—Amelia POV—

Su presencia me ponía muy nerviosa y excitada. Mientras él cocinaba tuve que cerrar mis piernas con fuerza. Ver la manera en que se desenvuelve en la cocina. El movimiento de sus manos y de su cuerpo, hace que me imagine que es a mí a quien toca y a quien mueve con tanta facilidad.

Descarto la idea e intento concentrarme en mi teléfono hasta que era momento de avisarle a mi madre y a Nina que la comida estaba lista. Me ofrezco para avisar a las demás para poder ir al baño y echarme agua fría en la cara.

Entré con cuidado en la habitación y se estaban riendo. Me quedé observándolas en silencio hasta que ellas se dan cuenta de mi presencia.

—Hija, ¿qué sucede?

—Venía a decirles que la comida estaba lista. He pedido que te preparen la silla de ruedas para que salgas de esta habitación, aunque sea un rato.

—Gracias, hermana.

Sonrío inconscientemente al escucharla llamarme «hermana»

—Traeré la silla.

—Amelia...

Me detengo cuando escucho que me habla de nuevo.

—¿Si?

—Mamá ha di