ESTAMOS BIEN BENNETT —Hellen por lo que más quieras por favor cálmate y déjame ayudarte— le pido casi suplicando a la mujer que está hecha un ovillo en una esquina mientras por más que presionó los botones de emergencia nadie viene— por favor escúchame. Pido e intento tener calma pero yo mismo me siento angustiado y no por estar encerrado exactamente, me ha pasado ya esto antes pero jamás con una mujer que parece que estuviera condenada a muerte, mucho menos sabiendo que es la mujer que lleva a mi hijo en su vientre, supongo que Hellen es claustrofóbica, no soy terapeuta pero trato de hacer que se calme aún cuando me grita que no la lastime y tiembla en un rincón. —Yo nunca te lastimaría— me agacho sin estar tan cerca— por favor déjame ayudarte— las palabras me salen sin pensar en nada más que su tranquilidad mientras la escucho sollozar. —No quiero ser débil. —No lo eres, solo estás un poco asustada, por favor ven conmigo— el maldito ascensor se mueve otra vez y la atraigo a mi
ME TENGO QUE IR HELLEN—¿Cómo estás?. —Mucho mejor y por favor no quiero hablar de ese mal momento. Le digo al hombre que conduce mientras intento como siempre evadir todo lo que siento y me refugio en la única persona que no me va a fallar, yo misma, me quedo callada y después de mucho solo puedo escuchar nuestras respiraciones y aunque el camino no es a la casa, no preguntó nada porque solo pienso en el infierno que me está tocando atravesar y ya no se que es peor, yo creí que no tenía importancia nada pero se que no quiero lastimar a esta gente que solo anhela lo que yo nunca he querido y hoy me moría por ver. —Tranquila, él no se va a ir— escuchó a Bennett que se ríe y me mira hasta que me doy cuenta que estoy agarrando la costumbre de tocar mi barriga todo el tiempo— ambos están bien— quitó la mano de inmediato y el niega con la cabeza— ¿Querías verlo no?. —No sé de qué hablas. —Claro que si— detiene el auto en seco— realmente estoy teniendo días muy complicados aún cuando
CAMINOS DIFERENTES BENNETT—Nicolas me contó brevemente que tuvieron un accidente en uno de los ascensores, ¿que le paso?, por favor dime qué el bebé está bien— escucho la voz de mi novia pero soy incapaz de mirarla ni procesar nada— te estoy hablando, ¿Seguirás con esa actitud por una palabra mal dicha?. ¡Te estoy hablando!..Sus gritos me sacan de la cárcel mental en la que me he sumergido porque en mi vida había pasado algo así, no soy un santo simplemente no soy como todos los hombres banales que les interesa tener a una mujer y otra al mismo tiempo, Sandra siempre ha llenado todo de mi pero en este momento lo que me llena son los oídos de gritos absurdos mientras no me puedo enfocar del todo viendo la ventana de la habitación de Hellen.—Estoy muy dolida— veo que se le cae una lágrima y eso me incomoda— pero ella está embarazada de nuestro bebé y tenemos que buscar lo mejor para él— mis ojos ven el celeste bello que tiene y no puedo dejar de pensar. —¿Porque no me respondiste?—
BENNETT —Eso ha sido un avance excelente señores, la economía ha permitido que nuestros beneficios sigan incrementando, agradezco que hayan tomado en cuenta las oportunidades de inversión que sugerí— habló delante de los socios que aprueban todo lo que digo. —No es solo porque seas el heredero de los Hamilton— habla uno de ellos— es porque realmente eres un profesional de verdad y eso nos hace crecer a todos. Agradezco y la reunión ha terminado, por fin me puedo dejar caer en el sillón de mi oficina, grande, elegante y sola, tanto o más que yo, veo el calendario y me doy cuenta que ha pasado exactamente un mes, probablemente el más extraño de mi vida, hace un mes viaje a la India y una semana, muchas llamadas y explicaciones no fueron suficientes para cambiar la realidad en la que ahora vivo, Sandra y su concepto de sanar es simplemente alejarse de mí y exigir que la deje en paz y cuide a nuestro hijo. —¿Cómo lo puedes llamar así si no estás?— miro la fotografía que tengo de nosot
