Su madre ha convertido la oficina de su padre en un estudio de arte. Ella siempre ha deseado ser pintora y vender lo que hace, pero no ha tenido éxito. Después de ver un par de cuadros que su madre ha hecho en el pasado cuando él era pequeño, recuerda que su padre tenía una caja fuerte en su oficina. Por lo que corre algunos de los cuadros de su madre y encuentra la caja. Saca la llave de su bolsillo y se fija si entra. Se alegra al darse cuenta de que sí lo hace.Cuando la puerta se abre, encuentra documentos y papeles dentro. Los saca, y los empieza a leer. Al parecer su padre había tratado de estafar a su abuelo, o eso parece. Ha retirado una suma de dinero antes de que su abuelo lo quitara de la presidencia del bufete que ahora tiene a cargo Lisandro.—¿Por qué hiciste esto, papá? —se pregunta Leonel en voz alta.Tal vez por eso su abuelo lo ha contactado recién cuando él se recibió de abogado. Y no hablaba de su padre.Los documentos tienen la firma de su padre y la de otro hombr
Ismael comienza a levantar la copia de los documentos cuando Leonel se levanta de la silla.—No te vayas sin mí —ordena Leonel y se va de la oficina, Ismael ha conseguido lo que quería.Su madre está en su cuarto doblando ropa. Él entra y la abraza.—No quiero que pienses que voy a dejar de quererte por eso. Me criaste prácticamente sola. Si papá nos quería o no, no va a cambiar cuánto yo te quiero a ti.—Leo —susurra su madre y se pone a llorar. Después de unos minutos, ella sonríe—. ¿Vas a ir a pedirle disculpas a tu novia?—Sí. Y te prometo que la próxima vez que venga la traeré para que la conozcas —le asegura Leonel a su madre, mientras acaricia cabello—. Te quiero, mamá.—Te amo, hijo —indica la mujer y la suelta.Después de eso, y de estar seguro de que su madre estará bien. Él e Ismael vuelven a la ciudad. Una vez que ha dejado a Leonel en el hospital, Ismael se va a entregar la documentación a la fiscalía.Leonel entra y pregunta en recepción dónde es el sector de ecografías.
—¿Estás bien? —pregunta Leonel a Camila, mientras ella se recuesta en la camilla en el consultorio médico.—Tengo miedo —responde ella, mientras esperan al ecógrafo.—¿Tienes miedo por la salud del bebé? —le pregunta Leonel.—No. Siento que él está bien. Es solo que si tú no eres… —susurra ella y se detiene.—Aun así, estaré aquí contigo y con él —le asegura Leonel, y acaricia el abdomen de Camila—. Te amo, y es una extensión de ti, así que también lo querré.Después de decir eso, le da más tranquilidad a Camila. Ella tiene mucho miedo, pero con Leonel a su lado siente que puede con todo lo que se avecina.—Bueno, yo los atenderé hoy. Veamos qué hay por aquí —dice el profesional—. Mamá, levántate la blusa. Se sentirá frío, pero es normal.Después de explicarlo, acerca el gel al abdomen de Camila. Una vez que en la pantalla pueden ver a esa pequeña criatura, ella siente felicidad por primera vez desde que supo que estaba embarazada. Le hacen escuchar el latido, va muy rápido. Leonel ap
Más tarde, ese mismo día, mientras ambos descansan abrazados en la cama de Leonel, él le pregunta qué se supone que ha ocurrido en las últimas horas, ya que Camila no había actuado así con él antes.—No lo sé. Pero siento que quiero seguir —comenta ella avergonzada.—¿Estás segura? Hace unos días estabas muy cansada como para tener contacto físico —le recuerda él, con una gran sonrisa y bastante confundido.Le encanta pensar en que ella desee hacerlo de nuevo. Aun así, no cree que sea posible. No, hasta que ella, así desnuda, se sube sobre él. Como si no la avergonzara exponerse ante Leonel.—Sí —dice ella y se ayuda con la mano para hacer que él regrese a su interior.Que Leonel no pueda llegar es algo que la preocupa. Aunque en ese momento saber que lo tiene disponible a toda hora la hace feliz. Camila desea darle placer, de manera lujuriosa y constante. Quiere retribuir de alguna manera, el hecho de que él confíe en ella y la acepte pese a las pocas posibilidades que existen de que
