—“¿Qué sucede Evie” —. Interrogó con amabilidad, la curiosidad lo carcomía y tenía la leve sospecha de la razón por la cual estaba allí, no pudo contenerse y le dijo—“Solo existe una explicación de por qué viniste sin avisarme antes, y quiero estar seguro de que se trate de eso”.—“Taddeo, sé que es
—No te preocupes, si te necesito, no dudaré en llamarte—.Se despidieron, dándose un fuerte abrazo.Taddeo caminó a su carro, se sentó en el asiento del piloto y marcó a Camilla, el celular repicó varias veces, pero ella no contestó, la llamada se desvió a la contestadora. Le dejó un mensaje de voz —
—Estás muy filosófico, ¿Alguna chica que te mueva el piso? —preguntó Camilla con curiosidad.—Si hermanita tengo un terremoto, pero no por una, son varias.—¡Te pasas! ¿Por qué eres así Felipe? ¿Cuándo cambiaste?—interrogó molesta.—Porque hasta ahora son todas especiales, ninguna destaca más que ot
AMOR INESPERADOHISTORIA DE TADDEO FERRARILuego de ver la escena que se desarrollaba frente a sí, se dio la media vuelta y se bajó por el balcón, tal y como se había subido, se dirigió a su auto, manejaba por las avenidas y calles de Roma condujo a la casa de sus padres, se movía por inercia, a su
—Taddeo Ferrari, ¿Qué le hiciste a mi hermana, que la pusiste histérica? —Expresó Felipe con enojo.—Él no es Taddeo, es Camilo que entró a mi habitación haciéndose pasar por su hermano, pensó que yo no lo iba a reconocer.Camilo se quedó viendo a Felipe, quien se acercó a él muy peligrosamente, ten
Al tercer día de ausencia, había salido a recorrer el centro de Roma, pensando que pudiera localizarlo, y su sorpresa fue mayúscula al ver en un periódico de farándulas y chismes, una fotografía donde se veía claramente el rostro de su hermano tirado en el suelo como un indigente. Decía que había si
El no esperar la reacción de Camilla, haberse alejado y sumido en la borrachera, cayendo en un estado deplorable, era inconcebible, había muchos jóvenes que admiraban al piloto, por su seriedad su forma de ser, él los había defraudado, observó en su celular las fotografías que habían circulado en la
—¡¿Sabías que eras un maldito?! — Espetó enojado sin poder controlar su furia bullendo en su interior y aunque sabía que su hermano quería pedirle perdón, lo sentía, pero él necesitaba darle su merecido para aplacar sus demonios. Se levantó y le metió un puño a su hermano que lo tiró de la silla, Ca