El chofer no cargaba celular, llamaron desde la limusina a la empresa pidiendo otra, quedaron en enviarle otro auto, y les dio el número de su hermano para que lo contactaran y le avisaran que llegarían muy tarde a la boda, mientras su hermanita, lo que hacía era protestar de que mejor se hubiese id
.—¿Por qué no llamaron? —interrogó.—Lo hice primero a ti, a tú mamá, sus celulares repicaban y nadie los atendía. Los de mis abuelos apagados y el de Lucca ocupado.—Mamá y yo dejamos los celulares en casa y mi padre ha estado intentando llamarlos—afirmó ella.—Bueno mis padres dejaron el celular,
—Si venimos de manera libre y voluntaria, sin ningún tipo de coacción a contraer matrimonio—. Respondieron unísonamente.—¿Están decididos a amarse, respetarse, protegerse durante toda la vida? —. Preguntó el oficiante.—Si estamos decididos—. Respondieron los dos. —¿Están dispuestos a colocar a Di
AMOR INESPERADOHISTORIA DE TADDEO FERRARICamilla continuaba abriéndose a lo que sentía por Taddeo—Eres mi mundo, mi universo. Te amo Taddeo Renaldo.—Yo también…—pero justo en ese momento los interrumpieron para felicitarlos.Así fueron abrazando a cada uno de los presentes, a las madres y a las a
“Cuando desperté allí estabas túAquella mujer con la que soñéLe vestí la piel sus labios beséY su corazón allí me refugiéLate el corazón late hoy por vosY si canto, yo canto para tiMi vida entera toda te la doyYa no tengas miedo yo aquí estoyTu poeta, tu veranoEl silencio de mí vos diciendo
—Entonces sí, soy italo mexicano con mucho orgullo—. Expresó con jactancia.Ella comenzó a reírse, él la abrazó pegándola a su cuerpo y con voz sensual pronunció—. Jamás me cansaré de ti, cada día me enamoro más de ti.El artista cantó otras canciones como enfurecida, romance quinceañero, y un pajar
AMOR INESPERADOHISTORIA DE TADDEO FERRARIDe la fiesta de bodas salieron a las cinco de la mañana, no habían consumido muchas bebidas alcohólicas, se habían dedicado más a bailar, cantar, jugar y comer, no se sentían mareados ni indispuestos por causa del licor, aunque sí bastante cansados por toda
—Acá tiene—. Le entregó la auxiliar.—Gracias por su amabilidad.Se metió los blísteres en el pantalón y caminó hacia la habitación, abrió con sumo cuidado evitando de derramar el agua caliente, lo colocó en una pequeña mesa que ocupaba parte del espacio, y preparó el té, sin azúcar, la despertó; el