—Discúlpame niña—habló entre dientes molesto, conteniendo las lágrimas para no llorar del enojo. —Las acepto y aunque siento que no te hice nada, te pido disculpas para complacer a mi padre, aunque no creo que seas digno ni siquiera de unas disculpas mía—mencionó Alondra altanera. —Alondra, no se
Sebastián llegó a la casa y subió con sus hijos, estaba molesto por la actitud de Taddeo, los mandó a su cuarto a que se bañaran y él hizo lo mismo. Al estar listo bajó y les dio de comer, los niños estaban silenciosos sobre todo Taddeo.Al terminar de comer los mandó a cepillarse los dientes, y le
—¡Dios mío! mi niña está viva —expresó con una radiante sonrisa.—Si padre y ese desgraciado de Leónidas la secuestró y le hizo creer que es otra persona. Mañana después de la competencia o pasado mañana me voy con Camillo y la familia de Nickólas para Florencia, ella también va a ir. Tengo que esta
Al día siguiente, Sebastián se levantó, se bañó y fue a buscar a Taddeo, pero no lo encontró en su habitación, al bajar su padre le informó que había decidido ir al colegio y lo había llevado temprano—.Qué raro, no entiendo, él no quería ir más al colegio, me pidió que contratara profesores privados
Sebastián se pasó la mano por la cabeza y expresó en voz alta—Lo sé hijo, soy el hombre más imperfecto que existe, pero quiero que seas mejor que yo. Mi corazón se iba a desprender, cada vez que tomabas una curva, no sé porque tienes que ser tan terco y no entender que lo que te digo es por tú bien
—Yo también te amo Sebastián Renaldo —besando a su padre. Luego de comer, el niño le dijo que tenía sueño, lo acompañó al dormitorio, allí mientras su hijo dormía pensó en Antonia o mejor dicho en Anabella, porque estaba seguro que es ella, recordó el beso del día anterior, y su corazón se aceleró m
Antonia estaba jugando tenis, con Alondra y Matteo en una de las canchas de la villa, mientras Nick y Sophía los observaban, cuando se dio cuenta de la llegada de Sebastián y uno de los gemelos, que estaban siendo acompañados por una persona de servicio hacia Nick y Sophía, donde se saludaron y se q
Sebastián se quedó viéndola con una mirada tierna y levantó sus manos y empezó a delinearle el rostro, después su nariz, los ojos, sus labios, sus mejillas, estaba hipnotizado con ella. Estaba gratamente conmovido, lágrimas de emoción recorrían su rostro, ella se las enjuagó con ambas manos, mientra