HELLEN—Tu abuela ha estado conmigo en muchas ocasiones, ella no te va a mentir, no estoy haciendo nada que pueda poner en peligro al bebé, no salgo de ese lugar más que para lo básico y eso te incluye a ti— como mi fresa— no había necesidad que pongas a nadie a que me siga. —No es así, no es para que te sigan, es para que te cuiden— habla mientras su padre nos pide calma y se va— quería saber que estabas bien. —Si, claro— hablo entre dientes.—Aunque lo dudes, es la verdad, estaba preocupado.—Pues estoy muy bien. —¿Y porque lloras?— me pregunta acercándose preocupado— Hellen. —No se— realmente se me caen las lágrimas detestando las hormonas del embarazo— déjame— le digo sacando sus manos de mi cara— no me dejas comer— sollozo al ver que se acaban las fresas— ¡Dios qué pasa conmigo!— me desespero y él se ríe abrazándome— Suéltame.—¿Has seguido con las fresas?. —Y el mango— respondo limpiando mis lágrimas— pero no he venido por eso— tengo que dejar de ser ridícula— ¿Para que me
26. COMO UNO SOLOHELLEN —Esto es una locura Una que aún no puedo creer y no entiendo, la verdad es que no me entiendo, me siento en la sala después de haber terminado mis lecciones de etiqueta entre una de las muchas cosas que empecé de mala gana y ahora me gusta, yo la rebelde que solo quería fortuna, creciendo en un barrio cualquiera de esta ciudad, nacida en una hospicio que ni siquiera alcanza a llamarse hospital. Veo a mi alrededor y si bien es cierto no es la mansión de los Hamilton, es un departamento que paso de bonito y elegante a ser hermoso. Doña Elba se fue pero me ha dado no solo lecciones si no felicidades y hasta las gracias porque según ella su nieto es otra persona, un hombre feliz como nunca antes lo había visto, desde hace un mes que nos besamos y hemos compartido siento que el mundo después de todo si tiene algo más que amargura, Dennis ya no forma parte de mi vida y no es que haya hablado con el, es que es obvio, no nos vemos, no lo extraño y no le intereso,
BENNETT —Descansa.Hablo acariciando el cabello largo que tengo extendido a mi lado, hermoso, oscuro, brillante, con un aroma que me hace saber que estoy en un punto de mi vida en el que nunca creí estar y aunque es extraño se siente mejor que bien. Me levanto con mucho cuidado de no despertar a Hellen, poniéndome la ropa interior y el pantalón con la necesidad que me hace reír, ir a la cocina por la tarta que hizo viendo que son casi las 6 de la tarde, llegué a las 10 de la mañana y el tiempo parece poco a lo mucho que disfruto y he disfrutado estar al lado de ella, increíblemente una desconocida que tiene a mi hijo en su vientre, la decisión de la mujer que creí amar toda la vida y ahora es más extraña que la propia Hellen. —Tan dulce como la loca que casi atropello, me robó el dinero, aceptó ser el vientre de alquiler y ahora duerme después de haber hecho el amor— me rio y chupo los dedos con la maravilla de postre qué es esto— eres un enigma en mi vida. Un refugio para mí, col
BENNETT—Estas son las decisiones— el anillo se va y con eso increíblemente mi largo camino con Sandra— hasta aquí hemos llegado.Respiró hondo sintiendo ya no un pesar si no calma, cortó pedazos del postre pero debo ser consciente, es casi de noche y Sandra y yo apenas hemos comido un sándwich, por mi no hay problema pero ella está embarazada y nuestro hijo, decirlo es increíblemente raro pero me pone automáticamente una sonrisa en la cara. —Nuestro hijo debe estar muy bien alimentado. Trato de hacer el menor de los ruidos y busco en el refrigerador encontrando pollo, champiñones y más vegetales que combinan perfectamente con un poco de pasta, me encargo de cocinar con mucho esmero como hace años no lo hacía y el olor me pone famélico, después de varios minutos y dejar la cocina limpia apagó la estufa buscando los platos para servir pero el sollozo de Hellen me hace ir preocupado a la habitación viendo que se tapa el cuerpo apretando las sábanas y con las manos tapando su cara. —¿