Mi puño fue a estrellarse contra su mejilla izquierda. Lo golpeé tan fuerte que me dolió la mano. Me quejé y seguí llorando mientras él soportaba el dolor en silencio.
—No puedo creer que solo aparezcas para decirme eso —mi voz enojada sonaba quebrada.
—Melinda, entiende que no podemos seguir mientras no...
— ¡No lo entiendo, —interrumpí— primero hiciste que confiara y luego me dijiste todo eso!
—Melinda, yo… soporta mi ausencia y yo soportaré tu odio —dijo acercándose.
Entre las cosas que andaban mal, yo era la primera en la lista, me estaba ahogando en las lágrimas que mis ojos derramaban, dejé de correr (literalmente) porque me dolía el pecho y las otras cosas que andaban mal, bueno era eso que podía oír:“…se reportaron tres cadáveres en Port Industrial esta mañana, las autoridades están investigando la causa de las muertes de los jóvenes: Jamie White, Matt Parnell y Stephanie Owen. Quienes fueron encontrados en una de las instalaciones del Port Industrial sin vida. No había signos de violencia en ellos, ni perforaciones por armas de fuego o algún objeto que haya podido quitarles la vida a estos estudiantes de Grays Harbor College. Los expertos no han encontrado una huella o alguna evidencia del asesino, todo parece apuntar a que estamos frente a un asesino re
Esto no podía suceder.Detrás de mí, la puerta de uno de los cubículos se había abierto por algún artilugio y había un cuerpo que colgaba como si fuera una muñeca de trapo, estaba toda manchada de sangre del cuello hasta sus manos donde terminaba de correr la sangre.Me cubrí la boca con una mano para no proferir un grito como las dos chicas cuando notaron lo que yo al darme vuelta.El corazón se me detuvo por un instante al ver la sangre en la tapa del escusado y como se expandía sobre el piso como pintura provocando un sonido de plink plink que me erizaba los vellos de mi nuca, y lo peor es que aún estaba viva y no me im
¿Cómo iba a decir que la chica me había dicho: “él viene por ti”? miré al doctor de nombre Rafael primeramente y no sabía porque a él, pero no dijo nada, solo como decirme con la mirada “todo estará bien” quizás fue porque era psicólogo.El recuerdo de la chica colgada me hizo sentir pésimo, ¿Qué estaba sucediendo en Aberdeen? No podía ser un humano el que había cometido ese crimen o ¿sí?, pero no había las suficientes pruebas en los recientes asesinatos, en las muertes de personas inocentes, si el veneno que Akibeel había puesto en mis venas no dejaba huellas…no. Él estaba en el infierno, no podía salir, el poder del libro de ángel Vetril era tan poderoso como el del ángel Raziel, deb&iacu
Pensaba irme a casa y meterme en la tina saliendo, pero al llegar al aparcamiento me encontré con Bella, Ronnie, Craig y Greg a lado de la jeep. Bella me abrazó de nuevo y no protesté, necesitaba ser fuerte, le había prometido a ella no llorar más, por más que por dentro estuviera hecha un mar de desesperados llantos, todo esto que estaba pasando no era culpa mía, yo no había matado a la chica, pero ¿Por qué me sentía culpable entonces? No lo sabía, lo único que quería era irme a casa y meterme a la cama y las únicas palabras que les dije a mis amigos fue:—Gracias.—Lo que ella necesita es un abrazo del oso Craig —dijo jocoso el mismo apartando a Bella de mí y abrazándome fuerte, diciéndome como si fuera
Antes de salir de la enfermería, Rafael, quien había pedido que lo llamara de esa manera. Me había pedido que lo visitase para las terapias la siguiente semana, puesto que era viernes ese día, el día que nadie iba a olvidar por el simple hecho de haber visto arder a las princesas, les habían suspendido por las bromas.Cuando llegué a casa mamá me estaba esperando con la comida servida en la mesa, había preparado cassoulet y con simple hecho de ser el primer platillo que había probado con Daniell el apetito se había ido sin avisar.—Tienes que comer, Bella me dijo que apenas si probaste un bocado del almuerzo. Y te volviste a desmayar —me reprendía ella mientras estábamos en la cocina, sentadas, Josh me estaba mirando con unos ojos acusadores.
Pisé el freno inmediatamente, rogando al cielo que no se tratara de una persona, pero ya había hecho lo que hice. Respirando por la boca como si hubiese corrido sobre una empinada colina, la calle Summit y Chehalis estaba desierta, y a esa hora debería de haber gente, pero hasta en las casas estaban apagadas las luces, de afuera y dentro.Tomé otra gran bocanada de aire antes de salir para ver lo que había golpeado la parte delantera de la jeep, cuando puse una mano sobre la ventanilla para limpiar la humedad. Justo entonces algo se asomó, haciéndome saltar del miedo desde el asiento del conductor hasta del copiloto con el corazón lejos de mi pecho, lejos de donde no pudiera recuperarlo. Seguía siendo miedosa aun con haber conocido los peores miedos de un ser humano, claro, no conocí a los extraterrestres, pero todos
—Tienes razón. — dijo Greg.Le había mencionado a él primeramente sobre lo que me había sucedido la noche anterior, ahora él veía las cosas sobrenaturales como algo familiar, ya que era un hombre lobo hasta la muerte.—Ajá.—Es extraño. ¿Estás segura de que no había nadie cerca? —Preguntó por enésima vez.—Ni a una milla de distancia. —Contesté por enésima vez.—Debe de haber alguna explicación. Algo…—Estoy de acuerdo. Sé que debe de haber algo, pero tú y yo sabemos que los demonios
Al cerrarse la puerta detrás de mí me sentí aliviada, las preguntas que había hecho de mi padre, mi madre y de Josh en particular me hizo pensar en muchas cosas, mi vida no era la misma sin Daniell y sin haberlo conocido ¿Cómo sería mi vida? ¿Seguiría siendo la chica rebelde aunque no lo fuera en realidad? ¿O hubiera acabado en los noticieros como una víctima más de los asesinatos que azotaban Aberdeen?No lo sabía, pero lo que sabría en minutos era lo que significaba todo lo que había pasado en días.La casa de Cedric había cambiado demasiado desde su interior, cada que se le ocurría cambiaba los muebles, las decoraciones sin abandonar la luminosidad, el toque de intelectualidad debido a los pesados tomos que descans