Marcio
Despierto porque siento que me falta el aire y decido salir de la cama, quito el brazo de Marco de mi cadera y este se gira hasta quedar desparramado en la cama, ruedo los ojos. Idiota tiene su habitación pero no sale de la mía aunque a veces hago lo mismo, niego y salgo de la habitación para luego caminar por el de solado pasillo hasta llegar a las escaleras de caracol e ir directo al patio trasero donde también tenemos una piscina, me siento en el borde y meto los pies al agua mientras miro las ondas que se crean.
Cuando pasan varios minutos escucho sonidos detrás de mi y rápidamente me levanto para encontrarme con Ángel el cual me mira con el ceño fruncido ruedo los ojos y le doy la espalda.
—No tengo ganas de discutir con nadie, si a eso fue que viniste, —murmuro mirando el agua y escuchando el suspiro que este suelta.
—Tampoco e venido a discutir c
MarcioSalgo de la cama y voy directo al baño donde hago mis necesidades y luego tomo una ducha de agua tibia.— ¿Crees que nuestro mate nos acepte? —Pregunta Zeus mientras seco mi cuerpo, suspiro.—Realmente no se Zeus, su parte humana se rehusa a tener un mate hombre y es mejor que no nos hagamos ilusiones con él. —Respondo dejando la toalla a un lado y colocándome mi bóxer, escucho unos toques en la puerta y voy a esta, la abro y frunzo el ceño al ver a Ángel frente a mi puerta. Observo sus ojos los cuales son de un color miel, su mirada recorre mi cuerpo para luego mirar mis ojos.—Disculpa, venía por Marco y su olor me guio hasta aquí. —Dice tratando de no mirar mi cuerpo.—Pues no soy Marco y no sé dónde está, —suelto borde—Y si me permite, m
ÁgataDespués de la bienvenida preparamos una cena con los invitados y como siempre me siento al lado de mi esposo.—Bueno Marcio solo faltan tú, Nicolás y Ángel por encontrar a sus mates, pero de seguro que en la noche de la fiesta de caza lo encontrarán, —anuncia Maiquel pero como madre observadora que soy observo a Seba y Marco mirar a Marcio el cual aunque pone una sonrisa sus ojos se ven cargado de tristeza.—Así es alfa que la diosa lo escuche, —suelta Nicolás quien es el beta de Ángel con una sonrisa.—También falta Rodrigo el cual estará aquí en la madrugada, —anuncia Seba emanando felicidad porque su mejor amigo viene de nuevo a la manada.—Que así sea, —comenta Maiquel para después dar inicio a la cenar la cual termina en paz pero aún as&iacu
Aurora—Estoy en celo, —murmura con su voz ronca mientras mira mis ojos.— ¿Celo? ¿Qué es eso? —Pregunto confundida nunca había escuchado algo así.—Es... Es cuando un lobo tiene deseo de acoplarse con su pareja, solo ella puede calmar el dolor del celo, —ronronea—Entenderemos sino quieres hacerlo. —Añade agachando la mirada. Tomo su rostro y lo miro a los ojos.—No seas tonto lobito, yo soy tu luna, tu mate y tu celo es algo de nosotros dos ahora. —Digo viendo sus ojos brillar.—Te amo luna, —susurra para luego besar mis labios, sus manos acarician mi cuerpo para luego girar conmigo en la cama quedando yo sobre el quien levanta su torso quedando sentando en la cama y yo ahorcajada.Observo a Sebastian y recuerdo las palabras de Ágata "No te asuste si lo ves metamorfo" pero no me asusta ver a S
