—¿Y se prendió en llamas? —Lilith elevó una ceja, como si no terminara de entender lo que habia pasado. —Tan sencillo como eso —asintió Rhys, dandole la razon. —¡Vaya! me voy por un día y esta casa se vuelve todo un caos.Desvíe la mirada de ella cuando sus ojos dorados me miraron directamente, era claro que estaba pensando algo a toda velocidad y temía que lo que sea que pensara fuera en mi contra. —¿Qué tiene ella que sea tan especial?—preguntó por fin. —Eso quisieramos saber nosotros, pero no lo dijo, solo que si el moría vendrían más por ella. Lilith soltó una carcajada enorme. —¿Y les crees? —preguntó entre risas —¡Por favor Rhys! es solo una humana, no pondria a su gente en riesgo por ella. —Pero por nosotros si—dijo Derrick, hablando por primera vez —ellos ya saben que está con nosotros y te recuerdo que quiere deshacerse de nuestra familia. Apreté los labios cuando todos se quedaron en silencio y miré el anillo que el pelirrojo me había lanzado en el sotano, ese anillo
El cielo estaba oscureciendose, abriendole paso a la espesa neblina. Abrí la ventana y respiré el aire frío que se coló por ella. Miré el bosque, que estaba oscuro y silencioso, casi transmitiendome paz, esa que en esos momentos necesitaba mas que nunca. Cerré los ojos y agudice el oido, me gustaba escuchar el sonido de los pájaros cantando o del viento soplar. Pero no paso ni un segundo cuando apareció un sonido diferente, el sonido de las hojas crujiendo. Frunci el ceño y miré de nuevo a las afueras, esperando ver un conejo o tal vez un gato merodeando. Pero mi corazon se detuvo cuando vi algo pasar a toda velocidad. Casi con la misma velocidad que tiene R...Todas mis alarmas se encendieron al mismo tiempo cuando recordé que clase de criaturas podian andar así de rapido y di un paso atras, aterrada.—Hay alguien afuera de la casa —dije en un susurro. Esas palabras fueron suficiente para que todo explotara, haciendo que pasaran muchas cosas al mismo tiempo.Algo fue lanzado con f
Apenas estabamos saliendo del pequeño pueblo de Fargo cuando senti esa absurda necesidad de volver, las luces de los faros adornaban la solitaria carretera, haciendo que el escenario pareciera el doble de peligroso. Ya estaba arrepintiendome de ir. Ademas el viaje era muy silencioso, el unico ruido que estaba acompañabdonos era el sonido del viento chocando contra la ventana, y eso lo hacia todo aún más tenso para ambos. Rhys pulsó un boton de la radio,encendiendola y poniendo una cancion llamada do i wanna know, que hizo que el castaño repiqueteara los dedos en el volante con ritmo, moviendo la cabeza al son de la musica. Recargué la cabeza en el vidrio y suspiré, intentando quitarme la tensión de los hombros. —Minneapolis está a cuatro horas —murmuró de repente —duerme un poco si lo necesitas. Miré la hora en el tablero del auto, era casi medianoche y eso quería decir que llegaríamos casi al amanecer. Estuve a punto de decirle que podríamos intercambiar asientos si lo deseaba,
El interior de la casa estaba frio, muy frío. Y sobre todo oscuro, tanto que lo único que alumbraba el enorme salón era un candelabro que colgaba del techo. Di un paso al frente lentamente y me detuve cuando vi un enorme cuadro colgando en la pared. Estaba pintado el mismo hombre del cementerio que abrazaba con una sonrisa a una mujer de cabello azabache con muchas curvas. Tragué saliva y desvie la mirada al primer pasillo que vi, avanzando y buscando con la mirada a Derrick, estando atenta a cualquier vampiro loco que pudiera estar por ahi. Tomé el pomo de una puerta de madera para abrirla pero me detuve cuando escuché el sonido de un grito debajo de mi. Mis ojos se abrieron de golpe y mire frenéticamente hacia todas partes, deteniendome al pie de las escaleras que llevaban al piso inferior, de donde parecía provenir el grito.Tragué saliva y me sujete de la pared para pisar el primer escalon y empezar a bajar, llegando a una enorme puerta de metal. Lentamente la abri, intentando
