Capítulo ochenta y ocho - El final de una de las columnas del mal

Ubicación: Argentina

—Creo que eres sordo, pero según tus informes médicos eres capaz de escuchar —le indica el señor Li, cerrando su móvil y entrando a la habitación de D’ Luca.

El maldito enfermo le sonríe.

—¿Cree que me preocupa morir? Solo lo hice para que volvieras a hablar conmigo —responde el desgraciado, como si se sintiera feliz de lograr que esté allí. ¿Acaso finge no temerle?

—Sabes, D’ Luca, no solo vine a hablar contigo. Debes pagar por lo que hiciste —le asegura Lisandro.

—¿Me romperás de nuevo los huesos? Aún no se han soldado. ¿Me quemarás vivo? Ah, ya sé, me asesinarás, ¿no? —Parece estar perdiendo la cordura—. No me matarás porque ella no quiere lidiar con mi muerte. Aun así, la empujaré a hacerlo hasta que se dé cuenta de que conmigo vivo no tendrá paz. Y aun cuando muera, no dejaré de carcomer su conciencia.

—¿Y quién dice que ella sabrá que moriste? —responde Lisandro sonriendo—. ¿Crees que eres el único que sabe jugar? Esto no lo hago por Tania, sino porque disfr
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo