Al volver a casa con Vael, había una multitud de lobos en la mansión vociferando en voz alta, pues el rumor y las tantas muertes los habían asustado y ya se había espaciado por toda la manada—Queremos respuesta— gritaban unos. —No es posible que nuestros amigos, hermanos, estén muriendo y no nos digan el porqué de tantas muertes, dejando a lobas sin mates y niños huérfanos —gritaban otros. —cuando deimon era rey no ocultaba nada— aquellas palabras golpearon el ego de Arturo pues fue más que claro que había dicho que no era un buen alfa.—Queremos respuesta de lo que está pasando, no más muerte de lobos—Arturo bajo del coche y se presentó delante de todos, su rostro cambió a uno con dureza y todos hicieron reverencia al verlo —¿Qué sucede aquí?—preguntó sin nada más que agregar. El silencio se hizo presente, pues nadie le dijo nada, ya que estaban nerviosos, así que otra vez le volvió a preguntar, pero esta vez con un tono tan agresivo que los hizo hablar. —¿no estaban ustedes re
—HOLAAAAA!, Hay alguien aquí?— mira hacia los lados al escuchar cómo unas gotas de agua caen haciendo un sonido relajante, pero al mismo tiempo perturbador, provocando ondas suaves que cruzaban por sus pies, dándose cuenta de que está parada sobre mucha agua, pero no se hunde. No sabía dónde estaba y todo estaba oscuro, pero el reflejo de la luna se posaba en el agua, dándole algo de claridad. Aun así seguía caminando sin saber hacia dónde en busca de algo. Mientras caminaba, podía ver a lo lejos una figura que resplandecía como si fuera fuego. Sintió un poco de temor y solo dijo desde sus adentros: “Espero que esto solo sea otro mal sueño” y caminó hasta acercarse lo suficiente, se detuvo y se quedó observando a aquella mujer, tenía los ojos cerrados y los brazos en forma de meditación. Tenía una media luna en su frente y una corona de diamantes que resplandecía por tanto brillo, al igual que su vestido blanco y de unos encajes extraños. Dudó unos segundos en querer tocarla, pues la
Lass vuelve y se encuentra en el mismo lugar que estaba, con la diosa y sus ojos están llenos de lágrimas, cae al suelo, llorando desconsoladamente, con desesperación y mucha agitación —v-vael era él, era el amor de mi vida, no entiendo, no entiendo nada, no lo amaba, pero otra vez lo volví a sentir: ese fuego, esas ganas como antes y sus ojos eran tristes y vacíos. Me gritó que me amaba, que me cuidara de él. ¿De quién me debo cuidar? Sí, se supone que él… ¡Ahhhhhhhh!— grita desesperada buscando una respuesta. —si quieres saber por qué sentiste el mismo amor que pensaste que habías dejado de sentir tienes que saber quién es Eros— Pero ella insistía: —¿Qué tiene que ver él con nosotros?— derramaba lágrimas buscándole una respuesta a todo lo que estaba pasando. —Si quieres que él vuelva a ti, tienes que detenerlo ¿El reloj hace tic tac, el tiempo corre, lass le di una gota esperanza a vael al verte— ella para el llanto y la mira con sus ajos muy abiertos mientras se trata de levant
—¡aahhhhh! ¡Maldito infeliz! Juro que te asesinaré aunque tenga que dar mi vida a cambio— Vael había visto como Eros tomaba a lass sin ella querer y en contra de su voluntad, como muchas veces él lo hizo por culpa de sus malas influencias, pero era diferente con él, cuando él la tomaba ella lo disfrutaba plenamente, aunque muchas veces se hiciera la dura.Pero con Eros sufre, no la cuida, solo le hace daño con intenciones de torturarlo a él y lastimarla a ella y pese a que sea su cuerpo, no significa que no sienta celos y una rabia carcomerle el alma. Eros abrió una ventana solo para que vael vea todo o lo que le hizo a lass con todas sus malévolas intenciones.Pudo ver en sus ojos como ella lo buscaba a través de su mirada, aunque era su cuerpo, no era su alma quien lo habitaba y maldecía una y mil veces más.Mientras se tumbaba en el piso con sus sentimientos heridos y su corazón al borde del quiebre, la diosa luna apareció frente a él en forma de una pequeña luz —Vael, comprendo
