Gabriela y Luis viajarían a su luna de miel la mañana siguiente pues no solo estaban agotados por toda la preparación hasta llegar a ese día sino también por la propia celebración, así que aquella noche la pasarían en un hotel.Una vez se registraron aún con la ropa de la boda se dirigieron a su habitación, apenas salieron del ascensor Luis la tomó por las piernas y la levantó, — ¿Qué haces estás loco? — Como dictan las costumbres debo cargarte en nuestra primera noche de casados. — Pero si estoy pesadisima con lo del embarazo, ¡qué nervios! — Tranquila, que nunca te dejaría caer, entre mis brazos siempre estarás segura. — Confio en ti, amor y por siempre serás mi héroe. — Te amo, mi Mérida.Una vez entraron en la habitación Luis la colocó de nuevo en el suelo le dió un beso y le permitió observar su sorpresa, el lugar estaba adornado con flores rosas y pequeñas velas, había una mesa con lo que parecía ser zumo de manzana, frutas y quesos, la cama de dosel estaba iluminada con pe
Apenas amaneció Luis ya estaba despierto, se sentía demasiado excitado como para continuar durmiendo, no solo era deseo eran todas aquellas emociones que había guardado por años y que ahora habían aflorado.Por mucho tiempo se sintió solo y amargado con padres que no lo amaban o consideraban, cuyo único interés era el dinero y su consuelo era sin duda Christine que desde que llegó al mundo tocó su corazón.Ahora tenía todo lo que había deseado se encontraba como en un sueño del cuál tenía miedo de despertar, quizá por eso la observaba tanto en silencio y deseaba inmortalizar cada momento, así que le dió un dulce beso en los labios para despertarla. — Despierta dormilona, es momento de prepararnos para tomar un vuelo. — Hummm, buenos días mi amor, que madrugador eres, ¿Desde que hora estás despierto? — Como media hora, solo que estaba disfrutando el verte dormir, no quería despertarte te veías demasiado serena en mi pecho pero no tuve alternativa, debemos desayunar y luego ir al aer
Cuando Gabriela y Luis regresaron de la luna de miel, después de la evidente bienvenida emotiva la vida fue tomando su ritmo, con el apoyo de la nana y madre de Gabriela en el cuidado de los niños cada uno se fue reintegrando a su rutina de trabajo.El compartir los fines de semana juntos y paseos en familia se hicieron la regla así como el compartir la crianza y cuidado para que alguna de las parejas pasará una noche de romance y fue así como fueron pasando los meses.Ya Gabriela estaba en su último mes de embarazo pero mantenía su ritmo de trabajo, sin embargo, Luis desde una semanas antes se había convertido en su conductor designado, no quería que se estresara pues se encontraban en pleno invierno y debían lidiar con la nieve. — Doctora Brennan, estamos a 21 de Diciembre, ¿Cuando tomará un descanso?, creo que a este ritmo tendrá al bebé justo aquí en el consultorio. — Sabes cómo soy me preocupo demasiado por mis pacientes y mi equipo, deseo poder dejar todo al día y luego para l
Al fin había llegado el día tan esperado, sin embargo, las circunstancias no eran las esperadas, mientras Luis acompañaba a Gabriela a las habitación dónde sería asistida pudo notar su tristeza, avisó a su suegra y a Olivia para que ellas les avisaran al resto y luego se enfocó en su esposa. — Amor, sé cuánto apreciabas a Patricia y que en este momento debe sentirte muy mal pero a ella le hubiese hecho feliz que vivieras el nacimiento del bebé con alegría. — Tienes razón, de hecho estaba muy ilusionada con conocerlo. — Entonces la mejor manera de honrarla es no dejando que la tristeza te agobie, estoy seguro que si existen los ángeles ella será uno para Sebastián.Gabriela se secó las lágrimas, cerró los ojos y en su mente dedicó una plegaria para quién se había convertido en poco tiempo en una amiga.Pensó en ella en su dolor y soledad e inesperadamente sintió un poco de consuelo, ahora quería pensar que estaría en un mejor lugar, uno donde no hay dolor, ni enfermedad, tristeza y
