Llegamos a la oficina y ya estaba llena con los empleados. Asistí a cada reunión que tenía pendiente. Seguí los horarios establecidos en mi agenda e ignoré mi teléfono, el cual no dejaba de sonar desde que llegué a la oficina.

Durante el almuerzo tuve otra reunión y conseguí firmar el contrato. Regresé a la oficina y ahí estaba Talía tratando de contener a los O'Brien afuera del edificio.

—¡Dile que dé la cara! Tu jefa no es más que una secuestradora.

—Así es, dile que nos regrese a Nina o haremos que su reputación quede por el suelo por ofender a la nuestra familia y para que lo tengas en cuenta somos de los O'Brien.

—¿Dónde está esa desgraciada mujer?

Camino despacio hasta la pareja que discutía con Talía. Ella no dice una sola palabra de mi presencia para poder escuchar lo que están por decir. Todos los que pasaban por nuestro lado miraban a escondidas para tratar de divulgar el rumor, eso me ayudaría a evitarme tener que dar la noticia sobre lo que hicieron.

—Aquí estoy.

La pareja