Aurora
Acaricio el pelaje de Orus quien tiene su enorme cabeza en mis piernas, escucho el cantar de las aves y la paz que transmite esta parte del bosque.
—Tengo quedar un recorrido por la frontera, —me dice Sebastián por el enlace que ahora compartimos después de que me marco.
—Ve, yo esperaré aquí. —Le digo y este levanta su cuerpo lobuno me mira por uno segundo para luego lamer mi rostro y salir corriendo al bosque, sonrío mirando el lugar por donde se fue y niego con la cabeza. Pasa aproximadamente unos cinco minutos y escucho ruido proveniente de unos árboles, me levanto del suelo y miro trato de ubicar de donde es exactamente que proviene el ruido. — ¿Quién está ahí? —Pregunto dejando que mis poderes fluyan por mis manos y de la nada sale un enorme lobo marrón que mira con odio puro— ¿Quién eres? &md
SebastiánTermino el recorrido por la frontera para luego correr hacia donde se encuentra mi luna, salto y equívoco árboles. Cuando estoy llegando a donde se encuentra mi luna escucho chillidos de un lobo y esto provoca que todo mi cuerpo entre en tensión al máximo, acelero el paso hasta encontrarme una escena que dejaría a cualquiera paralizado. De la mano de mi luna sale un enorme látigo de fuego el cual tiene al lobo tirado en el suelo mientras que el látigo esta envuelto en el cuello del lobo quemando su piel, el lobo marrón suelta chillido adolorido y hasta aquí llega el olor de carne quema del lobo el cual pertenece a mi manada, vuelvo a mi forma humana y rápido me acerco a mi luna.—Aurora, basta o lo vas matar, —suelto y esta parece volver en si porque el látigo se desvanece mientras que Aurora abre sus ojos horrorizada al ver como el lobo cae
MarcioSalga del pequeño lago y fuera de este ya están dos lobos de mi manada que pertenecen a la guardia real, me entregan una toalla y un nuevo cambio de ropa. Seco mi cuerpo y luego me visto para comenzar a salir del bosque directo a mi auto.Hoy no tengo que ir a la universidad por lo tanto iré a revisar un apartamento que quiero alquilar a unos tres kilómetros de la universidad. Conduzco hasta el complejo de apartamento al cual llego en menos de quince minutos y hago todo el papeleo lo más pronto posible.—Que tenga una feliz estadía en nuestro complejo, —me dice el chico de bienes raíces.—Gracias. —Le digo y este sale del apartamento. Lo bueno de esto es que esta completamente amueblado y me puedo mudar cuando quiera, mi teléfono suena miro en el identificador de llamada que es Marco y lo tomo—Hola Brother ¿Cómo est&aacut
SebastiánAbro mis ojos agotado y con un dolor en mi cuerpo, siento como si un auto me hubiera pasado por arriba y me haya mandado contra un árbol, con mi mirada recorro la habitación y me encuentro solo. Despacio salgo de la cama y con dificultad entro al baño, me miro al espejo y tengo moretones en mis costillas, pecho, cuello y brazos.—No puedo creer que nuestra luna no haya engañado. —Dice entre gemido a doloridos Orus provocando que mi corazón se contraiga y mi vista se nuble por las lágrimas acumuladas.—Juro por la Diosa luna que me las pagarán, —susurro mirando mi reflejo mientras mis ojos se ponen rojos, mis manos la vuelvo un puño y la estrello contra el espejo provocando que este se rompa en varios pedazos que caen al suelo y algunos quedan incrustados en mi mano. Me separo del lavado y entro a la ducha donde saco los c