Aunque Lisandro tiene ganas de conversar con Camila; preguntarle cómo se encuentra el bebé, no lo hace. Hay que posponer lo personal si quiere salvar la vida de los demás. Ya que, su tío lo llamó para advertirle que la situación podía ponerse peor.—Leo, fue a buscar a los padres de Ismael a nuestro pueblo —indica Camila, tratando de estar tranquila—. ¿Viniste solo por eso o necesitas algo más?Ella no sabe que pensar, Lisandro está de frente, parado como si no le importara nada de lo que ocurre a su alrededor. Tan frio y apático como siempre, pero a la vez, deja ver una pequeña grieta. Algo le molesta o le preocupa.—No. Esto se está poniendo muy peligroso. Intentaron matar a Nicolás —revela el doctor Cuartuco al fin.—¿De qué estás hablando? —pregunta Camila asustada, no comprende cómo es que llegaron a ese punto.—Creo que es peligroso que te quedes aquí. Necesito hablar con Leonel para pedirle que traslademos a Nicolás y a Ismael al hospital… —Se detiene, no sabe si Camila ya está
Una vez que comienza a trabajar, Yohana puede apreciar por qué Lisandro y Leonel hablan tan bien de ella. Más allá de ser una chica muy bella, tiene un talento nato para la abogacía, una memoria excepcional, mucho conocimiento de leyes y una tenacidad que hasta ese momento solo ha visto una vez.—Si buscamos en las cámaras de seguridad, tal vez encontremos algo —comenta Camila tras ver el informe del accidente de Ismael.—Aquí está mi sobrino para eso —indica la mujer señalando al niño que está con ellos—. Que su apariencia no te engañe. Es todo un genio.—Aquí está lo que quieres ver, pero no nos sirve —explica el joven al mostrarle su computadora a Camila.Al parecer esta gente sabe dónde ponerse para no ser vistos. Esto le da una idea a Camila. Ellos saben dónde están las cámaras. Por lo cual, seguramente tienen a alguien trabajando en el municipio. Ella le pide al muchacho que busque coincidencias entre los días de los accidentes y referencias entre el personal.—Encontré dos —ase
A la mañana, cuando Camila se despierta, Leonel aún sigue dormido. Ella le da un beso en los labios y tras una sonrisa se levanta. Pasa por el dormitorio de Lisandro y la escena es graciosa. Clara y Guadalupe duermen como si fueran dos niñas pequeñas. Están todas desparramadas en la cama y Guadalupe abraza una almohada, mientras que Clara tiene el cuerpo atravesado con una de sus piernas sobre la espalda de su amiga.—Parecen niñas pequeñas, ¿cierto? —pregunta Lisandro sorprendiendo a Camila—. Lo siento, te asusté.—No, estoy bien —miente Camila, mientras que él cierra la puerta de su dormitorio.—¿Quieres tomar un té? Te ofrecería café, pero creo que no es bueno para las embarazadas —le comenta Lisandro serio, mientras camina a la cocina.Camila tiene que hablar con él, aunque no quiera. Debe decirle el estado del bebé y conversar sobre el futuro de ese pequeño. Aun así, le cuesta hacerlo con Lisandro. Pensar en que ella lleva en su vientre al posible hermano o hermana de Clara la po
Por la noche, Guadalupe llama a Camila y le cuenta que han logrado estabilizar a Ismael. No cabe duda que sus padres saben de lo que es capaz, lo que hace que Camila se pregunte si es posible que ella sea así con su futuro hijo.Pasan una semana entera investigando y arrestando personas. La fiscalía está saturada, por lo que tienen que intervenir dos fiscalías más. En total logran arrestar a más de doscientas personas, pero aún les faltan los responsables de los homicidios y del accidente de Ismael y Nicolás.Tras la mejoría de Ismael, Leonel y Camila lo van a visitar. Sigue aislado, pero Guadalupe está con él. Ella lleva un traje especial para no contagiarlo de ninguna enfermedad. Casi se ha vuelto su enfermera, ya que es la que le da la medicación y le hace masajes para que se recupere. El personal prefiere enseñarle a ella lo que hay que hacer para que Ismael no tenga contacto con tantas personas.—¿Así que ya no eres actriz? Ahora eres empleada sanitaria —bromea Leonel para molest