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Capítulo doscientos tres - Una manzana podrida
Ubicación: ArgentinaVolvemos a la casa de mi tío, y le pido a David que no le diga la verdadera razón por la que tuvimos que pedir un cuarto. Él le informa a mi tío que me descompuse y que por eso lo hizo, ya que había bebido mucho. Como era de esperarse, me invitan a otra maldita fiesta. Esta vez, Amadeo va a ir, así que me preparo para la ocasión. Me impresiona cuánto dinero gasta esta gente en sus estúpidas fiestas.—Tío, ¿quieres un bombón? —le pregunto antes de salir.—No tengo hambre —indica, y le cuento que los hizo mamá mientras como uno.—Aún no sé cómo mamá hace cosas tan deliciosas en su tiempo libre —comento, y él toma dos. Sonrío, se nota que quiere mucho a mi madre.—¿Llevarás algunos en tu cartera? —me pregunta al ver que guardo un par.—Por si la comida de la cena es fea —remarco, y le guiño un ojo. Él sonríe y nos marchamos.—Me preocupa que le caigas demasiado bien a ese hombre. Lo hice investigar y no tiene buena reputación con las mujeres —me explica Amadeo mientr
Capítulo doscientos cuatro - Intento fallido
Ubicación: Argentina—Amanda, ¿cuántas veces debo pedirte que te alejes de estas personas? —pregunta Zack, tomándome de la mano—. Tu tío te está buscando.—No me toques —respondo, soltándome de su agarre.—Mentiste, recuerdas lo que ocurrió el otro día —reclama, sorprendido.—Tal vez quieras salvar a tu prometida de las garras de su padre. Él piensa que soy yo —le indico, y me mira.—¿Sabías sus intenciones y, aun así, les seguiste el juego? —pregunta molesto—. Aléjate de ellos.Algunas personas se acercan en nuestra dirección, así que Zack abre una puerta y terminamos en la habitación donde guardan las sábanas de la casa. El efecto del afrodisíaco parece incrementarse, así que saco otro bombón de mi bolso y me lo meto en la boca. Mi móvil suena; es mi tío, que está afuera esperándome. Al parecer, él también se siente mal. Como lo supuse, ese viejo quería que mi tío quedara imposibilitado de ayudarme y lo drogó también. El problema es que, si vuelvo con él, ambos corremos el riesgo de
Capítulo doscientos cinco - Una Li y un Sergey
Ubicación: Argentina—¿Dejaste a Amanda en la casa de su tío? —le pregunto a Matías, y él asiente—. Bien, te enviaré unos datos para que tu amigo los revise.—¿Cuándo podré ver a mi hijo? —pregunta Matías. Lo he llevado lejos para que mi familia no intente lastimarlo.—Esta noche, después de que me des la información. Luego viajarás con él, recuerda que no puedes volver a este país hasta que todo haya terminado —le advierto.—Por supuesto. Gracias, y de verdad lamento haberle hecho caso a Alex, pero él amenazó con matar a mi familia —dice Matías, aún con algo de culpa.—Tranquilo, yo mismo me encargaré de Alex cuando finjamos tu muerte —le aseguro.Una vez que cuelgo el teléfono, entro al cuarto de Lena como me había pedido Amanda. Ella está siendo abusada por su padre. Amanda ha sido capaz de tramar algo así. ¿Qué clase de mujer es ella después de todo?—¿Qué es esto? —pregunto, fingiendo sorpresa.—Estoy ocupado con algo, vete, Zacarías, o le diré a tu padre —me amenaza la escoria e
Capítulo doscientos seis - La verdad sobre Nino
Ubicación: ArgentinaDespierto y hay médicos a mi alrededor, todos me miran como si fuera un extraterrestre.—¿Cómo es que despertó? —pregunta uno a los demás.—No lo sé, le dimos anestesia —asegura alguien, y empiezo a sentir cómo me quema el brazo.—El jefe dijo que no debíamos dejar que muera —les recuerda otra persona, y me vuelvo a dormir.Me quedo dormida, y al despertar, mi madre está a mi lado. La llamo y al verme, noto que ha estado llorando.—¿Qué pasa, mamá? —pregunto, y Tania me abraza.—Tenía tanto miedo de que esas personas te lastimaran —reclama, y miro a mi alrededor.—¿Dónde está Nikolay? —pregunto, y ella se queda en silencio. Por lo que debo insistir—. Recuerdo la explosión. ¿Dónde está él?—Está en otra habitación —responde mi madre, aunque algo anda mal.—Zack es hijo de Sergey, al igual que Nikolay y Nino —le cuento, y mi madre toma su móvil para llamar a mi padre. Después de decirle que he despertado, le pide que venga a verme—. Mamá, ¿me estás escuchando?—Lo s
Capítulo doscientos siete - En el infierno
