Ubicación: Argentina - Rusia—Lamento el misterio —le indico a George, y me pongo de pie para darle un abrazo.—¿Lisandro? Maldito bastardo —dice feliz de verme—. Pensé que habías muerto.—Es lo que espero que todos piensen —indico, sabiendo que puedo contar con George para eso.—¿Y qué es tan importante que te muestras ante mí? —pregunta ahora un poco preocupado.—Hay gente que quiere que no produzcas tu antídoto para los afrodisíacos ilegales —le comento, y ahí lo entiende.Le explico cuál es mi plan, y él me da información valiosa. Él también sabe que cuenta conmigo como yo con él. Nunca me habría imaginado que es su empresa fuera la que estaba en la vista de Abel. Al parecer, ese maldito ya ha enviado a un desquiciado para hacerse cargo de extorsionarlos. Incluso, casi ha acabado con la esposa de mi amigo y con él también, lo que me provoca más deseos de enviar a Abel al infierno.Me tranquila saber que George tiene dos hijas. Cuando me muestra fotos en su móvil, puedo notar que s
Ubicación: ArgentinaNino le indica al señor Li que hay personas dentro de la mafia que preguntan por el paradero de Amanda, hija de Tania. D´ Luca, no se ha rendido. Así que Lisandro pide que la busquen y la lleven con Tania a la mansión. A menos que trajeran un tanque de guerra, no podrían entrar en su propiedad por la fuerza, es una fortaleza. Aun así, llama a Tania para que no se asuste cuando vea a su hija adoptiva llegar.—¿Qué quieres? —le pregunta ella, todavía enojada.—Estaba pensando en mandarte un obsequio. Sé que me comporté como un tonto. —Se culpa él, para tratar de ablandarla.—No me extraña, siempre eres un tonto —responde ella, como si deseara provocarlo—. ¿Ya pudiste descargar?—Para serte sincero, no. Creo que mis testículos van a explotar si sigo escuchando tu voz —la provoca sonriendo.—¿Acaso pretendes tener una llamada sexual? ¿No hay mujeres adonde fuiste? —pregunta ella, más relajada.—No la que quiero que me toque —susurra Lisandro jugueteando con ella. ¿Por
Ubicación: Argentina—Supe que tu hijo golpeó a Tania hasta dejarla casi muerta. Creo que, como su padre, usted debe hacerse responsable del niño que crio —dice Lisandro, sonriendo, mientras entra uno de los hombres más despiadados de la organización—. Resulta que mi amigo también tuvo una hija, y un maldito enfermo la asesinó. Después de eso, se unió a la organización para hacerse cargo de personas como tú. Volveré más tarde, cuando los efectos de la droga hayan pasado. Espero que sigas con vida.Lisandro se va, aunque antes de salir escucha cómo uno de los dedos de D´ Luca se rompe. Espera que el señor Hyde no sea tan rudo con él, ya que Tania no le perdonaría matarlo. Aun así, sus planes son llevarlo al límite para que intente actuar. En el fondo, Lisandro está seguro de que Tania no podría vivir en paz con estas personas respirando su mismo aire. Por lo que hará todo lo posible para que cometan un error y así pueda acabar con ellos.Al regresar, D´ Luca está atado a la cama de bra
Ubicación: La isla de «Los superiores»Tania abofetea a Lisandro por mentirle y se pone a llorar. Él la abraza sin pensarlo y le dice que, si tan importante es para ella que sea sincero, lo intentará.—Si dejas de llorar, responderé a tres preguntas con completa sinceridad. Pero debes dejar de hacerlo —pide, como un padre sobornando a un niño pequeño.—Está bien —responde ella, y se seca como puede las lágrimas. Él no puede evitar sonreír; se ve hermosa—. ¿Qué fue lo que hiciste en Argentina?—Es largo de contar. Pero, por un lado, fui a buscar aliados para enfrentar a Abel, ya que nos espera una fuerte batalla después de que lo denunciara con «Los superiores». Por otro lado, hice un contrato con una bella mujer y tenía que ir a revisar que todo estuviera bien para no salir perjudicado legalmente —indica, pero ella quiere más. Él suspira y sigue contándole—. Tenías razón al sospechar de D´ Luca. El maldito fingía y estaba buscando el paradero de Amanda.—¿Qué le hiciste? —pregunta pre
