Nunca le di importancia a las palabras, porque en esta vida o la pasada, actuaba más de lo que hablaba y así era que ganaba seguidores o adversarios que no se atreverían a dañarme, porque sabrían que sería capaz de hacer. Pero, ahora que sé que no hay manera de regresar al pasado, ni mucho menos, hacer las cosas mejor con lo que hay, el pánico se apodera de mí y no es porque muera ahora, si no, por todo lo que perderé si Elise y mi hijo no sobreviven al ataque de Nate. — No… — digo intentando levantarme. Miro a mi alrededor, notando que no fui el único que impactó con contra la pared, pero, si soy el único que se encuentra despierto. Ya que, la mitad de mi cuerpo la recibió Nate por estar detrás de mí. Sintiéndome mareado intento levantarme, pero, las fuerzas no me permiten avanzar como deseo, porque mi cuerpo aún no se recupera del todo de todo el malestar que causó ser lanzado en un lugar tan reducido. Mi cabeza duele, de mis oídos sale algo que al tocarlos, noto que es sangre
Abrazo su cuerpo deseando que mis años de vida se pasen a su cuerpo, le doy besos en todo su rostro, implorando que esas muestras de afecto con las que ella soñó fueran tan importantes para ella que por eso se despertaría. Pero, nada sirve para que ella despierte. Porque por mucho que me esfuerce en darle todo lo que me ha pedido y aseguré no darle, ella no despierta. Así que, con dolor, la dejo sobre el suelo, mientras golpeo el suelo intentando calmar mi frustración. — ¡Debí ser yo! ¡Yo soy quien merece morir, no ellos! ¡Mátenme a mí antes de que acabe con todo lo que aman! ¡Porque por mi mujer y mi hijo soy peor que el mismísimo Lucifer! — grito lleno de dolor. — Deja de gritar. Al menos deja que mi hija se marche en paz. — ¡Señor Flameforge! ¡Usted es mago, puede hacer algo! ¡La magia no tiene límites, si no, mucho poder en manos de magos excepcionales que desarrollan todo tipo de habilidades para hacer el mundo mejor! >> Entonces, si quiere hacer mi mundo mejor, regréseme
Horas despuésEl tiempo pasa sin atreverse a calmarme, nadie me dice que es lo que sucede con mi esposa, pero, considero que es una buena noticia, porque quiere decir que aun luchan para que ella siga con vida.Además, aun siento nuestra conexión y aunque es débil, sigue presente, que es lo importante. Pero, la angustia de no saber cómo está todo con ella, hace que mi calma sea mentira.Los hombres lobos lideres de cada región de la isla, aparecen frente a mí, mientras alguien revisa mi herida que se ha cerrado gracias a mi sanación.— Estamos aquí, señor. — dicen los betas con mucho nerviosismo.— No hablaré con Helmut sobre que decisiones tomar con respecto a lo que sucedió, porque sé que él tomará la misma decisión. Así que, espero que acaten mis órdenes como si fuera su alfa. — digo con seriedad.— Sí, señor.— Necesito que me entreguen en menos de una hora toda la información de Nate. Quiero saber cómo fue posible que él supiera donde estábamos. — digo con seriedad.Todos se mira
Mientras analizo todos mis fracasos, el deseo de golpearme aumenta, pero, todo ello queda en el olvido cuando comienzo a percibir el aroma de la sangre de Elise. Por eso, me levanto de la silla y corro hacia la puerta que al poco tiempo se abre con alguien con ropa extraña. — Señor Perasi… — ¡¿Cómo está mi esposa?! — pregunto desesperado mientras confirmo que el olor a la sangre de mi esposa está en su ropa. — El bebé… — Dígame que está bien, necesito al menos tener esa buena noticia para mi esposa. — digo interrumpiendo al doctor. — Déjalo hablar, Reymond. Si no lo haces, no sabremos que está sucediendo con Elise. — Hable, por favor. — digo sintiendo la angustia recorrerme completamente. El doctor se quita la máscara que cubría incluso su cabeza, para hablarme mejor. De inmediato, siento como el tiempo corre lenta y pesadamente al igual que mi corazón. — Le bebé está bien. — informa el doctor y yo siento como el alma vuelve a mi cuerpo. Las lágrimas de la felicidad salen sin
