Edmundo había llamado a Luca di Santis quien estuvo dispuesto a entregarle el dinero, pero el temporizador de la bóveda del banco estaba programada para abrir el lunes y aún era sábado.

-El plazo vence mañana a las cuatro de la tarde, debemos tener el dinero porque de ello depende la vida de mi nuera.

-Sí, lo sé... tengo una solución, tendremos el dinero Edmundo.

-Recuerda que es la viuda de Vincenzo Giordanelli.

-¿Quééé? No puede ser...Vincenzo era mi amigo; no sabía que su viuda es la mujer de Felipe...

-Es una larga historia, amigo...

-Estoy contactando a unos amigos que me deben favores... ellos pueden tener todo ese efectivo. Te llamo en una hora.

Edmundo regresó al salón donde estaban reunidos esperando noticias, pero hasta ahora no sabían de su paradero; al entrar lo miraron expectantes...

-¿Hay noticias, papá? -inquirió Felipe.

-Luca se comprometió a reunir el dinero, no es fácil porque la bóveda tiene temporizador, pero se encargará de tenerlo para las cuatro.

Los segundos era