosa Luna que he vuelto, aunque es evidente que este milagro es algo que no puede procesar del todo.— ¿Qué sucedió? ¿Por qué estamos aquí? Esta no es la mansión principal. — digo sabiendo que por mucho que Reymond haya redecorado todo, no es posible que el lugar este tan cambiado.— Estamos bajo esa mansión, este lugar es un búnker, señora Elise. — dice Carolina.— ¿Por qué estaríamos en un búnker?— Lo mejor es que el señor le informe de todo lo que pasa, porque el señor Reymond es quien sabe que sucede incluso antes de que pase. — dice ella ayudándome a salir de la tina.Con su ayuda termino vistiéndome, ya que, mi cuerpo se siente muy pesado, solo para recibir videolla
Reymond me cuenta todo lo que sucedió en mi ausencia, incluso, me muestra videos y fotografías de Joosher que muestran todo su crecimiento durante este tiempo, causando que me sienta mal por haberme perdido de tantas cosas.No pude estar cuando comenzó a gatear, comer o simplemente reír. Es triste, después de todo, es algo que una madre no se pierde. Pero, no me concentro solo en lo que me perdí, si no, lo que podré ver a partir de ahora porque he vuelto a la vida.Por eso, sonrío mientras lloro por todo el sentimiento que Reymond transmite explicando cada cosa del bebé que no pensé que amaría tanto como lo demuestra.— Sin duda, Joosher es lo mejor que pudo haberme pasado en la vida, claro está, después de ti. — dice Reymond sonriendo.— Me alegra que lo quieras tanto, por un momento temí que no lo ibas a querer porque yo había muerto.
Realmente lo ha dicho. El hombre orgulloso, frío y sarcástico ha desaparecido completamente de su cuerpo y en su reemplazo ha quedado alguien que sin duda no se relaciona con el Reymond con el que me casé, pero, debo reconocer que esta versión me gusta más.— No necesitas arrodillarte…— Fui tonto e imprudente, creí que lo sabía todo y que mis decisiones eran las correctas, pero, no fue así. Por eso, te lastimé aunque mi intención no era hacerte eso a ti.>> Yo te he causado mucho daño y aunque sé que nada de lo que haga va a cambiar todo lo que has tenido que vivir por mi culpa, quiero que comprendas que si te estoy pidiendo perdón es porque después de esto te daré todo lo que deseas si eso no significa separarnos.— Reymond…— Sé que me dirás que ya me has perdonado antes de morir, pero, el
No logro adaptarme al cambio de actitud de Reymond, porque aunque como es ahora se asemeja a lo que esperaba de él, es extraño que actúe de esa forma cuando él me aseguro de que ese tipo de amor no lo iba a tener con él.Es como si su cuerpo fuera el mismo, pero, su alma… sus pensamientos fueran de alguien más, un ser que si sabe que es amar de forma tierna al punto que sus actos son gentiles.— Reymond, lo diré de nuevo: vamos muy rápido. Apenas he despertado y tú muestras un desespero que me preocupa.— Llevo más de un año esperando este momento, Elise. Para ti fueron segundos, pero… siendo sincero, sentí que pasaron siglos antes de que la oportunidad de traerte aquí se hiciera realidad.>> No sabes cuantas veces llore implorando que regresarás. Me lastimé creyendo que mi dolor sería suficiente pago de nuestra uni&oacut