Gabriela se sentía emocionada, por segunda vez se sentía en una nube, con más madurez, pero con una sensación de euforia desconocida para ella, como si fuera una jovencita alocada, llena de hormonas y tendiendo encuentros fortuitos, secretos y de hecho era algo similar a lo que vivían los adolescentes pues lo que les había traído hasta aquí era la falta de aprobación de su madre, pero lo que nunca pudiera imaginar era que pudiera tener una suegra tan malvada.No le gustaba la idea de verse a escondidas como si se tratara de un simple amante, pero no era el momento de exponer nada, solo debía tener paciencia, llego al lugar ansiado y allí la estaba esperando Luis, él se acercó a la puerta de su camioneta para de manera caballerosa abrirle la puerta. — Hola amor, te juro que ya te extrañaba, estaba ansioso — , la abrazo y beso con pasión apoyados del vehículo, sin percatarse que no solo estaban siendo observados, sino que además estaban tomando fotos como evidencia para exponerlos. —
Gabriela al llegar a casa se encontró con todo en penumbras, era tarde y como era lógico su madre y Harry ya dormían por lo que fue directo a su habitación y se colocó la ropa de dormir, no paraba de ver el anillo, todavía no lo podía creer Luis le había propuesto matrimonio, se sintió feliz y completa, tenían algunas dificultades que afrontar, pero estaba segura que lo superarían, ya en cama se durmió viendo el anillo.A pesar del cansancio fue la primera levantarse y preparó el desayuno para ambos en modo de celebración, no podía comentarlo aun con su hijo, pues además de que Luis quería pedirle su bendición para su relación y tratarse de una situación delicada para ambos hijos, tenían que esperar a que pasara un poco más de tiempo pues el divorcio apenas acababa de hacerse efectivo. — Buenos días, ¿Qué es todo esto Gabriela? — , preguntó su madre al ver la mesa llena de las preparaciones que sabía que le gustaba a ambos.Ella examinó si Harry estaba cerca y al ver que no había mor
Gabriela y Luis se vieron a los ojos con la poca iluminación que provenía de una lámpara de emergencia que parecía estar funcionando mal, tenían la llave y podían escapar, solo tenían una pregunta, ¿Que les estaría esperando afuera? — Debemos intentar escapar. — ¿Quién crees que nos haya atrapado? — Pudo ser cualquiera, quizá no saben quiénes están adentro, debemos correr al carro con las cajas y guardarlas en la maleta de la camioneta, no podemos dejarlo aquí. — Vale entonces no esperemos — mucho más pues pueden llamar a otros. — Así es.Luis fue hasta la entrada y muy despacio para no hacer ruido introdujo la llave en la cerradura y la giro, al abrir un poco la — puerta se dio cuenta que no había nadie vigilando al menos desde ese lugar. — Creo que tenemos una oportunidad, vamos.Caminaron con rapidez colocaron las cajas en la maleta de Luis y sobre ellas una manta, juguetes de la niña y todo lo que pudiera ayudar a disimular, — Ahora amor, ve tu primero a tu oficina luego. —
Al siguiente día del incendio el ambiente general en la clínica era de tensión y cierta melancolía, a pesar de que no afectaba las operaciones normales el hollín y la presencia de bomberos y policías daban la impresión que todo iba mal, aún más cuando encontraron el cuerpo del jefe de seguridad entre los escombros, era un hombre sin familia aparentemente un poco huraño y solitario pero que contaba con el aprecio de algunos compañeros.Sin embargo, con los días los ánimos se fueron calmando, los inversionistas realizaron un aporte especial y aquella área afectada sería usada ahora para un área más amplia de maternidad lo cual significaría, al fin y al cabo, una mejora al lugar, así que el viernes finalmente Gabriela y Luis podrían encontrarse después de días de solo enviarse mensajes para no levantar sospechas.Luis ya estaba en casa cuando escucho llegar a Gabriela, apenas esta se detuvo frente a la puerta y pensaba en abrir este abrió la puerta y la tomo entre sus brazos para besarla
