Había vuelto por fin al delicioso clima de Fargo que tanto extrañaba, los días nublados y el viento frio. Ese día en particular estaba lloviendo, por lo que con una sonrisa tomé la sombrilla y salí de la casa, con mamá mirandome con mala cara. Luego de 10 minutos caminando bajo la lluvia crucé la puerta principal de la escuela y todas las miradas cayeron inmediatamente sobre mi, en especial la de Layla, que corrió hacia mi con una enorme sonrisa. —¡Emily! ¡Estaba preocupandome de nuevo! ¿Dónde estabas?—Sali de viaje por un par de días —murmuré, empezando a caminar a su lado —por suerte estoy de vuelta. —Lo sé, fui a buscarte a tu casa pero tu madre me dijo que estabas con Rhys en Minneapolis. —Si, fuimos a por Derrick. Detuvimos el paso cuando llegamos a la cafeteria, nos sentamos en la primera mesa de la derecha y noté como todos seguian mirandome y murmurando cosas. Frunci el ceño y miré de vuelta a Layla, quien estaba ocupada abriendo una pajilla. —¿Por qué todos me miran? —
—¿Me estas jodiendo?Orpheus soltó una enorme carcajada cuando escuchó mi tono tan exagerado. Me miró de reojo con diversion. —¿No lo sabias? —De haberlo sabido no habria venido —dije con obviedad. —Pues aún estamos a tiempo de volver —sugirió elevando una ceja. Me mordi el interior de la mejilla y cerré los ojos un momento, sopesando mis opciones; era un viaje largo de casi un dia. Podia ir y no encontrar nada en esa bodega. O estaba la otra opción. Podia volver y no arriesgarme. Pero Orpheus estaba dispuesto a ayudarme, ademas ya ibamos de camino, no tenía caso volver. —Sigue —murmuré —¿puedes llamar a Layla? Necesito que le diga a mamá que estare con ella. Asintió levemente y aceleró. Ibamos a casi 120 km/h. Quiza debia sentirme aterrada por la velocidad, pero extrañamente no era asi, me sentia incluso segura. Con una mano tomo su celular y lo puso en altavoz, se escucharon un par de tonos que avisaban que ya estaba llamandole. Layla respondió al tercer tono. —Layla, queri
El auto se detuvo cuando estuvimos frente a mi casa, pero no pude reaccionar, al menos hasta que escuché mi nombre ser pronunciado por quinta vez. Sacudi la cabeza un par de veces y me limpie las lagrimas con el dorso de mi mano, bajando del auto. —¿Estás bien? —preguntó Rhys con el ceño fruncido —tranquilizate Emily, vamos encontrarlos, no es para tanto. Asenti distraidamente porque no era eso lo que me preocupaba. Miré la calle cuesta arriba que llevaba a la casa de Layla, a la casa de mi mejor amiga. Tenia que ir con ella y preguntarle que estaba pasando, saber si ella sabia algo al respecto, saber que hacia su dirección en la bodega de Sainaaz. Necesitaba convencerme de que ella no estaba involucrada en todo eso, necesitaba respuestas y necesitaba que ella me las diera. Pase una mano por mi cuello de manera desesperada y di un paso en esa dirección, pero fui detenida antes que pudiera irme, una mano se sujeto de mi brazo con fuerza, haciendo que pegara un salto.Layla estaba
Habian pasado ya algunos días desde lo que pasó con Layla y todo habia cambiado. Mamá se estaba encargando de investigar el hechizo de su collar y haciendo un nuevo brazalete para mi. Derrick y Rhys, en cambio, se pasaban vigilando a Layla todo el tiempo, por lo que no habia podido hablar con ninguno de los dos, y gracias a eso los días se me habian pasado muy lento y sobre todo aburridos sin ellos. Los unicos que podian pasar tiempo conmigo eran Rio y Orpheus, en especial ese último que todos los dias que iba a la escuela la pasabamos juntos haciendo cualquier tonta cosa.Orpheus se estaba convirtiendo en un un buen amigo, incluso cuando estaba con él me hacia olvidarme por unos minutos que mi vida estaba habitada por un monton de vampiros que me estaban persiguiendo y que querian matarme. Eso me agradaba.Por el rabillo del ojo miré a Rio, quien se había acercado a mi y se detuvo a mi lado con una ceja enarcada. Mi cabeza detuvo el hilo de mis pensamientos y le puse atención, sin