Había vuelto por fin al delicioso clima de Fargo que tanto extrañaba, los días nublados y el viento frio. Ese día en particular estaba lloviendo, por lo que con una sonrisa tomé la sombrilla y salí de la casa, con mamá mirandome con mala cara. Luego de 10 minutos caminando bajo la lluvia crucé la puerta principal de la escuela y todas las miradas cayeron inmediatamente sobre mi, en especial la de Layla, que corrió hacia mi con una enorme sonrisa. —¡Emily! ¡Estaba preocupandome de nuevo! ¿Dónde estabas?—Sali de viaje por un par de días —murmuré, empezando a caminar a su lado —por suerte estoy de vuelta. —Lo sé, fui a buscarte a tu casa pero tu madre me dijo que estabas con Rhys en Minneapolis. —Si, fuimos a por Derrick. Detuvimos el paso cuando llegamos a la cafeteria, nos sentamos en la primera mesa de la derecha y noté como todos seguian mirandome y murmurando cosas. Frunci el ceño y miré de vuelta a Layla, quien estaba ocupada abriendo una pajilla. —¿Por qué todos me miran? —
—¿Me estas jodiendo?Orpheus soltó una enorme carcajada cuando escuchó mi tono tan exagerado. Me miró de reojo con diversion. —¿No lo sabias? —De haberlo sabido no habria venido —dije con obviedad. —Pues aún estamos a tiempo de volver —sugirió elevando una ceja. Me mordi el interior de la mejilla y cerré los ojos un momento, sopesando mis opciones; era un viaje largo de casi un dia. Podia ir y no encontrar nada en esa bodega. O estaba la otra opción. Podia volver y no arriesgarme. Pero Orpheus estaba dispuesto a ayudarme, ademas ya ibamos de camino, no tenía caso volver. —Sigue —murmuré —¿puedes llamar a Layla? Necesito que le diga a mamá que estare con ella. Asintió levemente y aceleró. Ibamos a casi 120 km/h. Quiza debia sentirme aterrada por la velocidad, pero extrañamente no era asi, me sentia incluso segura. Con una mano tomo su celular y lo puso en altavoz, se escucharon un par de tonos que avisaban que ya estaba llamandole. Layla respondió al tercer tono. —Layla, queri
El auto se detuvo cuando estuvimos frente a mi casa, pero no pude reaccionar, al menos hasta que escuché mi nombre ser pronunciado por quinta vez. Sacudi la cabeza un par de veces y me limpie las lagrimas con el dorso de mi mano, bajando del auto. —¿Estás bien? —preguntó Rhys con el ceño fruncido —tranquilizate Emily, vamos encontrarlos, no es para tanto. Asenti distraidamente porque no era eso lo que me preocupaba. Miré la calle cuesta arriba que llevaba a la casa de Layla, a la casa de mi mejor amiga. Tenia que ir con ella y preguntarle que estaba pasando, saber si ella sabia algo al respecto, saber que hacia su dirección en la bodega de Sainaaz. Necesitaba convencerme de que ella no estaba involucrada en todo eso, necesitaba respuestas y necesitaba que ella me las diera. Pase una mano por mi cuello de manera desesperada y di un paso en esa dirección, pero fui detenida antes que pudiera irme, una mano se sujeto de mi brazo con fuerza, haciendo que pegara un salto.Layla estaba
Habian pasado ya algunos días desde lo que pasó con Layla y todo habia cambiado. Mamá se estaba encargando de investigar el hechizo de su collar y haciendo un nuevo brazalete para mi. Derrick y Rhys, en cambio, se pasaban vigilando a Layla todo el tiempo, por lo que no habia podido hablar con ninguno de los dos, y gracias a eso los días se me habian pasado muy lento y sobre todo aburridos sin ellos. Los unicos que podian pasar tiempo conmigo eran Rio y Orpheus, en especial ese último que todos los dias que iba a la escuela la pasabamos juntos haciendo cualquier tonta cosa.Orpheus se estaba convirtiendo en un un buen amigo, incluso cuando estaba con él me hacia olvidarme por unos minutos que mi vida estaba habitada por un monton de vampiros que me estaban persiguiendo y que querian matarme. Eso me agradaba.Por el rabillo del ojo miré a Rio, quien se había acercado a mi y se detuvo a mi lado con una ceja enarcada. Mi cabeza detuvo el hilo de mis pensamientos y le puse atención, sin