RAYAN
Los nervios de Azura no me ayudan a pensar bien, una parte de mí se siente feliz de saber que la mujer que amo y mi hija vivirán conmigo, lo que me da dos ventajas; una para recuperar a la madre de mi hijo, y dos, para recuperar el tiempo perdido con mi bebé. Sam me aniquiló con la mirada cuando ella comenzó a subir con ayuda de Dylan, sus maletas, y mientras mi mente no deja de pensar una y otra vez en lo de la muñeca, Sam Hamilton se acerca a mí manteniendo las manos vueltas puños.
—¿Se te perdió algo? —inquiero de malas.
Su presencia me estresa.
—Solo quiero dejarte claras algunas cosas —comienza pero no aparto mis ojos de Azura, subiendo las maletas a la camioneta que traje—. Yelena podrá ser tu hija biológica,
AZURANo dejo de darle vueltas al asunto, luego de haber escuchado a escondidas que Rayan piensa pelear frente a miles de personas, contra Diamond, hace que sienta que de nuevo estoy viviendo en una pesadilla que tal parece nunca va a acabar. Siento que me he traicionado, y es que por segunda vez en un día, he dejado que me folle, le abrí las piernas al chico que me trató como mierda hace dos años.Los balbuceos de Yelena hacen que regrese y la cargue, se parece tanto a Rayan que es imposible seguir ocultando de quién viene.—Tienes hambre eh —la cargo y ella sigue con lo suyo.Todavía no habla bien, pero si ha aprendido muchas palabras, una de ellas y la má
RAYANMuevo mi cuello con estrés, siento que con cada paso que doy mi cuenta queda saldada, solo necesito matar a ese hijo de puta para que Azura y mi hija estén en paz, primero me corto la garganta si les tocan un solo cabello. Son mi motor, mi gasolina y no pienso perder. Los gemelos cuidarán de ella, Anastasia se encuentra investigando a los manager de Diamond, y Cristal… bueno ella es ella todo el tiempo; lo que equivale a una puta.Los vítores no tardan en llegar a mis oídos, la gente brama mi nombre y solo una cuarta parte del público, llama a Diamond, me acerco al cuadrilátero de arena, camino con seguridad por el corredor y las mujeres como ya es costumbre, me lanzan sus bragas, no atrapo ninguna, ignoro a todas, las únicas bragas que voy a arrancar son las de Azura.
COLECCIONISTA DE MUÑECASRespiro profundo, es inevitable no saborear a mi pequeña muñeca, la polla se me endurece al admirar su belleza, los recuerdos me golpean duro y le termino de quitar el sostén, salivando por sus pezones rosados, las argollas que rodean sus tobillos y muñecas, hacen ligeros cardenales en la piel, la tiene delicada y su sexo rosado se asoma.—Hermosa, exquisita, solo para mí.Susurro y se mueve inquieta, no tarda en despertar, con mi mano recorro su piel, suave y blanca como la porcelana. La mantengo desnuda, lista para mi, saco mi verga endurecida y comienzo a masturbarme, la deseo, la deseo tanto como la quiero ver sufrir, por ser tan perra. En el pasado hubiera olvidado todo, pero ahora no, no desde que Rayan apareció.
RAYANLa cabeza me estalla, el pecho se me contrae con todos los pensamientos negativos que aparecen frente a mi, pienso e imagino todo tipo de escenarios y en ninguno Azura sale victoriosa.«Tengo que encontrarla»Hace unos minutos llamé a Dylan y a Marisol, Yelena está a salvo, de cualquier manera mandé a Anastasia a hacerles compañía, no es que sea la mejor amiga o que vaya a detener cualquier clase de peligro, pero si me mantendrá al tanto de la situación sin mentiras. Por lo que todo esta bien. Los gemelos me siguen al estacionamiento mientras confirman con sus contactos cercanos a la policía y a su gente, que en efecto, el cuerpo destazado pertenece a Graciela.Una punzada de dolor cruje en mi pecho, tengo un mal pr
AZURALa cabeza me da vueltas, las manos me arden y las heridas que me he causado al intentar escapar y soltarme, hacen que la piel me arda. El agotamiento físico es demasiado, ni siquiera cuando Graciela me secuestró hace dos años, me sentí tan vulnerable, puede que se deba a que aún estoy sorprendida de saber que una persona a la que le tenía confianza y que jamás pensé me trataría de este modo, o que los golpes me tengan tan aturdida.Estar desnuda no me ayuda en nada, el rostro lo tengo cubierto de la sangre que me ha salido de la nariz y de la boca, el cabello enmarañado se me pega en la frente, mi corazón galopa con fuerza y solo pienso en una cosa; en salir con vida de este infierno. Las declaraciones de Sam sobre Yelena, hacen que la piel se me erice, ya que hubo momentos en los que la dejé a su cargo.
RAYANPASADOLa lluvia no ha cesado, recuerdo que esta época del año en la que el frío del invierno comienza a hacerse notar, no me gustaba, pero lo soportaba por ella, por mi pequeña vecina y amiga Azura, éramos totalmente diferentes, mientras yo prefería los días soleados y la primavera, ella odiaba el sol y amaba el otoño y el invierno.Polos opuestos, se jactaba en decirme mi primo Eithan. Veo a través de la ventana el agua caer, me sentía como todo un hombre, hace una semana acababa de cumplir cinco años y ya me creía el rey del universo, una cosa mejor que los superhéroes y esas mierdas que Marvel vende a los niños ingenuos, yo no era un niño ingenuo.Papá y mamá se encontraban de viaje com
AZURALa cabeza no deja de darme vueltas, quisiera decir o asegurarme a mí misma que estoy viviendo una pesadilla, pero no es así, Rayan realmente está…—Azura.La voz de Marisol me hace levantar el mentón y limpiarme las lágrimas con el dorso de la mano, trae en brazos a Yelena, a quien es la primera que recibo, mi bebé está dormitando y no me presta mucha atención, la pego a mi pecho y la lleno de besos, sabiendo que es una parte de él. Dylan y Dayana permanecen pacientes a que quiera decir algo, pero ya no sé qué más quieren que les diga.Les comuniqué todo por teléfono. La policía llegó al lugar y la ambulancia no tardó en recoger los cuerpos de Rayan y de Sam, ambos están en urgencias y los doctores no me han dicho n
RAYANEl cuerpo lo siento pesado, la oscuridad de pronto ya no me parece letal, poco a poco abro los ojos y lo primero que veo es una enorme habitación blanca, el olor a hospital lo odio. Y quiero gritarle a la persona que me ha traído para decirle que me saquen de esta mierda, intento moverme pero no puedo, estoy conectado a un montón de mangueras delgadas y frunzo el ceño hasta que…«Su olor»El dulce olor a fresas no tarda en inundar mis fosas nasales y giro a mi derecha logrando que mi maldito corazón brinque de emoción al ver a mi chica, a Azura, acostada sobre el sillón de espera, hecha un ovillo como cuando era niña y la encontraba debajo de su cama oculta de las tormentas.<