Llegó a un aeropuerto privado, donde lo estaban esperando varios pilotos, se montaron en varios helicópteros y se dirigieron a la zona del accidente donde comenzaron a rastrear el lugar, allí pasaron varias horas hasta que detectaron restos de la aeronave siniestrada, y luego de unos minutos encontr
Después de trabajar más de cuarenta y ocho horas casi ininterrumpidas en las labores de búsqueda se retiraron, él se dirigió a Palermo, a la casa de su padre, al llegar visitó a los gemelos a su habitación, los besó, les dedicó unos minutos, luego de ducharse y vestirse los buscó y se los llevó a su
—Voy a seguir así hasta el día que termine con mi maldita vida— le dijo balbuceando y con un lenguaje torpe y sus ojos enrojecidos producto de su ebriedad.— ¿Y no piensas en tus hijos? ¿Para eso querías estar cerca de ellos? ¿Qué ejemplo le estás dando? Sólo el de ser un borracho impertinente, derr
—Ella no era una mentirosa, pero Alicia no era mi amante. —Entonces ¡¿Cómo fue?! ¿no te estabas abrazando con Alicia y susurrando palabras en sus oídos? ¿Mi madre vio mal? Hazme entender Giovanni Ferrari, porque por más que devano mi cabeza, no lo proceso— gritó enojado.— ¡¿Sí ó no?! Explícame p
—Ella siempre estuvo clara de su amor por mí, imbécil fui yo, al no darme cuenta y valorarla. Como me gustaría tener el poder de regresar el tiempo, lo haría sin dudarlo, no perdería ningún momento con ella. Sabes padre, tengo muchas pinturas de ella, me sentía súper identificado con algunas, y sabe
UN AÑO Y SEIS MESES DESPUÉS. Habían transcurrido un año y seis meses desde que por su bien y el de sus hijos, su padre preocupado y hastiado por su actitud y su deseo de autodestrucción, lo sacudió y le hizo reflexionar en como llevó su vida durante las tres últimas semanas después de haber conclu
—No hay problema papi —manifestó Camillo con inocencia—, vayamos a buscarla para decirle que ahora podemos vivir todos juntos. Su hermano lo observó con una mueca —Camillo, lo que quiere decir Sebastián, es que nuestra madre murió, su corazón dejó de latir, no se fue a ningún sitio, ¡no podemos, n
—Veo que el pitufino mayor se levantó malhumorado. Ven levántate, para que te bañes. Arriba ambos a levantarse, luego de ducharse desayunaremos —les ordenó, ayudándolos a levantarse. —No quiero ir al colegio, además me molestan esos maestros, muchas veces no saben de lo que hablan, no necesito ir