Gabriela estaba emocionada, eso dejaba relegado el agotamiento propio del parto, tenía curiosidad de como Harry manejaría el tener un hermano nuevo en su vida, después de crecer solo ahora tenía dos niños para compartir el amor y atención pero también para ser compañeros para toda la vida.Así que cuando lo vio entrar de primero sintió que su corazón palpitaba, — !Mamá! — , dijo corriendo hacia su cama y abrazándola con fuerza, se despidieron cómo cada día en la mañana antes de ir a la escuela entre arrumacos y besos y ahora parecía que habían pasado mil cosas.Sebastián descansaba en una pequeña camita a un lado de su cama y la alegría y los ahhh no se hicieron esperar era pronto para buscar solicitudes físicas pero sin duda parecía parecerse más a la madre aún más que su cabello era rojo. — ¿Puedo ver a mi hermano? — Claro amor, solo no intentes cargarlo, para ello necesitas la ayuda de un adulto.Su madre entró tras el niño, se acercó a su hija y la beso en las frente orgullosa y
La llegada del bebé a casa fue toda una novedad, ahora los niños luego de llegar del colegio su principal atracción era pasar el tiempo con Sebastián, esperaban con ansias verlo despertar para al menos por un rato hacerle cariño.Ahora con más ayuda en casa y sin los estudios de por medio cómo cuando nació Harry, la experiencia de ser madre era mucho más satisfactoria y tranquila.Mantener la unión era la premisa, todos disfrutaban de la vida familiar como también de la individual, de por fin tener el apoyo y compañía en cada situación y reto de cada día, pero también de que las responsabilidades fueran resueltas entre todos.Cuando al pasar las semanas finalmente Gabriela se le cumplió el tiempo y debía regresar al trabajo, por una parte se sintió tranquila pues contaba ahora con dos abuelitas que junto a la niñera que contrataron para cuidar a Sebastián de manera dedicada y amorosa, sin embargo, como toda madre no podía evitar entristecerse. — Se que no es fácil amor, para ti dejar
Con el pasar de los días Gabriela ganó más confianza y con ello la tranquilidad de poder finalmente sentirse con la libertad de planificar una noche en pareja, era importante mantener la chispa así la prioridad para ambos fueran los niños.Así que planificó todo con cuidado para su primer aniversario de matrimonio lo celebrarían en familia pero el día antes, un viernes, sería para ellos completamente, así que cuando estaba por terminar su jornada aquella tarde un mensaje inesperado llegó a su oficina."Te espero en el hotel The Londoner, en la habitación 467, a las 7:00 pm"Eso hizo sonreír a Luis, estaba claro que la única que le enviaría tal mensaje era su esposa, así que terminó su trabajo y decidió ir a prepararse a casa y también antes comprarle un presente para esa noche, pues para su aniversario ya había planificado una sorpresa.Cuando llegó ella no estaba allí y era claro que todos de alguna manera participaban cómo cómplices o al menos sabían algo del plan porque nadie pregu
Al amanecer el primero en despertar fue Luis, quien pensó en la noche anterior y sonrió su mujer era una caja de sorpresas y solo esperaba a poder mantener a través del tiempo ese fue por muchos años más.Con solo pensar en eso su cuerpo se sintió agitado, por mucho que estuviera mil veces con Gabriela parecía no tener suficiente, era como si necesitara recuperar el tiempo perdido o al menos su cuerpo era lo que necesitaba.Ella estaba de espalda y Luis rodeaba su cintura con un brazo, así que se acercó mucho más a ella, pegando por completo su cuerpo desnudo.Cómo si todo cobrara vida su mano recorrió su abdomen hasta llegar a su busto, recorrió con sus labios húmedos el camino desde su cuello, sus hombros y por último la espalda.Ella se movió un poco apenas despertando pero el continúo con sus caricias, hasta escucharla gemir bajito, — te deseo tanto Gaby, nunca me saciaré. — Hummm — , dijo ya dejándose llevar por las sensaciones que despertaba en ellaSe tomó el tiempo para acari