—Soy Ian, tu novio— dije tratando de no perder la calma esto me había tomado por sorpresa.
—Vete, yo no tengo novio— me arrojó el libro que por una milésima de segundo logré esquivar.
—Cálmate, te puedo explicar.
—No, vete— en un momento intentó correr hacia las escaleras, pero la logré tomar de un brazo acercándola hacia a mí en un fuerte abrazo, ella se quedó inmóvil por unos segundos.
Me desprendí de ella y sus ojos estaban en los míos rogué
Habíamos pasado una velada romántica, habíamos hablado de todo un poco, Ian me contaba sobre sus incertidumbres del futuro y sobre cómo se veía a mi lado también. Yo seguía viendo por la ventana, a un costado se encontraba la sala con una inmensa tele.—Amor.—¿Sí?—Se que no querías regalo, pero…—¿Pero…?—Quería darte esto— Ian tendió un par de boletos de avión. Yo me quedé mirándolos, y como no dije nada añadió —Es un viaje cariño, para ti y para mí a Ámsterdam, ya me habías comentado que te hacía mucha ilusión viajar ahí, todo está pagado sólo faltaría ver las at...—No debiste hacerlo.—Se que mil veces me dijiste que no te diera nada, pero no podía quedarme as&ia
Leer la carta por el contrario de darme paz, sólo hizo que mi enojo aumentara más, a niveles que desconocía, ¿A qué se refería? ¿Lo hacía por su enfermedad? ¿Qué demonios estaba pensando?Ella es una egoísta ¿cómo pudo hacerme esto? sin más. Me tiré en la cama frustrado, lleno de rabia, miré al techo mientras pensaba en muchas cosas, hacía miles de conclusiones. Por más veces que le daba vueltas al asunto no sabía qué hacer, duré así por horas hasta que se hizo de noche, cuando por fin me levanté abrí las cortinas y dejé entrar la luz de la luna, escuché que tocaban la puerta, mi yo interior deseaba con todas las fuerzas que fuera ella, que todo esto era una mala broma o en su defecto que en realidad no tuvo las agallas para irse.—Hola— saludó una chica morena de mediana
La noche era joven, o así solía llamarla Jason. Después de 20 llamadas y 12 mensajes de él, por fin accedí ir a la cita del bar. Los días habían pasado y siendo sincero el dolor no se iba, solo se pausaba cuando tenía la cabeza ocupada pero cuando terminaba y volvía a mi departamento por las noches el dolor parecía intensificarse. Al principio tenía la esperanza de recibir una llamada o un mensaje de su parte, pero al pasar los primeros días me resigné y entendí que eso no pasaría.Jason pasaría por mí y de ahí nos iríamos Nora, él y yo. Dadas las 10 de la noche ya estábamos los tres bebiendo, comenzamos con unos mojitos y shots. 40 minutos después yo ya me sentía m&aa
Narra IanCaminé en dirección recta, sentía la arena en mis pies, sentía en cada paso cómo la arena me quemaba la planta del pie. Comencé a acercarme a la orilla y poco a poco comenzó a llegar el agua a mis pies, no me detuve y seguí caminando, en cada paso el agua me llegaba más y más arriba. Sentía las olas topar en mis rodillas, mi mente estaba en blanco, sólo miraba hacia lo que parecía ser el final del mar, pero no, eso no era el final, no existía un final. Mi camisa ya estaba mojada, el agua me comenzó a llegar al pecho, no podía detenerme, en realidad no quería, entre más caminaba sentía cómo el agua seguía subiendo, no tardó en llegarme al cuello y luego tapó mi boca. En un mom
—Más vale que si— Dije viéndola directo a los ojos, ella apago la mecha y se sentó a un lado mío, tomó aire y comenzó. —Sabía que esto tarde o temprano se iba a saber— susurro más para ella sola —Yo soy esa chica, les mentí, no tengo 20 años y no me llamo Nora. —Eso me queda más que claro. —Déjame explicarte y tal vez así me entiendas. Hace 3 meses mi padre falleció, me dejó sola, mi madre murió cuando yo tenía 4 años y él nunca comenzó una nueva vida con alguien más, así que lo único que tenía era a mi papá. Después de su muerte yo quedé a cargo de todo lo que era de él, era demasiado cargo para mí. Pero nunca estuve sola, tenía el apoyo de Dave quien era mi novio y él junto a su papá ambos eran socios de mi padre en ciertos negocios. Al inicio toda la relación fue normal y bonita pero después de su muerte Dave comenzó a hacerse posesivo de mí, no tardó mucho en querer tomar posesión de las acciones que mi padre me había dejado con la excusa de que e
Sabía que escuchar una conversación ajena estaba mal, pero sabía que lo que acababa de escuchar me tomó por sorpresa y además me hizo sentir una presión en el pecho. Tal vez lo más difícil de aceptar que Hyemi se fue, es aceptar que está con alguien más. Se que en otro caso me habría puesto como loco queriendo escuchar su voz o le habría quitado el celular a Jason, pero no. Decidí entrar a la ducha sin decir nada, ya le había llorado lo suficiente, y me había lamentado por no haberme podido despedir de ella, ya había asimilado en parte que no volveríamos estar juntos. No dejaría que unos comentarios me dejen en el limbo de nuevo.Unos minutos más tarde entró Jason a la regadera de al lado
Después de unos segundos me desprendí de ella, sentí el sabor amargo que la pastilla disuelta en mi lenga había dejado. Ella tomó un trago a mi bebida y luego me la regresó, yo hice lo mismo y ambos nos quedamos sin decir nada ¿Qué había hecho? Nora era mi amiga y ahora había metido la pata hasta el fondo.—Bueno iré con Jason. —Fue lo único que dijo antes de retirarse, por un momento me sentí agradecido porque no sabía cómo reaccionar, es la única amiga que he tenido en toda mi vida, y ahora había pasado ese límite que tanto me había esmerado en marcar.El alcohol y las drogas reprimían lo que d
Oprimí el botón de enviar y por el contrario de sentir liberación no sentí nada. Me lavé el rostro y me dispuse a que cada vez que mi mente volviera a ella esquivaría cualquier recuerdo. Salí de la habitación y ahí estaba Aylin sentada.—¿Todo bien? —Preguntó Aylin apenas salí del baño.—Sí, todo bien — Dejé mi celular en la mesita a lado de la cama y me acerqué a ella. —¿En qué estábamos?—En que debes cumplir tu castigo —Dijo ella sonriente.
Último capítulo