Problemas cardiacos, herida de bala en su vientre, herida en su cabeza… tantas lesiones recibió mi esposa y yo solo tengo un rasguño de un disparo, porque es eso justamente la única herida que tengo.— He sido un completo inútil. Puedo sacar muchas excusas, pero, todo se resumiría a mi incompetencia. — susurro con decepción.— Lo bueno de todo esto es que ya no hay candados que debiliten su cuerpo. — dice el idiota que es primo de Elise.— ¿A qué te refieres?— ¿Recuerdas cuando algo salió de su cuerpo y nos lanzó tan lejos como el espacio reducido lo permitió? — pregunta él y yo me limito a asentir con la cabeza sin saber a qué se refiere.— Fue cuando los candados se abrieron. Lo que experimentando fueron las cadenas alejándose de su poder mágico.Suspiro aliviado, porque eso es una buena noticia, ya que, me habían informado que romperlos seria complicado y mantenerlos dañaría su salud.— Eso es bueno, ¿no es así?— Lo es y no lo es. — responde el único Flameforge al que puedo recur
Me muevo rápido, pongo a trabajar a toda mi manada para que adecuen un avión para el traslado de mi esposa. Ordeno que los mejores obstetras, neurólogos, cardiólogo y demás, sean informados del caso de mi esposa, para que piensen en una solución mientras se preparan para acompañarnos en el vuelo. El viaje a Dinamarca será pesado para Elise y por eso, quiero que se preparen para cualquier imprevisto aunque espero que no suceda alguno. La manada de Helmut está trabajando en reparar los daños en la isla y saber cómo pudieron llegar a esta sin ser vistos hasta que fue muy tarde.Por otra parte, mi manada está trabajando en el pedido del avión y los doctores apropiados para la atención de mi esposa. Por lo que, todos están trabajando, mientras yo espero que mi esposa salga.— Sé lo que sucede con ella y su padre, porque su historia ha quedado registrada en cada una de las vidas que ella ha tenido. Aunque mi tío te moleste por lo que Elise sufre, no es algo que está en tus manos cambiar, d
Aunque Aysacc golpea con fuerzas la puerta y grita que permita el ingreso, los hombres lobos lo llevan lejos sin que yo se lo pida, porque es obvio lo que deseo. Por eso, cuando ese idiota finalmente se ha ido, es que me acerco a mi esposa y en medio de lágrimas, observo su cuerpo. Su vientre ha crecido bien, aunque no está en los últimos meses, es grande, por lo que, toco el bulto intentando transmitirle a mi hijo las disculpas que quiero que reciba por mi incompetencia. Después de eso, doy un beso en la parte donde vi que entró la bala y lloro abrazándola, porque fui un idiota que puso en riesgo a su familia, cuando lo único que debía hacer era protegerlos. — Elise, mi amor, por favor, despierta. Grítame todo lo que desees, insúltame por lo inepto que fui al permitir que ese malnacido estuviera tan cerca de ustedes, apártame con enojo cuando toco tu vientre o haz expresiones molestas porque yo estoy presente. >> Yo lo recibiré todo, esposa. Cada desprecio que alivie tu enojo, lo
Regreso a la habitación de Elise donde acaricio su mano, mirando a la mujer que si estuviera despierta, me pediría clemencia por el hombre al que mataré en medio de la plaza. Aunque debo reconocer que Elise no es la mujer gentil que recuerdo y eso, quizás sea por los recuerdos de sus anteriores vidas cuando no estaba en su mundo. — Debió ser duro para ti sufrir tanto solo por amarme. — susurro con dolor. Con lo que me ha confesado ese molesto hombre, detesto más a esos dioses que se creen siempre los mejores para castigar porque todo lo hacen bien y lo que termina dando consecuencias catastróficas es porque ‘así debía pasar’. — Ahora que ese bastardo no está, no permitiré que alguien tenga siquiera la oportunidad de hacerles daño. He aprendido de mis errores, así que, seré precavido sin que te sientas tan asfixiada. >> Buscaré la manera de que mis demonios no te causen problemas y lidiaré con mi negocio sin que eso te genere preocupaciones. Todo estará bien. seremos una familia in