AZURA
Cuando despierto, lo primero que veo es a Yelena durmiendo a mi lado, su respiración es tranquila, lloró mucho con Sam, detallo su rostro y un nuevo aguijonazo me punza en el estómago.
«La vio, estoy segura de que la vio, Rayan no es idiota, y Yelena…»
—Deja de darle tantas vueltas al asunto.
La voz de Dylan me despierta por completo, me incorporo de la cama mientras trae dos tazas de café, me da una y le sonrío, o al menos eso es lo que intento. Le doy un sorbete y la incomodidad es notable al sentir su mirada sobre mí.
—No le doy vueltas a nada —miento.
RAYANNo dejo de pensar una y otra vez en lo que acaba de ocurrir, remojo mi rostro por tercera vez con agua fría, estoy dentro del baño de Azura, se supone que solo tenía que asegurarme que ella estuviera a salvo, aún no entiende la magnitud del problema que me resulta ese hijo de puta, creí que las cosas serían fáciles, pero no lo fueron.En cuanto la vi supe que algo iba a cambiar, de hecho creí que la encontraría soltera, viviendo un sueño, pero no, me entero que tuvo una hija conmigo y que en estos dos jodidos años le ha hecho creer a Sam Hamilton que es el padre de Yelena, cuando lo soy yo.«Tengo una hija, una con la mujer que nunca he dejado de amar»
AZURALa tensión es demasiada, Sam no deja de mirarme mientras procesa todo lo que le he dicho. Dylan está preparando la maleta de Yelena, Dayana se ha marchado y Rayan se ha ido asegurándome que vendrá por nosotras en una hora. Lo que a caba de pasar no me tiene en la mejor disposición para enfrentarme a una coletilla con nadie, mucho menos con Sam.—No —espeta con firmeza.Frunzo el ceño dejando con lentitud la taza de café que estaba tomando para calmar mis nervios.—No te lo estaba preguntando —intento sonar suave y no brusca, pero no lo logro—. Es una decisión que he tomado, en estos casos es lo mejor, Diamond…—¿Lo mejor para quién? —se pone de pie—. ¿Para ti? ¿Para
COLECCIONISTA DE MUÑECASLa noche resulta ser el manto que me adormece cuando uno de mis planes ha salido a la perfección. Siempre he eliminado todo lo que me ha estorbado, y esa maldita piedra en mi camino tiene que desaparecer por siempre de mi vista. Respiro hondo, profundo, el olor a invierno me hace estremecer.Mi móvil suena, no respondo, esta noche es la indicada, esta noche es la que me hará completamente protagonista de esta historia que no tardará en convertirse en terror puro para mis víctimas. Saco un encendedor con tranquilidad y me pongo a fumar, esperando la llegada de la persona que cité con ansiedad.Las horas pasan, los minutos también, hasta que el sonido de las llantas de un carro me llama la a
RAYANLos nervios de Azura no me ayudan a pensar bien, una parte de mí se siente feliz de saber que la mujer que amo y mi hija vivirán conmigo, lo que me da dos ventajas; una para recuperar a la madre de mi hijo, y dos, para recuperar el tiempo perdido con mi bebé. Sam me aniquiló con la mirada cuando ella comenzó a subir con ayuda de Dylan, sus maletas, y mientras mi mente no deja de pensar una y otra vez en lo de la muñeca, Sam Hamilton se acerca a mí manteniendo las manos vueltas puños.—¿Se te perdió algo? —inquiero de malas.Su presencia me estresa.—Solo quiero dejarte claras algunas cosas —comienza pero no aparto mis ojos de Azura, subiendo las maletas a la camioneta que traje—. Yelena podrá ser tu hija biológica,
AZURANo dejo de darle vueltas al asunto, luego de haber escuchado a escondidas que Rayan piensa pelear frente a miles de personas, contra Diamond, hace que sienta que de nuevo estoy viviendo en una pesadilla que tal parece nunca va a acabar. Siento que me he traicionado, y es que por segunda vez en un día, he dejado que me folle, le abrí las piernas al chico que me trató como mierda hace dos años.Los balbuceos de Yelena hacen que regrese y la cargue, se parece tanto a Rayan que es imposible seguir ocultando de quién viene.—Tienes hambre eh —la cargo y ella sigue con lo suyo.Todavía no habla bien, pero si ha aprendido muchas palabras, una de ellas y la má
RAYANMuevo mi cuello con estrés, siento que con cada paso que doy mi cuenta queda saldada, solo necesito matar a ese hijo de puta para que Azura y mi hija estén en paz, primero me corto la garganta si les tocan un solo cabello. Son mi motor, mi gasolina y no pienso perder. Los gemelos cuidarán de ella, Anastasia se encuentra investigando a los manager de Diamond, y Cristal… bueno ella es ella todo el tiempo; lo que equivale a una puta.Los vítores no tardan en llegar a mis oídos, la gente brama mi nombre y solo una cuarta parte del público, llama a Diamond, me acerco al cuadrilátero de arena, camino con seguridad por el corredor y las mujeres como ya es costumbre, me lanzan sus bragas, no atrapo ninguna, ignoro a todas, las únicas bragas que voy a arrancar son las de Azura.
COLECCIONISTA DE MUÑECASRespiro profundo, es inevitable no saborear a mi pequeña muñeca, la polla se me endurece al admirar su belleza, los recuerdos me golpean duro y le termino de quitar el sostén, salivando por sus pezones rosados, las argollas que rodean sus tobillos y muñecas, hacen ligeros cardenales en la piel, la tiene delicada y su sexo rosado se asoma.—Hermosa, exquisita, solo para mí.Susurro y se mueve inquieta, no tarda en despertar, con mi mano recorro su piel, suave y blanca como la porcelana. La mantengo desnuda, lista para mi, saco mi verga endurecida y comienzo a masturbarme, la deseo, la deseo tanto como la quiero ver sufrir, por ser tan perra. En el pasado hubiera olvidado todo, pero ahora no, no desde que Rayan apareció.
RAYANLa cabeza me estalla, el pecho se me contrae con todos los pensamientos negativos que aparecen frente a mi, pienso e imagino todo tipo de escenarios y en ninguno Azura sale victoriosa.«Tengo que encontrarla»Hace unos minutos llamé a Dylan y a Marisol, Yelena está a salvo, de cualquier manera mandé a Anastasia a hacerles compañía, no es que sea la mejor amiga o que vaya a detener cualquier clase de peligro, pero si me mantendrá al tanto de la situación sin mentiras. Por lo que todo esta bien. Los gemelos me siguen al estacionamiento mientras confirman con sus contactos cercanos a la policía y a su gente, que en efecto, el cuerpo destazado pertenece a Graciela.Una punzada de dolor cruje en mi pecho, tengo un mal pr