Ubicación: La isla de «Los superiores»Al volver a su alcoba, Tania ve a Lisandro leyendo un libro. No sabía que usaba lentes para ver de cerca, aun así, su esposo se ve muy sensual.—Supuse que ya te habrías ido a dormir a tu cuarto —le dice Tania, bromeando.—¿Por qué dormiría en otro cuarto? Si mi esposa quiere estar aquí. Además, tenemos invitados, ¿o no? —Lisandro deja lo que está haciendo y se acerca a ella—. ¿Por qué estuviste llorando?—Amanda y yo discutimos —responde Tania, tratando de pensar en una excusa, mientras él le pregunta cuál era la razón—. Es una adolescente, es normal. Igual después me dijo que está feliz de que yo sea su madre.—¿Quién no sería feliz con una madre como tú? —pregunta Lisandro, ¿la está halagando?—Estás extraño —indica Tania, y se acurruca en la cama junto a él.—¿Tienes pensado dormirte? —le pregunta Lisandro, como si eso le molestara.—Claro, ya tuviste tu dosis de agradecimiento hoy. Para que te dé más debes hacer más cosas por mí —responde Ta
Ubicación: La isla de «Los superiores»—¿Trajiste lo que te pedí? —pregunta el señor Kosovo, y Dmitri le muestra una tableta.—¿Qué se supone que es esto?—Sergey tenía un disco donde estaban sus experimentos y uno de los archivos decía "Quimera". Se lo mostré a Arthur y me dijo que eso podría explicar la duda de Ely —les explica, pero los niños despiertan y, al enterarse de que pueden volver a casa, se ponen felices.Mijaíl guarda la tableta y, después de alistarse, después de desayunar, la familia se dirige a su helipuerto, donde un elegante jet los espera para llevarlos a la isla de «Los superiores».Es un día muy especial para la familia Kosovo; Antón y Alexander, sus hijos, acaban de salir del hospital después del mal momento que han pasado. Ely, entusiasmada, mira por la ventana, mientras se acerca a la isla, con sus playas de arena blanca y aguas cristalinas.Al aterrizar, los niños, llenos de energía y emoción, bajan corriendo hacia la playa. Ely no puede contener su alegría a
Ubicación: La isla de «Los superiores»—Me lo dijiste a mí —exclama Ely, y él parece no entender—. Hace cinco años en esa habitación VIP. Tu dijiste esas palabras.—¿Tú trabajabas en ese bar? —reflexiona él—. Ese lugar está cerca del orfanato. ¿Cómo fui tan tonto en no darme cuenta de eso?—Mijaíl. —Ely trata de contener sus lágrimas y calmarse.—Amor, esa fue la mejor noche de mi vida, pese a que esos tipos me drogaron, sentí una conexión con esa chica; perdón, contigo. —Parece nervioso—. No lo puedo creer, en verdad eras tú. ¿Te hice daño? Por favor, perdóname, no me dejes. Sé que no es excusa mi comportamiento, pero Sánchez nos había drogado con un vino.—¡Cállate! —grita Ely, sorprendiéndolo, y lo besa con fuerza, de manera intensa. Ha soñado volver a estar con ese hombre por mucho tiempo, y ahora lo tiene frente a ella. Aunque no recuerda lo que ocurrió después, sus palabras marcaron su alma—. No hables más y solo házmelo.Él hace lo que ella le pide. Mijaíl se vuelve un hombre o
Ubicación: La isla de «Los superiores»—Buenos días —saluda Mijaíl, y Ely lo mira.—¿Qué ocurre? Aún tengo sueño —responde ella, visiblemente cansada. Tal vez anoche fue un poco intenso, pero la verdad es que Mijaíl desea estar toda la vida dentro de ella.—Los niños están en la piscina. Podríamos besarnos un rato —indica Mijaíl con la intención de inmiscuirse entre sus piernas.—Estuvimos haciéndolo hasta el amanecer. ¿No te bastó? —pregunta ella, y Mijaíl no puede evitar besarla.—Contigo, quiero hacerlo hasta el fin de los tiempos —le asegura Mijaíl, y para su sorpresa, Ely abre las piernas para dejarlo acceder a ella.—Entonces empieza —ordena ella, sin defraudarlo.Esta mujer lo conquista con su manera de ser, su esencia lo tiene completamente rendido. Sin embargo, antes de poder empezar, golpean la puerta del dormitorio. Son Alexander y Antón.—Papi, mami, vino Santa —dicen, y Mijaíl sonríe.—Creo que encontraron las cosas que hice traer —responde él apartándose de ella, y Ely l