Sebastián— ¿Le creíste algo? —Pregunta Marco después de que Scarlet sale de la casa. Lo miro con cara de "Crees que soy tonto" este suspira de alivio.—Por su culpa no sé dónde está mi luna, —le digo—Sino la hubiera puesto sobre mi luna, eso no hubiera sucedido. —Añado soltando un suspiro.—No te estreses viejo, te ayudaremos a encontrarla y si tenemos que recorrer medio bosque y buscar en cada rincón del mundo lo haremos, —me dice y yo le doy una sonrisa de boca cerrada.—Gracias.(...)Después de recorrer el bosque en búsqueda de mi luna me acuesto en un pequeño prado cerca de un lago cansado de tanto correr y olfatear por todos lados sin encontrar ningún rastro de ella. Escucho las pisadas de Marco quien se ofreció a buscarla junto a Alexia quien llega a nuestro lad
Sebastián—Lobito despierta. —Escucho en un susurro que alguien me llama a mi lado, pero yo solo gruño para luego escuchar una suave risa—Cariño abre los ojos, —pide y yo le hago caso para ver a mi luna mirarme con una sonrisa.—Mi luna déjame dormir estoy agotado, —le digo acomódame mientras paso mi mano por su cintura y la pego a mi cuerpo sintiendo su pezones desnudo pegado a mi pecho.—Te necesito, —susurra y yo gruño colocándome sobre ella, beso su cuello y ella gime—No, —susurra y yo me detengo con el ceño fruncido—No de esa manera lobito calenturiento. —Me dice.— ¿Entonces cómo? —Pregunto mirando sus ojos.—Encuéntrame Sebastián, —me dice y observo como dos lágrimas de sangre salen de sus ojos y de la nada estamos en un calabozo mient
Contenido sexual gay.MarcioEntramos a mi apartamento y enseguida tomo la cintura de Daniel, lo beso y el me sigue el beso, llevo mis manos hasta su redondo trasero y lo aprieto para luego cargarlo, él envuelve sus piernas en mi cadera para yo empezar a caminar con él hasta mi habitación donde lo coloco en medio de mi cama y luego me coloco en el medio de sus piernas. Beso sus labios mientras levanto su polo, separo mis labios de los suyos y quito el polo dejando a la vista su pálido pecho.Observo sus rozados pezones y no me contengo a ir a ellos. Los muerdo, chupo y lamo mientras que el gime removiéndose debajo de mi, lamo desde su pecho hasta su abdomen y me encargo de bajar un poco su pantalón dejando a la vista sus bóxer. Me separo de él y bajo de la cama, quito mis zapatos y me encargo de quitar los suyos y terminar de quitar su pantalón.Me
MaiquelMientras firmo unos papeles escucho un fuerte aullido y me levanto de mi silla preocupado al saber que Sebastián a lanzado ese aullido, camino hasta la puerta para luego salir y caminar a pasos rápido por el pasillo, bajo las escaleras hasta llegar a la cocina y salir al patio trasero que conecta con el bosque, escucho los paso de alguien y luego el olor de mi luna junto a Marco y su luna Alexia miro la mano de mi luna en la cual tiene una manta para Sebastián.Observo como Orus sale del bosque, mi luna da unos pasos hasta este y coloca la manta en su lomo, Sebastián vuelve a su forma humana y se cubre con la manta, recorro su cuerpo con mi mira para verificar que no tiene ninguna herida.—Sebastián ¿Qué pasa hijo? ¿Por qué el aullido? —Pregunto acercándome a él.—La vi padre, —suelta y yo abro los ojos de par en
SebastiánDespués de haber conseguido todo lo necesario para encontrar a mi luna, Elena, mi padre y yo nos fuimos a la biblioteca, Elena comienza a echar todo lo que buscamos en un bol, lo mezcla y susurra algunas palabras en latín antiguo sobre este.—Dame tu mano, —pide y yo se la entrego, esta toma la daga de plata y la desliza por mi palma abriendo mi piel, jadeo por el dolor que esto provoca al ser la daga de plata.— ¿No pudiste usar otra cosa qué no sea plata? —Pregunta mi padre mientras que ella aprieta la herida para que sangre lo suficiente, toma el bol y derrama mi sangre dentro de este.—La plata es lo único puro que dejaron los Dioses en la tierra, —anuncia y suelta mi mano mientras que yo tomo una toalla que me pasa mi padre la envuelvo en mi mano para detener el sangrado y que esta comience a curar. Mi padre no responde y ella toma el bol, m