LUCIANA
Me giro para ver a Alex, para decirle en voz baja que lo veo más tarde en su oficina, para así seguir con el trabajo pendiente que tenemos. Él acepta respondiendo solo con cabeza mientras asiente.
Vuelvo a girar para despedirme educadamente y salir de ahí.
— Sí me lo permite regresare a mi área de trabajo — me dirijo a mi jefe — Fue un placer — digo, intentando sonar un poco segura para referirme también a esa parejita, pero sin dejar de ver solo al señor Alfred.
No me atrevía girar mis ojos para verlos, no quería verlos tomados de la mano, como una pareja enamorada.
Mi jefe asiente con la cabeza mientras me regala una amable y sincera sonrisa.
Giro por completo sin voltear a verlos y salgo mientras paso por la puerta de la sala de juntas. Camino a pasos rápidos, 《necesito alejarme lo más que pueda》 hago lo que puedo con estos tacones para caminar
ERICKNecesitaba borrar de mi mente lo que mis ojos acababan de presenciar y el arrebato que tuve de seguirla, no sé que es lo que me había pasado. En cuanto la vi por primera vez después de mucho tiempo, creí que era necesario que supiera toda la verdad del asunto que nos había separado, pero ella seguía sin querer saber, si antes no quiso saberlo, ahora menos le interesaba.Pero lo que más me había dolido eran sus duras y frías palabras "Usted solo es pasado" me afectó lo que dijo, pero algo me decía que no eran muy ciertas sus palabras, se que estaba intentando demostrar ser fuerte, y no es que no lo sea. Ella es una mujer con mucha fortaleza, pero se que cuando se trata de nosotros o de mí, era diferente. Se muy bien lo que llegue a significar para ella, que al igual sabía lo frágil y vulnerable que fue el tiempo que estuvo conmigo, a ella le gustaba que la protegiera, que yo fuera su sustento, su ancla p
LUCIANA— ¡Qué, qué! — grita Rebecca — ¡Oh por Dios!, ese es el destino — dice emocionada — Tú no creías en el. Yo te lo dije muchas veces, que tarde o temprano la vida te lo pondría en tu camino nuevamente.Mi amiga exaltó y emocionó cuando le dije que lo había vuelto a ver, y que él era como quién dice mi nuevo jefe.Ella siempre decía que si las cosas pasaban por algo, supuestamente.. significaba porque el destino nos ponía en nuestras vidas oportunidades que nunca teníamos que dejar pasar.No sé de dónde se había vuelto tan ingeniosa para ese tipo de cosas. Quizás el tiempo que se junto con unos hippies le metieron ideas extrañas.— Y sigo no creyendo — respondo, me
E R I C KEstas semanas logré evitar ir a la empresa Wembley, solucionado quien tenía que remplazarme para ir con Sam al viaje. Pero aún así estaba indeciso, deseaba ir, quería volverla a ver, estar cerca de ella o por lo menos me conformaba con solo verla de lejos.No sabía cómo enfrentar todo esto, no podía estar huyendo todo el tiempo, no quería hacerlo. Pero tampoco creía que fuera capaz de resistirme si la llegará a tener nuevamente cerca.— Erick — dijo Sam, inmediatamente después de llamar a la puerta.La voz de mi amigo hizo que dejara mis pensamientos, le eché un vistazo rápido mientras proseguía con mi trabajo.— Sí — respondí.— Sigues en la luna — Abrió la puerta y entro a la oficina, mientras ponía una estúpida sonrisa.— ¿Qué quieres?, que no sé supone que tienes trabajo — respondí con algo de molestia, pero no era por eso, sino p
E R I C KEl tiempo se fue en solo charlar de negocios, después de que note que tomara algo de confianza y hablaba de más entre algunos tragos, era mi oportunidad para sacarle información de su vida personal.Pero cuando estaba por hacer la pregunta, mi amigo se adelantó y habló.— Bueno y ya que andamos algo entrados con unas copas de más, la verdad lo que menos quiero ahora es saber más de trabajo. Porque no mejor hablemos de otras cosas — dijo, me echo una mirada rápida mientras sonría de lado.El otro tipo no había entendido su comentario, pero yo sí. «Él era mi cómplice.»— ¿Cómo de qué? — preguntó el tal Alex.— Como.. de chicas — soltó mi amigo con una perversa sonrisa.Por fin entendió lo que quería decir Sam y le regaló una sonrisa cómplice mientras negaba con la cabeza.— Soy pésimo en eso.. si les