—¿hijas estás bien?— observo a mi madre y le doy una sonrisa sin ganas antes de responderle con una mentira —si madre—Observa mi plato y no había probado absolutamente nada, pues estaba concentrada en el dolor que sentía en mi vagina y en lo incómodo de tener a Vael frente a mí mirándome como loco.—¿no tienes hambre o no te gusto el desayuno?— me pregunta Laila—Más bien, creo que no tengo tanta hambre— pero miró hacia el frente luego de escuchar a vael decir algunas palabras fuera de lugar.—come prima, pues podrías peder tu hermosa figura y no creo que quieras eso, ¿acaso no eres tú la que tiene un príncipe que conquistar?—Cierro los ojos y abro un poco la boca queriendo entender a qué venía ese desagradable comentario. Su cara, sus ojos y su semblante eran tan oscuros, incluso su cabello empezaba a crecer mucho, supongo que había crecido un poco más de estatura, se ve algo más grande.—¡hoy no estoy para tus chistes estúpidos, así que ahórrate ser gracioso conmigo——¡uhhh! Ja,
¡Más allá de la manada, en un lugar lejano, estaba Eros junto a la anciana terminando los últimos detalles para un portal hacia el templo! —no soporto un mes más fingiendo que no quiero matarlos a todos——debes ser paciente, has pasado más tiempo soportando a un moco que son unos días——Hmm! Era divertido, después de todo Lass resultó gustarme——¿te gusta o solo la ves como kalilah?— Eros lanza un accesorio de huesos y lo rompe en la pared —no menciones más ese nombre, ella ya no existe y ella nunca me amó—La anciana al ver cómo se enojó guardó silencio, pues él le había prometido hacerla joven y las piedras tenían ese poder.—¿los días del celo de Vael se acercan, así que sería conveniente que te apresures en terminar el portal, necesito tomar a Lass y hacerla la madre de mi generación de lobos, todos estos lobos inútiles solo serán servidumbre——¿Qué harás con Arturo, Naím y Kevin?——Hmm! ¿Son buenos lobos, pero no tienen ni una gota de maldad en sus corazones, por lo que sé que
Arturo estaba en el despacho viendo fotos de Vael cuando era un bebé, y recordó lo hermoso que era estar junto a él, como se amaban y lo bien que se llevaba incluso con Naím, quien le colocó su nombre. Había cientos de fotos, sus ojos eran tan alegre, tenía uno azul y uno negro, ojos que cambiaron cuando él despertó su lado salvaje. Pero Lass entro molesta al despacho y tomó asiento, Amadeo se había marchado, pero no le iba a contar a Arturo sobre las amenazas Vael más bien aquel nombre en su cabeza «Eros» la mantenía con incómoda visible. Algún flashback llegan a su cabeza de una pared con la genealogía de los lobos, pero no lograba entender por qué. Arturo la mira sentada con visible enojo e incomodidad y le pregunta —¿pasa algo Lass?— —Hmm!— pero las fotos que él veía la llenaron de curiosidad, así que dio la vuelta —son las fotos de bebé de Vael— —sí, me gusta verlas cuando mi hijo me quería y quería a tu papá— —Vael algún día quiso a papá?— la mira sonriendo y espeta —el nombr
“Cada vez que un nuevo rey se levante, una guerra habrá”. lass despierta y se acomoda en la cama para seguir durmiendo, pero choca con el pecho de Eros y sus ojos se abren de golpe, los de él la observan y tiene una sonrisa ladeada en su rostro, la toma por el mentón. —¿Te gusta mucho, Amadeo, verdad?— Ella no hace nada pues no iba a forcejear, solo cierra sus ojos. —¿Ahora no tienes el valor de hablarme?——¿Qué voy a decir? No sé a qué vino, pero créeme que no fue por mí, lo juro——Lo sé que no fue por ti, Arturo quiere saber si el lobo que destruyó mi pecho proviene de allá o de alguna otra manada, así que vendrán constantes príncipes encantados—Los ojos de él eran tan sombríos y no entendía por qué se fijaba tanto en sus ojos. Trató de aflojar su agarre porque le dolía la mandíbula y él metió su lengua dentro de su boca, pero ella la mordió generándole un fuerte dolor. Al tratar de bajarse de la cama, él la tomó por uno de sus pies y la jalo hacia él, mirándola con una sonrisa.