Ubicación: La isla de «Los superiores»—Dime si algo no te gusta o te sientes mal y me detendré —le pide a Tania, mientras entran a su dormitorio. Ella sonríe como si lo que él estuviera haciendo fuera demasiado—. A veces me cuesta controlarme. Solo dime que soy rudo y dejaré de hacerlo. Tal vez deberíamos tener una palabra clave.—¿Te parece si digo basta? —pregunta ella, mientras le quita el saco y desabrocha los botones de su camisa.—Sí, eso funcionará —responde él, más ansioso y preocupado que ella.La besa y, después de ayudarla a desnudarse, se recuestan y él sube sobre esa hermosa y encantadora mujer. Como un recién nacido, va directo a sus pechos. ¿Qué tienen los hombres con sexualizar esa parte del cuerpo? No lo sabe, pero le encantan. Una vez que hace todo lo que puede ahí, asegurándose de que Tania lo disfruta, vuelve a sus labios. No sabe cuánto tiempo pasan besándose, pero su cuerpo está relajado y sus labios muy rojos.Ya le ha enviado un mensaje a Nino diciéndole que s
Ubicación: La isla de «Los superiores»Mientras Lisandro está al teléfono, Tania aprovecha para jugar un poco con él. Parece que su nuevo esposo piensa demasiado en todo. Ella lo ha elegido porque se siente muy cómoda estando a su lado. Es el primer hombre con el que se siente segura después de lo que vivió con el maldito de Bernardo. Aun así, a Lisandro le cuesta tocar algunas partes de su cuerpo.—Solo tráelo —ordena Lisandro y cuelga.—¿Algún problema? —pregunta ella, mientras sigue chocando sus caderas contra su cuerpo.—¿Hablaremos así, ahora? —pregunta él, claramente excitado.—Es para que te desestreses —le dice, y presiona su interior haciendo que él no pueda concentrarse.—No puedo hablar y hacerlo a la vez —reclama él, como si estuviera incómodamente a gusto.¿Es eso posible?—Entonces sigamos, y me cuentas cuando llegues —pide ella y vuelve a presionar su interior para su placer.—No sé si alguna vez tendré suficiente de esto —asegura él, mientras la sujeta de la cintura y
Ubicación: La isla de «Los superiores»—Tania —reclama Amadeo, tomando su mano.—Amadeo, no hagas esto. Mi esposo es de la mafia. No querrás tenerlo de enemigo —le asegura ella, y él la mira sorprendido.No quiere ser dura con él, pero verlo la hace recordar a su hija y todo el dolor que eso le trae. Mucho tiempo buscando a su pequeña para luego enterarse de que había muerto. Años culpándose mutuamente por lo que le pasó, para después saber que los D’ Luca ocasionaron el accidente de tránsito. Y finalmente encontrarla en estado vegetativo siendo casi una adolescente, para volver a perderla solo semanas después. Los D’ Luca no querían que Amadeo y ella estuvieran juntos, y lo lograron porque ya no puede verlo con amor.—¿Pertenece a «Los superiores»? —pregunta él, sorprendido.—Así es, señor Peralta —dice Lisandro mientras baja por las escaleras de la mano de Amanda y con Augusto en brazos—. El pequeño es travieso. Entró a la oficina y estuvo jugando con algunos papeles.Lisandro llega
Ubicación: La isla de «Los superiores»Cuando el cuarto que las mucamas prepararon para los invitados está listo, Tania acompaña a Amadeo que carga a Augusto en sus brazos.—Gracias por todo. Lamento si fui descortés y te falté el respeto. Me sorprendió saber que ya te habías casado y vivías feliz con él —indica Amadeo, y apoya al pequeño en la cama.—Este dormitorio tiene baño, por lo que puedes estar tranquilo. Si necesitas algo puedes pedirles a los guardias que le avisen al mayordomo —comenta Tania, y cuando está por salir, él la detiene.—No puedo volver el tiempo atrás, pero nunca dejaré de amarte —revela Amadeo.Sin embargo, ella nota que vienen sus guardias, por lo que lo aparta.—Respeta mi casa, Amadeo, y respeta a mi esposo. Ya una vez pagué las consecuencias por nuestro descuido —reclama Tania, y se va.Sus palabras duelen, no sabe si es por todo lo que él dijo o porque aún quedan sentimientos en ella. Supuso que los había enterrado cuando Alma murió, pero ahora él está de