SebastiánEscucho la respiración relajada de mi luna y me doy cuenta de que se ha dormido, con cuidado tomo la colcha y cubro nuestros cuerpos desnudos. Sigo acariciando su cabello y espalda esperando que el nudo se quite.—Al fin ya es nuestra, —ronronea Orus feliz en mi mente porque marcamos a nuestra luna.—Así es Orus. —Respondo, luego pasan unos minutos y el nudo se termina. Yo con mucho cuidado salgo del interior de mi luna para luego dejarla en un lado de la cama. Salgo de la cama y voy al baño donde, tomo una toalla húmeda y voy hasta donde mi luna para limpiar la sangre que mancha su cuello y un poco de sangre que mancha su parte íntima.Cuando termino de limpiar a mi luna me coloco un pantalón deportivo corto y salgo de la habitación no sin antes mirar la hora y son las dos de la mañana. Bajo a la cocina d
Aurora—Reclama a tú alfa luna, reclámalo como tuyo, —me dice y yo me quedo en silencio pensando como reclamo aún alfa y sobre todo aún alfa rey, Sebastián ya lleva mi marca, miro su pecho justamente donde esta su corazón donde lleva mi marca la cual tengo en mi muñeca también.Observo sus ojos los cuales me miran con todo el amor del mundo pero a través de ellos puedo sentir ese enorme lazo que nos une por toda la eternidad y se que el puede sentirlo igual miro sus labios los cuales están hinchados y me imagino que lo mío deben de estar de la misma forma, siento su manos acariciando mi espalda dándome calma.Despacio me acerco a los labios de Sebastián y lo beso mientras que el deja que yo lleve el control del beso, muerdo sus labios y el gruñe aprendo mis nalgas y moviendo su cadera provocando que sienta su erección
AuroraDespierto por el calor intenso que siento más las enormes ganas de ir al baño, trato de salir de la cama pero los fuertes brazos de Sebastián me mantienen prisionera, me remuevo tratando de salir pero este solo gruñe y se pega más a mi cuerpo pegando su erección en mis nalgas provocando que me sonroje.—Luna mía no te muevas. —Gruñe aprestando más su agarre.—Sebastián, me orinaré en la cama si no me sueltas ahora mismo, —suelto y el suelta un gruñido para soltarme, rápido salgo de la cama ignorando la pequeña molestia en mi entrepierna, me siente en el inodoro y hago mis necesidades para luego mirarme al espejo—Estoy echa un desastre. —Susurro mirando mi reflejo mis labios están hinchados, tengo algunos chupetones por mis pechos, cadera y sobre todo mi cabello hecho un nido de aves, suspiro y entro
Aurora—Ni de coña te pondrás ese vestido. —Gruñe Sebastián al ver mi vestido, yo solo ruedo los ojos y lo cuelgo en mi closet.—Vamos a ver lobito, —suelto mientras me giro para mirarlo con el ceño fruncido—Si no me pongo ese vestido, te tocará dormir solo por muchos años. —Añado mientras lo señalo con el dedo el me mira indignado para luego soltar un gruñido y maldecir entre dientes.—Bien, —suelta de mala ganas para salir de mi habitación dejándome sola.—Un alfa tenía que ser, —susurro— ¡Ah! —Grito cuando un fuerte dolor penetra mi cabeza, es como si estuvieran taladrando mi cerebro. Todo me da vuelta y el dolor están fuerte que caigo de rodilla mientras sujeto mi cabeza, siento una presencia a mi lado la cual identifico como Sebastián, solo observo
Aurora— ¿Estás segura que quieres ir a la fiesta? —Pregunta Sebastián por quinta vez.—Seba, sal de la habitación, se que quieres que cambie de opinión porque no te gusta mi vestido porque según tu es poca tela, —suelto porque el lobito cree que soy tonta, escucho que gruñe y luego sale de mi habitación. Sonrío para sacar mi vestido del closet ya que a último momento compre otro vestido para darle una sorpresa al lobito, Ágata es un genio y me recomendó hacerlo—Hora de comenzar, —susurro colocando el vestido en la cama y girando al escuchar unos toque en la puerta—Adelante. —Murmuro y por esta entran dos jóvenes.—Saludo luna, somos las que la ayudaremos a prepararse para la fiesta, —anuncia una chica de piel morena muy linda.—Oh… Muchas gracias chicas por ¿