Me quedé muda por un rato, con el teléfono en la mano que decía: tuh, tuh. ¿Un vigilante? ¿Quién era y por qué quería hablarme en un lugar tan desolado a esas horas?
Me aclaré la garganta y puse de nuevo mi teléfono en el bolsillo, y fui a tomar de nuevo mi lugar, con una inquietud y corazonada acompañándome como una babosa. Me senté como si nada estuviera divagando por mis pensamientos siendo totalmente lo contrario, Rafael me había esperado pacientemente, aunque cuando le miré; había algo en su mirada, como si estuviera perdido en un pensamiento en el que solo existiera él, y yo, como de costumbre; comencé a sospechar de que tal vez haya oído la… más que conver
— ¡Hey! Miren que tenemos aquí ¿andas perdida, muñeca? —Me dijeron cuando me detuve, no respondí y decidí dar la vuelta, pero no había otra salida más que esta, había pasado al menos ya la media hora y debía llamar a Greg porque así se lo había prometido y necesitaba de su ayuda. Pero, antes de que comenzara a caminar volvieron a gritar— ¡Hey, nena! ¿A dónde vas? —y podía oír sus pasos venir hacía mi cuando caminé más a prisa, ellos eran rápidos, estaban cada vez más cerca.Y cuando el mismo Dave me puso una mano encima de mi hombro para detenerme, con los dientes apretados para evitar el temblor y miedo que sentía bufé:—Suéltame.
Alaric era mi padrino, y Greg no lo podía creer, así como eso y lo que me había dicho había sido razón para tocar la puerta del tío Cedric.¿Quién era Meredith?Ambos pensamos en que podría ser aquella mujer que veía en mis desmayos; puesto que me había dicho que mi poder era más grande que el de mi madre, pero yo no estaba tan segura de que fuera ella, parecía un ser inmortal que no vivía en este mundo, sino en uno diferente, un mundo en el que parecía ser tan viejo como el infierno.Según yo, una bruja no era de esa belleza inmortal, en lo que referían los libros; ellas eran horribles, ¿Cómo saber en realidad de cómo se veía ella? Si Meredith era como mi m
Se paseó por la sala imaginándose lo peor que estaba en mi mente ahora y retomó: — El niño nacido en junio... ¿Mel...? —Pero yo ya me había levantado para irme a casa, Cedric me había perdido de vista que verme caminar hacía la puerta le sorprendió y se levantó del sofá inmediatamente para detenerme al igual que Greg.—Tengo que hacer algo… no puedo quedarme aquí, debo irme antes de que le hagan daño cuando él esté durmiendo y lleven a mamá —dije con la voz quebrándoseme por los pensamientos y corazonadas. Con solo imaginar lo que le podían hacer a mi hermano todo se esfumaba y solo él importaba.—Linda, no solo Josh es blanco para Meredith, puede ser cualquier otro ni
—Lo siento —dijo Greg cuando yo estaba ensimismada, eso hizo volverme a él sin entender porque se disculpaba sin ninguna razón.— ¿Por qué?—Por lo que pensaba hacer cuando te vi de esa manera. —Confesó viendo directamente a la carretera, muy serio, endureciendo la mandíbula— Cuando vi convertirte en humo me dio… ganas de matarte, era como si alguien me ordenara a hacerlo.—Pero no lo hiciste. No tienes por qué decirlo.—Somos como hermanos, Mel. Y no me hubiera perdonado si yo te hiciera daño por el impulso del animal que llevo dentro. Pero, era como si te conociera de esa manera en la que estabas hoy y tú eras mi peor enemigo. La que estab
Desperté abriendo los ojos cómo un reflejo de sentir la presencia de alguien en mi habitación, me había quedado dormida con una almohada en la cabeza y la ropa puesta.Me levanté de la cama sigilosamente para ir hacía el clóset, que parecía haber sido abierta, no por mí, sino por alguien más que buscaba algo. Mi Bugs estaba tirado en el suelo, Aris se había levantado al oírme, estaba a mí lado y olfateando algo y después hizo ese sonido de odio y rabia, como si viera a un gato entre las cortinas que ondeaban por haber dejado la ventana abierta... pero si recordaba bien, la ventana no había sido abierta por mí.Caminé en cuclillas para atrapar a la cosa que estaba detrás de las cortinas ondeantes, no temía, era como s
— ¡Hey! —Gritó Bella detrás de mí, haciéndome exaltar por haber permanecido de esa manera y haciendo que las cosas que había recogido con la ayuda de Jase se me volviera a caer de nuevo.— ¡Me asustaste! —Reclamé.—Lo siento. Te ayudo. —Dijo ayudándome— ¿Qué pasa? Parece que has visto un fantasma.—No he visto un fantasma, solo me ha asustado una chica por detrás mientras pensaba, eso es todo. —Comenté con sarcasmo— Me has tomado con la guardia baja —añadí mientras ella me entregaba el diccionario y mi bolígrafo.—De eso se trataba. —Se defendió y yo arq
No podía creer que todo eso había sido solo un engaño, mis manos estaban sangrando y mezclado con el icor del demonio que le había clavado la daga en el costado y también estaba en el borde de mi chaqueta. No podía solo ser un juego mental. Me había quedado con la boca abierta y quizás así lo estaría también Muñeca cuando vio el local intacto, todo había sido tan real y ahora parecía que solo había salido gritando como una loca. Comencé a respirar con dificultad ¿Cómo podía ser así un juego mental?— ¿Está segura que eso pasó? —Inquirió el agente Haswell observando la casa rústica, con las maderas obscuras y las rocas oscurecidas por la edad, las ventanas intactas. No pude pegar ojo, por lo que las chicas me dijeron que parecía enferma, no les dije nada debido a que no quería ser enviada al manicomio.La mañana era despejada y los Vigilantes había aparecido frescos y me encontré observando la vida ordinaria; iniciando el día con una caminata matutina, un repartidor de periódicos pasaba a tirar los periódicos como si fuera un deporte y se emocionaba cuando lograba llegar hasta la puerta, algunos se gritaban porque no encontraban el control o la llave del auto, otros se dedicaban a sacar al perro al patio.Jean sin duda me hacía sentir peor de lo que me encontraba con sus preguntas capciosas acerca del mundo extraño y mi familia.—Comprendo —concedió Jean a respuesta que yo habNi Rastros de su Existencia