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Enfrentamiento
—No tienes por qué darme explicaciones, sé que tu primo es un completo estúpido— —lo sé, pero no estuvo bien, fui contigo a la fiesta y debí volver a casa contigo, creo que era lo más correcto— Lass y sander hablan en una banca, la mayoría estaban estirándose para empezar el entrenamiento, lass vestía de un top y pantalones en chándal no le quedaban muy ajustados así que podía moverse con agilidad también usaba zapatos cómodos y dos trenzas un poco despeinadas. Vael había llegado y a su lado Lucía, quien mostraba cara de superioridad al llegar con él sosteniendo su brazo. Lass al verlos, sintió una punzada en su estómago, pero estaba acostumbrada. Era imposible que él no llamara la atención, sus rasgos fáciles tan duros y toda su mandíbula marcada, su porte de alfa que enloquecía a las lobas sin olvidar su aroma único en su clase. Su estatura y lo grande de su cuerpo, pecho, espalda, brazos, piernas, manos, pies y otras partes que lass conocía muy bien. Sus ojos, los cuales estaban
Debilidad.
Naím y Kevin mandaron a recoger el cuerpo desmayado de sander mandándolo con el doctor. Había mucha sangre sobre la tierra, él no dijo nada, hubo mucho silencio de repente. Caminó fuera del círculo de lobos que los rodeaba y le abrieron paso. Sus ropas estaban machadas de sangre y destruidas por los zarpazos de sander.—Estarás bien— le dijo ella mientras acariciaba su cara con tristeza. Naím se acercó junto a Kevin, no habían visto la herida de lass, sus ojos estaban llenos de lágrimas, no sentía nada por sander, pero le tenía aprecio como un gran amigo para ella. Al sentir la mano de su padre sobre sus hombros, se volteó enojada y le gritó —déjame, podías evitar esto, pero… — —Hija, somos lobos, no importa quién sea tu rival en las guerras, entiendo que te duela esta situación, tú no tienes idea de lo que es una guerra y espero por la diosa que nunca tengas que vivir una— dejando que las lágrimas corran y sin pestañear, le respondió a su padre.—Yo vivo mi propia guerra cada vez qu
¿Quien es este lobo amable?
Arturo le da la carta a Naím, él la lee con tranquilidad, habían sido a invitados a una celebración.—pues como te decía, tu debilidad es tu corazón, si quieres permanecer entre los lobos tienes que tratar de olvidar tu parte humana y eso implica dejar de sentir pena, dolor y tristeza cualquier sentimiento excepto el de amar a tu mitad, cuando mamá vino a este mundo para ella fue una total frustración, pero pudo adaptarse con el paso del tiempo papá la ayudó, pero tú no, dime algo Lass ¿te gustaría irte a vivir al mundo de los humanos?-Naím gruñe molesto y golpea la mesa negando, cómo Arturo le hacía esa pregunta tan descabellada a su hija, tenía intenciones de alejarla de ellos o qué rayos, con enojo visible se levanta de la mesa mirando de mala gana a Arturo —¿qué rayos estás diciendo? ¿Dime que es una puta broma? Lass no sabe nada de los humanos, deja de meterle ideas tontas en la cabeza, ¿qué hará allá? No sabe lo que es vivir con personas de su mismo tipo—Lass sorprendida por l
Destello de luz.
La respiración les faltaba y se alejaban, dejando que un hilo de baba cuelgue de labios a labios. Sus respiraciones eran agitadas mientras se miraban ambos con las pupilas dilatadas. Vael la subió a su regazo y tocó los pezones de ella. Estaban duros por la excitación, dejándose ver por encima de la camiseta. Levantó su camiseta viendo aquellos pechos con pezón de color rosa, los cuales solo le provocaban deseos de mordisquear hasta que sangren. Así que no perdió el tiempo, los tomó en sus manos, eran de buen tamaño, pero no abarcaban toda la mano de él. Pasó la legua suavemente, causándole escalofríos y un leve temblor. La sintió removerse debajo de él y otra vez lo hizo, pero en su otro pezón. Entró uno en su boca y lo chupaba con suavidad, deslizó su mano hasta sentir cómo estaba mojada en exceso para subir a su cuello, el cual apretó y besó. Puso sus brazos a cada lado de su cabeza, la volvió a mirar fijamente, podía ver y oler lo tan preparada que estaba para recibirlo, pero no
Llamando al lobo.
