Capítulo 2
En la noche profunda, Lucía no podía dormirse.

Enterró la cara en la almohada, perdida en sus pensamientos, y de repente una mano traviesa se deslizó alrededor de su cintura.

Al sentir el aliento caliente detrás de ella, se apartó instintivamente, esquivando el beso que Felipe intentaba darle.

El rechazo le tuvo sorpresa.

En tres años de matrimonio, siempre había sido ella quien se lanzaba a sus brazos, molesta por ser rechazada la única vez que se había animado y preguntó: "¿Estás de mal humor?"

"Estoy en mi período". Mintió ella sin pensarlo, y Felipe no pensó mucho en ello, simplemente asintió y le acomodó la colcha.

Antes de dormir, como de costumbre, repasó el día y recordó el contrato de propiedad que habían firmado esa mañana.

"¿Dónde está el contrato de la propiedad? Quiero ver si hay algún error."

El corazón de Lucía se aceleró. Lo miró fijamente.

“¿De verdad quieres verlo?”

Él frunció el ceño ante su expresión tensa y asintió levemente.

Después de un largo silencio, ella fue al estudio y sacó el documento. Justo cuando iba a entregárselo, sonó el teléfono.

“¡Felipe, Juan está borracho otra vez, gritando fuera, ven rápido, tengo miedo!”

Al recordar al ex marido violento de Paula, Felipe palideció, se puso el abrigo y salió corriendo.

"¿Otra vez con la "hermana" que quiere divorciar?" Lo llamó Lucía.

Él asintió, pero para evitar que ella pensara demasiado, exageró la situación: “Sí, su ex anda con un cuchillo, voy a verla, si no podría haber casos penales.”

Ella no lo detuvo, solo le pidió que tuviera cuidado.

Cuando él se fue, Lucía no durmió en toda la noche. Al amanecer, revisó su teléfono y vio una nueva publicación de Paula, que la había agregado en secreto.

En el video, el sol rojo ascendía entre las montañas, bañándon todo en oro. Entre exclamaciones, la cámara captó una sombra de Felipe.

"El oscuro ayer ya se terminó, todos renacerá".

Al ver esta frase en el final del video, un dolor agudo le atravesó el pecho.

Parece que Paula ya estaba divorciada.

Es normal que con Felipe, el mejor abogado del bufete, y enamorado de ella desde hace años, hará lo mejor que pueda para ayudarla.

Como Paula ya vuelve de soltera, solo era cuestión de tiempo de que él pidiera divorcio para estar con su amada.

No hacía falta ni preguntarle, Lucía ya veía el futuro.

En su rostro apareció una sonrisa autocrítica y su corazón se llenó de tristeza.

El divorcio iba a suceder tarde o temprano, ella simplemente lo adelantó.

En lugar de esperar pasivamente a ser abandonado, elegir irse activamente puede al menos mantener un poco de dignidad, ¿no?

Ella dejó su teléfono y se levantó, reunió todas las cosas de pareja y las tiró en una caja de cartón.

Justo Felipe regresó, la vio arrastrando la caja con esfuerzo, pues preguntó: “¿Por qué tiras todo esto?”

"Es que no lo usamos, voy a tirarla para no ocupar más espacio". Respondió ella, evitando su mirada.

Él asintió, y se cargó la caja.

Lucía lo observó alejarse, fue tranquila.

De hecho, si hubiera abierto la caja y echara un vistazo, sabría que lo que estaba tirado eran todas las cosas que ella consideró tesoros antes.

Con su inteligencia, él podía definitivamente darse cuenta de este comportamiento inusual del que ella quería irse.

Todavía hay una posibilidad de que la historia dé un giro.

Pero Felipe no hizo nada.

Tiró la caja directamente a la basura y se dio la vuelta.

Sin ningún otro movimiento más.
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP