AZURA
El aire se me va, algo colapsa en mi interior cuando parpadeo varias veces para comprobar que no es una alucinación, es real, Rayan está frente a mí, sosteniéndome la mirada para luego recorrer mi cuerpo con ojos endemoniados, mi instinto es huir, por lo que mi primer impulso es tratar de alejarme de él. No le digo nada, no hay nada de qué hablar, así que en segundos doy la media vuelta dispuesta a ir hacia donde se encuentran mi primo Dylan y Marisol.
Pero rodea mi cintura atrayéndome hacía él, recordándome el calor de su cuerpo, mi espalda choca contra su pecho y ejerce fuerza para que no pueda escapar de la prisión en la que se convierten sus brazos.
—No hagas tonter&iacu
RAYANMEDIA HORA ANTES…Observo cómo Azura se marcha del club en compañía de su primo Dylan y de Marisol. Esta última me lanza una mirada cargada de rencor, sé que la quiere, pero no puede tapar un hoyo para destapar otro, Diamond no es juego, Alacrán no lo era y su hermano es un hijo de puta con toda la extensión de la palabra, un claro ejemplo es lo que nos hizo y el cómo nos mandó a avisar, sabe que Azura es importante para mí, pese a haberle dado la patada en el culo para mantenerla a salvo de toda esta mierda.—No puedes cambiar de la noche a la mañana lo que le hiciste —dice Anastasia y la ignoro.No me fio de nadie en estos momentos, por lo que salgo teniendo en mente la dirección de donde
COLECCIONISTA DE MUÑECASNo dejo de tocar ese pedazo de plástico que quisiera que fuera un arma de verdad, la cual usaría sin dudar para eliminarlo a él. La piedra en el zapato, y luego a ella, la que no puedo ver ni en pintura por lastimar lo que más quiero en el mundo. Hay veces en la vida en la que se tienen que tomar decisiones que no nos gustan con tal de darle fin a lo que nos causa molestia.Y eso es lo que hago yo. Quiero decir, amo con cada una de mis venas, al ser que para mí es el más importante del planeta. Por ese ser doy todo, me pertenece, solo yo soy quien puede poseer su cuerpo.Pensar en ello me excita demasiado y suelto un gemido que se transforma en unas ganas voraces por matar a todo aquel que voltee
AZURACuando despierto, lo primero que veo es a Yelena durmiendo a mi lado, su respiración es tranquila, lloró mucho con Sam, detallo su rostro y un nuevo aguijonazo me punza en el estómago.«La vio, estoy segura de que la vio, Rayan no es idiota, y Yelena…»—Deja de darle tantas vueltas al asunto.La voz de Dylan me despierta por completo, me incorporo de la cama mientras trae dos tazas de café, me da una y le sonrío, o al menos eso es lo que intento. Le doy un sorbete y la incomodidad es notable al sentir su mirada sobre mí.—No le doy vueltas a nada —miento.
RAYANNo dejo de pensar una y otra vez en lo que acaba de ocurrir, remojo mi rostro por tercera vez con agua fría, estoy dentro del baño de Azura, se supone que solo tenía que asegurarme que ella estuviera a salvo, aún no entiende la magnitud del problema que me resulta ese hijo de puta, creí que las cosas serían fáciles, pero no lo fueron.En cuanto la vi supe que algo iba a cambiar, de hecho creí que la encontraría soltera, viviendo un sueño, pero no, me entero que tuvo una hija conmigo y que en estos dos jodidos años le ha hecho creer a Sam Hamilton que es el padre de Yelena, cuando lo soy yo.«Tengo una hija, una con la mujer que nunca he dejado de amar»
AZURALa tensión es demasiada, Sam no deja de mirarme mientras procesa todo lo que le he dicho. Dylan está preparando la maleta de Yelena, Dayana se ha marchado y Rayan se ha ido asegurándome que vendrá por nosotras en una hora. Lo que a caba de pasar no me tiene en la mejor disposición para enfrentarme a una coletilla con nadie, mucho menos con Sam.—No —espeta con firmeza.Frunzo el ceño dejando con lentitud la taza de café que estaba tomando para calmar mis nervios.—No te lo estaba preguntando —intento sonar suave y no brusca, pero no lo logro—. Es una decisión que he tomado, en estos casos es lo mejor, Diamond…—¿Lo mejor para quién? —se pone de pie—. ¿Para ti? ¿Para
COLECCIONISTA DE MUÑECASLa noche resulta ser el manto que me adormece cuando uno de mis planes ha salido a la perfección. Siempre he eliminado todo lo que me ha estorbado, y esa maldita piedra en mi camino tiene que desaparecer por siempre de mi vista. Respiro hondo, profundo, el olor a invierno me hace estremecer.Mi móvil suena, no respondo, esta noche es la indicada, esta noche es la que me hará completamente protagonista de esta historia que no tardará en convertirse en terror puro para mis víctimas. Saco un encendedor con tranquilidad y me pongo a fumar, esperando la llegada de la persona que cité con ansiedad.Las horas pasan, los minutos también, hasta que el sonido de las llantas de un carro me llama la a
RAYANLos nervios de Azura no me ayudan a pensar bien, una parte de mí se siente feliz de saber que la mujer que amo y mi hija vivirán conmigo, lo que me da dos ventajas; una para recuperar a la madre de mi hijo, y dos, para recuperar el tiempo perdido con mi bebé. Sam me aniquiló con la mirada cuando ella comenzó a subir con ayuda de Dylan, sus maletas, y mientras mi mente no deja de pensar una y otra vez en lo de la muñeca, Sam Hamilton se acerca a mí manteniendo las manos vueltas puños.—¿Se te perdió algo? —inquiero de malas.Su presencia me estresa.—Solo quiero dejarte claras algunas cosas —comienza pero no aparto mis ojos de Azura, subiendo las maletas a la camioneta que traje—. Yelena podrá ser tu hija biológica,
AZURANo dejo de darle vueltas al asunto, luego de haber escuchado a escondidas que Rayan piensa pelear frente a miles de personas, contra Diamond, hace que sienta que de nuevo estoy viviendo en una pesadilla que tal parece nunca va a acabar. Siento que me he traicionado, y es que por segunda vez en un día, he dejado que me folle, le abrí las piernas al chico que me trató como mierda hace dos años.Los balbuceos de Yelena hacen que regrese y la cargue, se parece tanto a Rayan que es imposible seguir ocultando de quién viene.—Tienes hambre eh —la cargo y ella sigue con lo suyo.Todavía no habla bien, pero si ha aprendido muchas palabras, una de ellas y la má