Cuando estuvo a su lado, Alaia lo abrazó con fuerza, hundiendo el rostro en su pecho, dejando que el calor de Nolan la envolviera por lo que tal vez sería la última vez en mucho tiempo.Nolan se aferró a ella, como si soltarla fuera lo mismo que perderla para siempre. Sentía el temblor en su cuerpo, y aunque él mismo estaba quebrado, no podía evitar la necesidad de ser fuerte por ambos.El pecho de Nolan se contraía con cada respiración, y en su mente, sabía que debía dejarla ir... al menos por un tiempo.—Sé que tienes razón —susurró Nolan contra su cabello—. Pero ¿qué haremos para que no sea insoportable estar lejos? —Hizo una pausa, aferrándola un poco más fuerte—. Pero ni se te ocurra hablar de rechazarme como tu Mate. Eso no está en discusión.Alaia soltó una leve risa entre lágrimas. —Eres tan terco —dijo, acariciando suavemente la nuca de Nolan, sintiendo cómo su cuerpo se relajaba ligeramente bajo su toque—. Lo resolveremos… de alguna manera. —Inventa algo, Alaia —susurró él
Nolan recorrió la casa con pasos lentos, sintiendo el peso de la despedida que se avecinaba. Sabía que no debía alargar su estadía, que ver a los niños solo haría las cosas más difíciles, pero no podía irse sin decirles adiós. A través de la tenue luz de la noche, se encontró con Alaia. Ella lo esperaba en el umbral, mirándolo con una mezcla de nostalgia y una cortesía fría que él entendía perfectamente. Habían acordado ser cordiales, mantener todo lo más civilizado posible para que ese último encuentro no se convirtiera en una agonía para ambos.—Ya están en sus habitaciones —dijo Alaia en voz baja, evitando su mirada, como si el contacto visual pudiera romper lo poco que quedaba de su resolución.Nolan asintió, conteniendo el impulso de decir algo más, algo que suavizara ese ambiente cargado. Subió las escaleras y encontró a los niños en la habitación, esperándolo con una sonrisa nostálgica en sus rostros. Logan y Sally lo recibieron al mismo tiempo, corriendo hacia él con los br
Apenas Alaia cruzó la puerta, la tensión explotó en la habitación como una bomba. Liam, incapaz de contener su furia, comenzó a romper todo a su alrededor. Volcó sillas, rompió una lámpara y lanzó un jarrón contra la pared, sus respiraciones entrecortadas, como si cada objeto roto pudiera aliviar el dolor que sentía. —¡Basta! —gritó Nolan, dando un paso adelante—. Estás actuando como un animal. ¿Crees que esto solucionará algo? Liam, con el rostro enrojecido, lo miró con rabia en los ojos. —¡No te metas! —rugió, su voz llena de frustración—. ¡Tú lo arruinaste todo! Estaba a punto de convencerla de que se quedara, pero tú tuviste que intervenir. Nolan lo miró fijamente, su voz más calmada, pero llena de determinación. —Alaia ya había tomado su decisión, Liam —dijo fríamente—. Nada de lo que dijeras la haría cambiar de opinión. Ni siquiera yo, a quien ella ama. El cuerpo de Liam se tensó ante esa última frase. Un brillo peligroso apareció en sus ojos. —¿Crees que te ama más qu
Los días parecían interminables para Nolan, y cada uno se sentía como una batalla interna entre sus responsabilidades y su añoranza por Alaia. Su ausencia, sumada al arresto de Liam, generaba una tensión palpable en Silver Moon. Los murmullos de descontento, las miradas sospechosas de algunos consejeros y las protestas que se habían desatado en las calles empezaban a crear un ambiente asfixiante. Pero si deseaba ser respetado, Nolan debía mantenerse firme, sin ceder ante la presión.Una tarde, mientras revisaba los informes de la semana en su despacho, recibió una visita inesperada. Silas, uno de los miembros más antiguos del consejo, cruzó la puerta sin anunciarse. Nolan percibió de inmediato el nerviosismo en su mirada, que ocultaba bajo un semblante rígido.—Nolan —comenzó Silas, su voz con un deje de reproche—, creo que es hora de que tomes en cuenta la gravedad de tus decisiones. No estamos hablando de cualquier bribón preso, sino de tu propio hermano, ex Alfa de la manada. Hay
