— Gracias Dánae — la abracé — no solamente soñé con tener un esposo como el que tengo si no también el hecho de poder contar con amistades como la que me brindas no solo tú si no las otras chicas.

— Aunque me quieres más a mí que a las demás — ella bromeó — no te culpo querida, soy el amor personificado.

Nosotras reímos y después de un rato todas las chicas se reunieron en la casa así que terminamos haciendo una barbacoa a la orilla de la piscina.

— Por cierto — me dijo la chaparrita — en estos días se contrató el nuevo administrador del condominio, si deseas puedes ir a verlo.

— No será necesario — le sonreí — todo es cosa que sea de tu completa confianza para que le dé el visto bueno.

— Es un señor sumamente amable, él se puso a la disposición para cualquier cosa.

— Así que es un hombre mayor — ella asintió — me parece bien, ellos tienen una experiencia que nadie tiene y a la misma vez tienen menos posibilidad de que los contraten debido a su edad.

— Como siempre — habló Briseida —