Casi a las once de la noche Alejandra se sintió cansada, las sandalias esogidas por Sara eran muy bellas pero incómodas para eventos largos y aunque la noche era joven y todos estaban felices, ella quería retirarse a descansar. Tomó su teléfono y le envió un mensaje instantáneo a Marco: -"Me acompañas a la suite, pls"-"¿Tan rápido? Si eres la dancing queen y aún no has bailado conmigo"-"Otro día, ahora quiero dormir"-"Aburrida"-"Feooooo" -Se miraron y rieron con complicidad.-"Este par está en guerra por vos...je,je,je"-"Deja de bromear y acompáñame"-"Ok" Marco se levantó para acompañarla mientras ella se excusaba y se despedía de cada uno; Felipe, por su parte, retuvo su mano e insistió en que se quedara o que le permitiera acompañarla pero ella se negó mientras él se tambaleaba un poco por el efecto del licor...-No tomes más, Felipe -le dijo cuando la besó.-Hablemos, mi amor...llévame contigo y dejaré de hacerlo.-Hablaremos mañana cuando estés sobrio.Fernando permanecía e
Alejandra se levantó antes de las siete muy cansada porque su sueño no había sido reparador, estuvo muy inquieta y con despertares frecuentes durante la noche. Pensó en los sucesos previos y se sintió abrumada porque Felipe estaba determinado a permanecer en su vida y a dejar la piel en el intento; se abrazó a la almohada y empezó a ilusionarse... cerró los ojos y evocó sus besos, sus caricias, su voz apasionada, cada una de las palabras que reafirmaban su amor y devoción por ella. Recordó la cercanía de su cuerpo seductor, su calor, su aliento, su perfume y lo amó...lo amó como nunca antes...lo amó en toda su plenitud.Y aunque su abandono le dolía, siempre había creído que el amor era un don superior que podía vencer cualquier adversidad, odio o dolor. El amor entre ellos siempre había sido mucho más que la suma de las partes... juntos eran más que un simple dos. -El perdón es una expresión de amor -se dijo y su mirada se entornó.Después de una sesión corta de yoga estaba lista par
Mientras Alejandra había terminado su desayuno Felipe solo había tomado café; como le seguía doliendo la cabeza se levantó por un par de analgésicos y los tomó con el green juice mientras la observaba... seguía en su silla y llevaba más de cinco minutos en completo silencio. Caminó por el lugar y se detuvo en la ventana para descubrir una ciudad gris y lluviosa, distinta a la que había admirado la tarde anterior...la miró de nuevo y se sintió más miserable porque no sabía como tratarla después de mostrarle su interior sin reservas...La admiró y la amó aún más, sintió un deseo inmenso de abrazarla, de protegerla, de cuidarla...Recostó la frente al vidrio de la ventana, cerró los ojos y apretó los puños con impotencia...-¡Qué estúpido he sido! -se dijo.Ella seguía inmersa en sus pensamientos, sentía tranquilidad porque se había expresado desde lo más profundo de su corazón pero no sabía que rumbo tomar...no sabía si podía seguir en esa borrasca de emociones de los últimos tres días, pe
Alejandra salió de la suite de Felipe y se dirigió al vigésimo piso, le dolía dejarlo así pero a su juicio era la mejor decisión...lo amaba pero no quería que esa relación que apenas renacía se arruinara por su culpa y resentimiento. -Ya me tienes, Felipe... ahora conquístate a ti mismo -se dijo- por ahora, tomar distancia es lo mejor.Ella también lo necesitaba y ya empezaba a extrañarlo... su corazón se había vuelto a llenar con su ternura y su cuerpo había despertado ante su pasión. Lo deseaba con el alma pero debía maniobrar los frenos si no quería salir lastimada, pero no contaba con que el destino ya había trazado su plan y estaba en marcha...Toda la mañana estuvo ocupada con asuntos de la compañía; tomó un almuerzo ligero en la oficina porque no quería socializar y el clima tampoco ayudaba a su humor. Se reunió con Marco en la tarde pero evitó cualquier mención sobre Felipe porque no quería afectar más su estado de ánimo.Cuando empezó la tormenta decidió pasar la noche en la