Después de un tenso silencio, uno de los consejeros asintió en señal de respeto, consciente de que Silver Moon merecía una mejor gestión por parte de un alma con corazón y determinación.—Entonces, esperamos que cumplas con lo que prometes, Nolan —dijo, asintiendo con resolución—. Si realmente estás en condiciones de liderar, la manada lo verá y serán cada vez más los que te apoyan.Muchos sabían que, bajo el poder de Liam, sus negocios sucios habían sido encubiertos y favorecidos. Y ahora, con Nolan decidido a erradicar esa corrupción, sus intereses se veían amenazados.Uno de los consejeros, visiblemente molesto, se atrevió a replicar.—Entonces, ¿quieres decir que el liderazgo de Liam fue un error? —su tono era de burla y desconcierto—. Él ha sido Alfa durante años, y sus decisiones siempre se han enfocado en el bienestar de la manada.—No, sus decisiones siempre se enfocaron en su propio bienestar —replicó Nolan sin pestañear, con una seguridad que lo hizo sobresaltar y dar un pas
El juicio de Liam se celebró en el gran salón de la manada, un lugar que en otros tiempos había sido testigo de reuniones, celebraciones y decisiones cruciales. Hoy, sin embargo, el ambiente era tenso, cargado de miradas que oscilaban entre la curiosidad y el juicio. Miembros del consejo y líderes de manadas vecinas observaban con atención, todos conscientes de la magnitud de lo que estaba en juego.Nolan se encontraba al frente, su postura firme y la mirada serena, observando a los presentes con una autoridad que parecía haber nacido con él. El anciano del consejo, quien había respaldado su liderazgo, inició el juicio.—Liam Ryker —pronunció su voz grave, y el eco de su nombre reverberó en el salón—. Hoy te presentamos ante la manada para responder por tus acciones y decisiones pasadas que han afectado la paz y estabilidad de Silver Moon.Liam, de pie en el centro, lucía pálido pero mantenía su altanería. Llevaba una expresión de desprecio mientras observaba a Nolan, sus ojos oscuro
Algunos ancianos eligieron el camino del retiro, entendiendo que su tiempo en el poder había terminado. Otros, sin embargo, decidieron someterse a las pruebas, con la esperanza de redimirse y de servir de manera honorable bajo el liderazgo de Nolan. —Agradezco a quienes se quedan y a quienes han decidido retirarse —dijo Nolan, con voz firme, al finalizar la reunión—. Cada uno ha tomado la decisión que considera mejor, y eso merece respeto. Pero de ahora en adelante, Silver Moon no será un lugar donde la corrupción y la traición tengan cabida.Poco a poco, estos cambios comenzaron a tener efectos visibles en la manada. La seguridad aumentó, y con ello, el comercio y los cultivos empezaron a florecer. Los cambios le devolvieron la esperanza a las familias que habían sufrido bajo la opresión del pasado.Sin embargo, entre los miembros de la manada, comenzaron a surgir rumores. Con el orden restablecido y la paz regresando poco a poco, algunos se preguntaban si Alaia, la mujer que una v
Mientras regresaban juntos hacia el auto, Nolan no podía evitar que su mente divagara un poco más allá, imaginando lo que el futuro les podría traer. Quería preguntarle a Alaia si aún había una oportunidad para ambos, pero sabía que no era el momento adecuado. La paciencia que había cultivado como líder también debía aplicarla en el ámbito personal, aunque le costara. Sin embargo, sus deseos lo traicionaban. Cada célula de su cuerpo anhelaba besarla, abrazarla y hacerle el amor como lo había hecho antes. Esa tensión entre lo que quería y lo que debía hacer era una batalla constante en su interior, una que estaba dispuesto a librar, porque ella estaba de vuelta, y eso ya era un paso adelante.—No puedo creer todo lo que ha mejorado este lugar —comentó Alaia con tono de admiración, mirando los paisajes a medida que se perdían en la carretera.—Hemos hecho grandes cambios en los cultivos y sistema de riego, la economía está mejor que nunca —dijo Nolan con una sonrisa—. Tu apartamento