Todo había pasado en fracciones de segundo, el sonido del auto frenando y los gritos de Olivia, Luis corrió hacia la puerta temiendo lo peor, pero una vez salió sintió que le corazón le volvió al pecho cuando vio a Tomy con Christine en los brazos salva y sana, con rapidez y agilidad pudo alcanzarla antes de que fuera golpeada por el auto.A esa altura todos tenían lágrimas en los ojos, con la emoción a flor de piel Luis comenzó a caminar hacia ellos y sin más Olivia se desplomo, afortunadamente él pudo sujetarla para que no se golpearan y regresaron de nuevo adentro, ahora con ella en brazos. — ¿Qué paso? — , preguntó Gabriela angustiada al ver a Olivia que comenzaba a despertar y se encontraba pálida. — Se desmayó, pero ya está reaccionando.Buscaron un poco de agua para ella y mientras se recuperaba por completo al lado de un preocupado Tomy, Luis pudo enfocarse en Christine quien estaba visiblemente afectada por varios motivos, el extendió su mano hacia ella y le dijo, — Vamos
Gabriela se encontraba cerca de la puerta cuando Luis abrió afortunadamente, por lo que de inmediato tomo a Harry de la mano pidiéndole que guardara silencio y le hizo señales a su madre para que le siguiera hasta la habitación de lavado que era la más apartada una vez allí las preguntas no se hicieron esperar. — ¿Qué ocurre mama?, ¿Por qué nos trajiste aquí? — , preguntó Harry un tanto atemorizado al ver el rosto de Gabriela, nunca la había visto así.Ella se puso a su altura para generarle confianza y luego se explicó, — No pasa nada hijo, solo que la visita que acaba de llegar lo mejor es que no nos encuentre aquí, podría traerle problemas al doctor Stone por lo que preferí evitarlo de esta manera.Harry se quedó pensando un poco todavía no muy convencido, creyó haber escuchado decir mamá y si era así era la abuela de Christine, a la que conoció durante la visita a la clínica y que tanto interés había mostrado por su parecido con su hijo, la señora en realidad le infundió un poco
Luis ante la pregunta de su madre se quedó en silencio solo por unos segundos, sin embargo, sus buenas prácticas y amabilidad serían su mejor explicación, — Pues tuvo un problema con los frenos y me ofrecí en llevarlo a revisar, tal como lo he hecho en otras oportunidades con otros doctores en un momento de una urgencia y aún más si están recientes en la ciudad, creo que de hecho garantizar transporte está en su contratación. — Tienes razón y te lo agradezco con tantas cosas ocurridas en los últimos días ni me he ocupado de esos detalles, pero adviértele que para las próximas ocasiones notifique sus problemas a recursos humanos y ellos sean lo que lo canalicen, que no se acostumbre a molestarte por nimiedades. — De acuerdo, aunque se supone que también estoy encargado de la clínica. — Por cierto, ¿Qué has sabido del diagnóstico de Olivia?, creo que escogiste el peor momento para separarte pues al menos si muere podemos capitalizar el dolor y todo eso. — Eres despreciable mamá, pe
Al siguiente dia llegaron los resultados de los exámenes de Olivia tal como lo había pensado Gabriela se trataba de un diagnostico difícil de comunicar, a veces las personas creían que los doctores eran insensibles, quizá con el tiempo aprendían a lidiar con ello de manera distinta pero no por eso se podía tapar el sol con un dedo, el cáncer era una enfermedad difícil, la sufrían personas de todas las edades, podían existir factores que aumentaran los riesgos pero no existían causas definitivas, además que a muchas personas les repetía aun cuando ya hubiesen recibido tratamiento. También estaban los efectos físicos conocidos por todos que producían los medicamentes que no dejaban de atemorizar a los pacientes, la debilidad, perdida del cabello, extirpación de algún órgano y la recuperación lenta y difícil ante todo esto, pero como médico no podía mostrarse temerosa tenía que brindarle confianza al paciente y la fe en que todo lo que se haría a partir de ahora restauraría la salud. A