Narra Vael: Llego a casa y entró a mi cuarto, cierro y abro los ojos aturdido, no sé con exactitud que carajos me pasa, pero sea lo sea, no me agrada, es como si algo alternativo estuviera peleando dentro de mí, peleando por tener el control en mi vida. Trato de hablar con VELKAN y no logro comunicarme con él, vuelvo a frotar mis ojos con mis dos dedos y caigo sobre la cama al sentir como mi cabeza quiere explotar. Me espanto, me había quedado dormido, lo último que recuerdo es haber caído aquí por un fuerte dolor de cabeza. Es muy temprano en la mañana, apenas el sol va a empezar a salir, buen momento para salir a cazar temprano mientras los siervos buscan los rayos del sol y van por comida, me pongo poca ropa y bajo rápido encontrándome con Arturo. —¿a dónde vas tan temprano?— —Voy a cazar— le habló sin ganas.—iremos juntos— —No, no me gusta cazar con acompañantes—La realidad era que su lobo le había dicho que nadie debía verlo transformado, ya que le causaría problemas por
¿Muerte o victoria?
Lucía empieza a caminar en círculos estudiando el terreno para atacar a lass. Quien no le quita la mirada y mantiene una postura agachada esperando el ataque de ella, debe ser sigilosa, pues los lobos te atacan de sorpresa.Dicen que los humanos son despistados, así que lass tenía que dar su cien por ciento si quería lograr vencer a lucia. Lucia, con inteligencia, buscaba que lass de vueltas y empiece a marearse. No podía quedarse de espalda, tenía que ir al compás de ella y cuando caminó lo suficiente creyendo que lass había bajado la guardia se lanzó contra ella, pero ella sabía que cuando los lobos movían la cola iban a atacar, así que cuando se lanzó sobre ella pudo esquivar el zarpazo. El combate era sin armas, por lo cual tenía que usar solo su fuerza y ella sabía que tenía las de perder. La esquivaba y ella mostraba sus colmillos mientras la baba salía de su boca anhelando morderla, corrió hacia Lass cansada de jueguitos. Ella agarró sus dos patas con fuerza mientras lucia
Rogues.
El doctor se siente extraño, hay un hormigueo en su cabeza luego de despertar, Su contraparte había sido dormida por vael quien después de acabar lo despertó. Salió un poco aturdido y llamó a los familiares de lass que no perdieron tiempo y pasaron. Ella tenía todo el cuerpo vendado y su respiración era tranquila mientras una máquina a su lado medía sus latidos.—Eso fue rápido, doctor, ¿cómo lo logro?—Habla con sorpresa. Arturo, el doctor, quien se siente aún extraño, hace una mueca con los labios y responde.—Ni yo mismo sé, tal vez, la costumbre—empezó a revisar el expediente de ella viendo la gravedad en la que había llegado y sus heridas tan profundas—¿Cómo logré salvarla?—Aún estaba en dudas de cómo pudo salvarla de la muerte, no recordaba nada, pero no dio muchas vueltas al asunto.A pesar de las heridas curadas por vael, le tomó unas semanas volver a despertar. Su cuerpo era limpiado por Akira con toallas tibias cada día, Naím después de cada entrenamiento iba a visitarla,
Dolorosa mentira.
Con felicidad, Akira abraza a lass y la llevan a su hogar. Naím, la consciente y su hermano también, se encuentran en su habitación arreglándose un poco, ya que todos se reunirían a cenar. Desde que despertó no había hablado mucho, solo lo necesario. Sus padres no le habían tocado el tema de lo último que pasó, no querían agobiarla.Toda la familia se había reunido para cenar felices porque ella había despertado menos, Vael él no fue, lass no sintió ningún sentimiento, aún se sentía que estaba dormida, aunque sonrió y comió bastante. Le hicieron varios regalos y su papá le compró un ramo de flores.Sus padres la llevaron a la cama. Luego de la cena ruidosa, hablaron un poco sobre lo que pasó, pero ella les pidió que no hablaran de eso, que solo fue una práctica en la que no había nada de qué preocuparse. Sus padres la notaban un poco extraña, pero tal vez aún no se reponía del todo, ellos pensaban.Ya era de día, el sol venía saliendo y poco a poco empezó a despertar. Estiró un poco s