Ubicación: RusiaMi padre me mantenía encerrado en una habitación, con cadenas en las muñecas y los tobillos. No confiaba en que pudiera quedarme quieto, así que también había llenado la casa de guardias. Alex entró y, al verme en ese estado, me preguntó por qué había sido tan insensato al acercarme al Señor Li. Permanecí en silencio; aunque le dijera la verdad, no me creería.—Hablo en serio. No es tan terrible lo que nuestro padre te pide. Al menos solo quiere que te cases con una chica atractiva, con un padre millonario —indicó, como si algo lo atormentara.—¿De qué estás hablando? ¿Qué te ha pedido a ti? —le preguntó.—Quiere que me postule para un puesto entre «los elegidos». Si no gano, moriré —respondió con rabia.—¿Cómo puede obligarte a hacer algo así? —exclamé furioso.—Sabe que estás enfermo, y para conseguir lo que quiere, necesita que uno de sus hijos sea elegido. Así, ninguna organización, ni siquiera la de los superiores, podrá meterse con nosotros —explicó, poniéndose
Capítulo doscientos ocho - El plan de Amanda
Ubicación: RusiaMientras nos llamaban uno a uno para las pruebas mentales, me dirigí al gimnasio de la mansión. Allí encontré a Zack, dormido en uno de los cubículos para cambiarse. ¿Por qué se escondía? Se suponía que era un Sergey. Pensé que sería más fuerte.—Dicen que no ha dormido en toda la noche —comentó una chica que pasó cerca de mí, probablemente una empleada del lugar.—Fue entrenado desde niño. En mi opinión, será el ganador —aseguró otra empleada. Al verme, ambas inclinaron la cabeza y se alejaron.Me acerqué al cubículo donde Zack descansaba y lo desperté. En un instante, me apuntó con un cuchillo a la garganta. Al darse cuenta de que era yo, lo bajó de inmediato.—Lo siento, estaba dormido —se disculpó, abrazándome.—¿Qué haces? —le susurré al oído.—Necesito de la energía que me das —respondió, haciéndome sonrojar—. Lamento haberle disparado a esa chica, pero si no lo hacía, el instructor te habría hecho algo mucho peor.—¿No dormiste para protegerme? —pregunté, dándo
Capítulo doscientos nueve - El tiempo que nos queda
Ubicación: Rusia—¿Están listos para la siguiente prueba? —anunció nuestro instructor con una sonrisa siniestra, mientras un grupo de mujeres vestidas como enfermeras entraba en la sala. Sin pedir permiso, nos inyectaron algo en el brazo—. Acaban de recibir una dosis de un veneno que hemos creado. En cinco días los matará, a menos que encuentren la cura. Podría estar en cualquier parte. Se ve así.Nos mostraron unos pequeños frascos de vidrio amarillo y proyectando en la pared un plano del lugar. Nos explicamos que cada día recibiríamos una pista que reduciría el área de búsqueda, pero que, a medida que nuestros órganos comenzaran a fallar, se volvería más difícil localizar la cura.—El sexto día espero ver aquí a dos de ustedes... aunque es posible que nadie lo logre —indicó con una satisfacción maliciosa antes de retirarse junto a las enfermeras.Varios compañeros empezaron a correr por el castillo, desesperados por encontrar la cura, incluso antes de recibir la primera pista. ¿Qué
Capítulo doscientos diez – De vuelta a casa
Ubicación: RusiaLa declaración de Zack me llegó al alma, como una descarga eléctrica atravesando mis huesos. ¿Cómo era posible que sintiera algo tan profundo por mí? ¿Sería nuestro amor lo suficientemente fuerte como para romper cualquier barrera? No tuve tiempo de responder a sus palabras, pues de repente, el sonido de pasos se acercaba. Tomamos nuestras cosas y escapamos.El camino fue largo, pero finalmente llegamos a la puerta principal. Zack y yo nos cuidábamos mutuamente, pero nos esperaba una sorpresa. Frente a nosotros, había más de cincuenta personas armadas.—Parece que tenemos a dos desertores —reclamó el instructor, sosteniendo al gatito entre sus brazos.—No somos desertores, hemos ganado —respondí, mostrándole la cura que Zack había logrado recuperar sin que él se diera cuenta.—Aun así, solo uno de ustedes puede ser el elegido. Decídanlo entre ustedes o lo haremos nosotros —amenazó el instructor, pero antes de que pudiera decir algo más, Zack le apuntó con su arma.—Ya
Último capítulo
- Capítulo doscientos veintitrés - Al fin
- Capítulo doscientos veintidós - Años sin Zack
- Capítulo doscientos veintiunos - El tiempo de Zack
- Capítulo doscientos veinte - El plan de Amanda
- Capítulo doscientos diecinueve - La familia Sergey
- Capítulo doscientos dieciocho - El lider de Los Superiores
- Capítulo doscientos diecisiete - Los Elegidos
- Capítulo doscientos dieciséis - Sacrificio
- Capítulo doscientos quince - Problemas familiares