Ubicación: La isla de «Los superiores»Al volver Tania a la sala, Lisandro y Amadeo están al teléfono, típico en hombres como ellos. Amanda juega con Augusto, pero al ver a Tania, el pequeño corre a sus brazos. Lisandro la mira y sonríe, lo que la hace sentir avergonzada.—Te ves hermosa —le asegura, dándole un beso en los labios, algo que a Augusto no le gusta y empuja a Lisandro, haciéndolo reír—. Tienes un guardaespaldas pequeño.—Cuídate de él, es el mejor que tengo —responde Tania dándole la mano a Augusto, y Lisandro le acaricia el rostro. No se da cuenta hasta que él se aparta de ella, que Amadeo los está mirando.—Mensaje entendido. Lo siento, amiguito —le dice Lisandro a Augusto.—¿Nos vamos? —pregunta Amadeo, y Tania lo mira confundida—. Van a ver a Franco Bianchi, él es mi padrino.Lisandro y Tania voltean a verse. Es bueno, ya que, si Amadeo está de su lado, tal vez Franco Bianchi pueda ayudarlos con el tema de Abel. ¿Lo ha hecho a propósito?—Vamos, cariño —pide Lisandro,
Ubicación: La isla de «Los superiores»Los señores Li, regresan a casa sin Amadeo, ya que este se queda con Augusto en la mansión del señor Bianchi. Lisandro parece algo preocupado en el camino de vuelta.—¿Qué ocurre? —le pregunta, y él dice que prefiere esperar un poco para contarle.—¿Puedo ayudar en algo?—No, cielo. Deja que yo me haga cargo. Te avisaré si necesito de tu encantadora presencia —responde Lisandro tratando de sonar menos preocupado.—¿Qué pasa? ¿No confías en mí? —pregunta ella, algo molesta.—Claro que sí. Pero no es algo que tenga que ver contigo. Debo resolver algunos asuntos para el señor Bianchi y si lo hago, tendremos su apoyo.—Está bien —indica ella, algo preocupada.—De todas maneras, esta noche es la iniciación de Peralta —comenta Lisandro como si eso lo preocupara.—¿Crees que me va a elegir para que pase la noche de su iniciación con él? —le pregunta ella, intentando saber si eso molesta a su esposo.—Tal vez no, pero si no lo hiciera, nos perjudicaría —
Ubicación: La isla de «Los superiores»—Señor Peralta, qué placer que venga a saludarnos —indica la señora Miller, sonriéndole a Tania.—Cómo no hacerlo —responde él con su característica simpatía.—¿Ya ha logrado elegir a la mujer que lo acompañará esta noche? —pregunta la señora Miller, mientras Tania busca a Lisandro entre la gente.—Aún no, son muchas mujeres y quería saludarlas a todas. No quiero ofender a ninguna —dice él coquetamente, conquistando a la señora Miller—. ¿Usted qué me recomendaría hacer?—Querido, eres muy valiente en preguntarme, pero sabes que no puedo decirte a quién elegir —responde ella, mirando a Tania.—Entiendo, lamento haber dicho eso sin pensarlo —responde él, sonriendo nuevamente.—Tania me contó que se conocen —comenta la señora Miller de manera coqueta.—Sí, las vueltas de la vida volvieron a Tania, mi cuñada. Su difunto esposo y la madre de mi hijo son hermanos —responde Amadeo, evitando mirarla.—Supe lo que le pasó a tu esposa, qué cosa más horribl
Ubicación: La isla de «Los superiores»Amadeo la abraza y, aunque ella no lo quiere cerca, no puede evitar que lo haga. Aún duele lo que le pasó en manos de Bernardo. Ha sido una tonta en más de una oportunidad. No solo elige mal a los hombres con los que se rodea, sino que tampoco le importa lo que le ocurra con tal de poder vengarse de quienes lastimaron a su hija. Por lo menos, eso piensa hasta que él abusó de ella.—Es doloroso para mí, saber que nunca fui tu primera opción cuando necesitaste ayuda —exclama Amadeo como si sintiera lo que le ha ocurrido—. Fue mi culpa lo que te hizo ese maldito y no sé cómo disculparme.—Los dos jugamos con fuego al seguir juntos, sabiendo que él nos observaba —indica ella, tratando de apartarse de Amadeo—. Siempre vas a ser mi primer amor, pero esto ya se terminó. Es hora de seguir adelante.—No quiero —reclama él, tomando una de sus manos—. No quiero ceder todavía. Aún eres la única mujer que hace que mi corazón lata con fuerza cuando está cerca.