LUCIANANo tuve elección tenía que ir a ese viaje, era mi trabajo y no podía decir no. No sé de qué huía si tenía entendido que él no iría, o era el echo de darme cuenta que él estaba huyendo de mí, que no quería saber más de mí. 《Pero que no se supone que eso es lo que quería》Estaba confundida, verlo otra vez me inquietaba y me desconcertaba. Pero aún así deseaba volver a mirarlo, podría hacerle creer a todo mundo que ya no me importaba, que él solo era pasado y no sentía nada, pero engañar a mi corazón y a esta tonta cabecita no podía, conmigo misma tenía que ser sincera aunque esto seguiría aún doliendo.El viaje fue rápido, llegamos temprano al hotel, Alex y yo, y otros empleados viajamos hasta florida para ir y hacer el proyecto del resort, éramos el equipo encargado de ello, mi amigo es el que está amando de nosotros y no podía faltar.Después de registrarnos con
LUCIANACuando pensé que ya se iría y no diría ni una sola palabra más. Me paralice completamente cuando terminó por cortar la distancia que nos separaba, en casi dos pasos rápidos llegó hasta a mí, provocando que mi respiración que se estaba normalizando se esfumara por completo. Me tomó entre sus brazos, no podía articular ninguna palabra, no podía gritar o protestar, me había quedado muda por su arrebato. No creí que fuera hacer eso.— Tendré que comprobarlo por mí mismo — dijo mientras su rostro se acercaba más al mío, sus ojos no dejaban los míos y mi corazón parecía salirse por mi boca, latía a mil por hora y más cuando su aroma invadió en mi interior como siempre lo hacía cuando lo tenia demasiado cerca — Te conozco perfectamente, y se que tus palabras a veces mienten, cuando titubeas y intentas decirlas con despreció, pero tus ojos, cuando me acerco a ti, noto como reacciona tu cuerpo, todo eso me demuestra lo con
LUCIANALa tarde había transcurrido en la reunión con Alex, después de la comida se le ocurrió guiarme por todo el elegante resort. No era algo que quisiera hacer, y menos con él. Pero no tenía elección. Así que me deje arrastrar.El día era lento, las horas y los minutos eternos, parecía nunca acabar. Quería que la noche llegara, para así poder ir a lado de Erick, y tener esa cita que había soñada durante todos estos meses.— Vamos a la piscina — dijo Alex, mientras seguía jalando de mí — Venga, ve y ponte tu traje de baño.Suspire agotada y sin ganas de ir. Pero aún así hice lo que había pedido.Minutos más tarde me encontraba con él en una de las áreas más visitadas. Había personas por todos lados, una piscina enorme y otras de tamaño mediano a la otra.Me había colocado un bikini, no era algo que había elegido yo, mi querida amiga había s
LUCIANANo podía creer que estuviera aquí con él, parecía un sueño del que no había despertado.Habíamos tomado asiento, pero aún seguía embelesada por el entorno, por él. Pero también tenía que poner los pies en la realidad, recordar que aún las cosas no se arreglaban del todo. Aún faltaba que aclarábamos el asunto que teníamos pendiente.No quería estropear este momento, pero teníamos que hacerlo, Erick me confundía, no creí que fuera a preparar algo así, en este instante lo único necesitábamos era hablar.— No puede faltar tu lado romántico, para lograr reconquistarme — digo con una sonrisa.Se que esa era su intención, y no es que no me gustara, pero preferiría que aclaramos todo de una vez.— Tú sacas lo bueno de mí, y también lo cursi. — dice mientras sonríe.— Erick, necesitamos hablar y resolver lo que quedó inconclus