Aprete los labios mientra cruzaba la puerta de la escuela, la cual lucia igual de vacia y aburrida que antes. Nada habia cambiado en mi ausencia. Revise el lugar con la mirada lentamente, encontrandome con Derrick, quien caminaba por los pasillos con gesto desinteresado. —¡Derrick! —le llamé, intentando alcanzarlo. —¡Donovaz! Ese ultimo grito lo hizo girar su cabeza de golpe hacia mi, mirandome con ceño fruncido. —¿Qué necesitas?—preguntó. —Necesito hablar contigo, es algo importante. —Bien —asintió —dime. —No, no aqui. Alguien podria escucharnos. Arqueó una ceja, como si no terminara de entender lo que hablaba, pero aun asi tomo mi mano y empezo a caminar en direccion al baño de hombres. Cuando entramos cerró la puerta con llave y se aseguro que no hubiera nadie en ningun cubiculo. Una vez que vio que estabamos solos se subio sobre el lavamanos, puso musica en su celular y me miró directamente. —No sé de quien quieras hablarme pero si es un vampiro el sonido de la musica lo
*Capitulo narrado por Rhys Donovaz*Limpie la comisura de mis labios cuando terminé de comer. Derrick no dejaba de mirarme con asco, como hacia siempre que asesinaba a alguien. Pero aún asi, apesar de sus miradas seguia sin importarme. —Creí que tu tiempo como vampiro vegetariano habia terminado hermano—murmuré divertido. —¿Vegetariano? —enarcó una ceja sin mirarme —me alimento de humanos idiota, solo que no los asesino. Hice un gesto de hastio. No necesitaba una de sus estupidas clases sobre moral y control propio. Estaba de buen, humor, no queria que lo arruinara. —¿Dejaste a Emily sola? —pregunté luego de unos segundos para seguir con la conversación, estaba aburriendome. El bosque estaba tranquilo, ya casi era media noche y parecia vacio. Pero aun así no podiamos confiarnos, Sainaaz podia esperar una oportunidad para ir tras de ella y matarla. —La dejé con Kasdeya, se ofreció a cuidarla. Frunci el ceño y lo miré. —¿Kasdeya Martholo?—Mhm. —¿Y hace cuánto que esta aqui?—N
Revisé de nuevo el objeto que mamá había dejado en mis manos antes de irse, era una jeringa que tenia dentro un extraño liquido color purpura que burbujeaba. Puse una mueca, seguía sin saber como me lo habia dado sin que Kasdeya lo notara. Sabía que debia usarlo para defenderme pero seguía sin saber de quien debia defenderme, se supone que todos ahi estaban protegiendome. Apreté los labios y suspire, pasando mi dedo por la aguja. Detuve el hilo de mis pensamientos cuando unos pasos se escucharon hacia mi dirección, haciendo que guardara la jeringa en mi bolsillo con rapidez.Kasdeya había entrado al salón con Lilith en ese momento. La primera me dedicó una mirada confundida antes de girarse de nuevo a Lilith que seguia mirandome como si quisiera matarme. Seguia sin entender cual era su problema conmigo. —No se te ocurra salir —dijo Kasdeya con el ceño fruncido —no necesito tener problemas con Derrick. Asentí una vez con la cabeza y volvi a recostarme, tomando entre mis manos el l
Las palabras flotaron por un momento entre nosotros acompañadas del silencio. El pecho se me había comprimido al escucharlo, mi boca estaba seca y seguía sin saber que decir. Parpadee un par de veces, mirandolo directamente. —¿Q...qué?—balbucee. —Eres mi hija Emily —repitió, enarcando una ceja. Lo miré unos segundos más con el cerebro en blanco. No entendia, ¿Cómo podia ser su hija?—¿Eres humano? —pregunté despues de un par de segundos. Sainaaz me miró como si eso fuera absurdo. —Claro que no Emily, soy un vampiro. Apreté los labios, todos decían lo mismo, que él era un vampiro, pero yo recordaba perfectamente el viaje a Bufalo. Recordaba haber visto el sol golpeandole la piel. Sacudí la cabeza dandole vueltas a esa situacion, intentando encontrar la lógica. Aunque creo que las cosas logicas ya no existian en mi vida. —Pero yo vi como el sol no te afectaba, yo.... ¡manejaste de dia joder!Él sonrió. —Cuando te haces tan viejo como yo obtienes ciertas habilidades hija. Soy res