Casi a las tres horas llegó el equipo médico, Felipe abrió la puerta y un hombre de unos treinta años, alto y con uniforme quirúrgico que dejaba ver un cuerpo bien definido, junto a uno más joven saludaron:-Buenas noches, soy el doctor Andrés Atehortúa, ortopedista a cargo y él es Carlos Jiménez mi asistente.-Buenas noches-Recibí una solicitud de atención para la Señora Alejandra Giordanelli.-Adelante -contestó Felipe y lo guió hacia ella.-Buenas noches, doctor -saludó ella- Él la miró y sintió un flechazo..."Qué linda chica "-pensó. Empezó a interrogarla sobre el accidente mientras inspeccionaba su tobillo, hizo algunas maniobras algo dolorosas y se disculpó por ello...se sonrojó cuando ella descubrió que la miraba. Felipe entregó al asistente los documentos y la póliza élite sin perderla de vista mientras el doctor le indicaba que estaría ncapacitada un mínimo de dos semanas, luego le adaptó una férula para mantener el tobillo inmovilizado y le dio instrucciones.-Gracias, doct
Alejandra lo escuchó y guardó silencio mientras terminaba su té porque su intensidad la abrumaba y la provocaba. Lo miró a su lado concentrado en su teléfono y lo detalló... "¡Cielos!" "¿Qué hace este tipo en mi cama?" "¿como voy a resistir la tentación?" Quería amarlo a plenitud pero aún no era el tiempo porque él debía enfrentar primero sus temores y resolver sus conflictos para lograr algún día mirarla sin dolor. Dejó la taza en la mesita al sentir que su cuerpo la traicionaba, su cara estaba caliente, su corazón acelerado y sus botoncitos endurecidos... Respiró profundo y cerró los ojos con la firme intención de reprimir el deseo pero éste superaba su voluntad.Cuando ella dejó la taza Felipe se llevó la mesita y al regresar se acercó para acomodarla porque pensó que se había dormido pero se detuvo al notar su rostro ruborizado, su respiración acelerada y sus brotes que amenazaban con rasgar la seda... miró como mordía su labio inferior mientras un delicado gemido salía de su garga
Casi a las nueve, Alejandra se despertó y sintió hambre... deseaba un baño relajante porque estaba adolorida. Felipe seguía dormido a su lado tan tranquilo como un niño; miró su rostro, su cabello, su pecho desnudo y se preguntó: -¿Cómo pudiste perderte tantas horas de mi vida? ¿dónde estuviste todo este tiempo? -dijo y acarició su cabello. Él besó su mano mientras se despertaba y la miró con tanto amor que el corazón se le encogió.-Buenos días -susurró ella -Buenos días, mi amor -Levántate perezoso, tenemos que alimentarnos -Ya tengo mi comida favorita aquí -y pasó la mano por su cintura- ¡Ñau, ñau! -e hizo el gesto de devorarla y ella soltó una carcajada.-Qué loco eres...-se quedaron en silencio un rato.-Ahora ¿qué vamos a hacer? ¿cómo resolvemos esto? -preguntó ella.-Pues, yo no tengo problemas en gritar mi amor por ti a los cuatro vientos... -Tú sabes que para mí no es tan fácil...hay circunstancias que considerar y personas que podrían salir muy afectadas así que debemos
Felipe la ayudó con la silla mientras Sergio la llevó al ascensor, ya en la salida él se adelantó para ubicar el Tesla y al volver notó que alguien se inclinaba ante ella para darle un beso...-Felipe-Fernando-Otra vez te veo hoy-Así es-Bueno, me retiro -y la acarició con la mirada- Es un placer Alejandra, déjame invitarte a cenar o al menos una copa, me harías muy feliz -dijo con una encantadora sonrisa. -Gracias, Fernando, estaremos en contacto, que tengas bonito día.-Verte ya ha transformado mi día, adiós. -Y se alejó.Sergio dejó libre a Samuel mientras Felipe acomodaba a Alejandra en la silla del copiloto y tomaron la ruta hacia la clínica. -Amor ¿Viste temprano a Fernando? ¿Ese era el idiota al que te referías? -Sí -respondió cortante. Pero Sergio aprovechó y le lanzó un dardo mientras activaba el sistema de audio...-Vaya, un burro hablando de orejas...-Sergio...por favor -replicó ella-Si, sí, yaaa -y prosiguió- Ese wey te está cayendo Leja, se le nota la cara de bobo