Los tersos pétalos de rosa yacían esparcidos por doquier, incluso en el rostro de Adara quien se encontraba abrazada al imponente cuerpo de Eizan, la noche había terminado su jornada, dando paso al amanecer. La pelirroja contempló como la noche cedía ante el día, tuvo la idea de montarse a horcajadas sobre Eizan, quería atesorar en su memoria cada uno de los recuerdos de esa noche, amarlo sin límites ni restricciones… Aunque en el futuro incierto le rompiera el alma, trayendo del tipo de dolor que cala hasta las entrañas, del cual no existe fármaco que cure ese tipo de males. Ella era consciente de que ese hombre en su vida era como hierro caliente contra su piel, el poder que ella misma le había cedido sería letal. Pero prefería engañarse algunas veces y creer que tal vez ese era su felices para siempre de los cuentos.Ya una vez Alexander le había destrozado hasta los cimientos, cuando estaba reedificandse así misma, llegó él, nuevas promesas, otros labios, una mirada que no había d
Con desesperación comenzó a buscar entre los arbustos o en la pequeña casa qué Eizan había enviado a construir tan solo para Alice. Aunque en su interior todo parecía desmoronarse intentaba conservar la calma con el pensamiento de que tal vez estaba jugando a las escondidas, no era la primera vez que se ocultaba por varios minutos mientras intentaba que ella la buscara, conservaba esa chispa en su interior de esperanza, de ver a su hija salir con una pequeña risa. Aunque era consciente de que algo en su interior le gritaba con todas sus fuerzas que había algo mal.—¡Alice esto ya no es divertido! ¡Ven conmigo por favor!—Al final le suplica rompiendo en llanto pero tan solo él es la única respuesta que recibe. Es el momento exacto en el que acepta que no se trata de ningún juego por parte de su pequeña sino que algo realmente malo le ha sucedido.Cualquier rastro de calma o tranquilidad se esfumó en cuestión de segundos al mismo tiempo que algo en su interior parecía volverse pedazos,
Después de algunos segundos logró recobrar la fuerza necesaria para ingresar al interior, encontrarse en un lugar de ese tipo la hizo recordar un centenar de cosas. Se sintió la mujer más estúpida de encontrarse en ese sitio aun cuando su hija la necesitaba más que nunca.— El hombre que usted busca fue liberado ayer por la tarde señorita.— Las palabras resuenan en la mente de la pelirroja sin poderlo creer. Se rostro palidece y todo comienza a dar vueltas en su entorno sabía que eso ya no se trataba de una coincidencia nada más.— Debe… Debe haber algún error.—Intenta encontrar la excusa perfecta para no aceptar lo que en el fondo sabe.— No existe ninguno señorita. Ese hombre fue liberado ayer, al parecer pudieron pagar su fianza aunque no fue una suma cualquiera.— Le explica con suma tranquilidad al mismo tiempo que le muestra la pantalla del monitor dónde puede verse una clase de expediente virtual de Alexander.No es capaz de agradecer y simplemente se marcha sin mirar atrás sint
Sin previo aviso Alexander arremete contra la mejilla de Adara, haciendo girar el rostro de la pelirroja en esa sonora bofetada. Definitivamente ese hombre solo había regresado para perjudicar sus vidas, la pequeña adele se coloca de pie mientras su pequeño cuerpo se sacude con temor y sus grandes ojos le observan aterrorizados.— No te acerques a mi mami.— Le grita la pequeña haciendo frente a la situación sin lugar a dudas estaba siguiendo el consejo de su madre aunque por dentro se estuviera desmoronando de temor.— Mi papá es un hombre fuerte y grande. Cuando se entere de lo que le has hecho a mami te irá muy mal.Cuando Alexander contempló el pequeño rostro asustado de su hija se llenó de culpa nuevamente, pues no era esa la imagen que deseaba darle o mucho menos en reencuentro que esperaba después de todos esos años en cautiverio y lejos de ella. — No te atrevas a volver a hacer eso frente a mi hija, no voy a permitir que contamine su infancia y su mente con tu violencia.— Ruge
Narra AdaraHabíamos salido al exterior del bosque mientras Alice continuaba dormida en el interior. En un principio tuve la idea de escapar en la menor oportunidad, pero después me di cuenta que Alexander solo era un hombre trastornado y lastimado, que lo único que buscaba con desesperación, era el amor de la hija que había engendrado pero que por esas malas decisiones no había podido crecer junto a él.Ciertamente descubrir todas las cosas que su madre le había hecho durante sus primeros días de vidame había llenado de un sentimiento indescriptible, una mezcla de rabia y dolor. Mientras que por su parte Alexander sólo se había llenado de culpa por todo lo ocurrido durante estos cinco años.— ¿Cómo lograste salir de prisión?— No podía lograr recordar con exactitud en todos los cargos que fueron levantados en su contra y por los cuales fue condenado. Pero definitivamente podía recordar que tenía que pasar largos años en prisión y fue por lo mismo que me entregó a su hija. Además ya
Narrador omnisciente. Ciertamente esa fue la primera fisura en la relación entre Adara y Eizan.Después de la breve discusión ocasionada por la petición de adara no volvieron a dirigirse la palabra durante todo el trayecto, sino que la pequeña alice se encargó de detallarle todo lo ocurrido mientras estuvo despierta, incluyendo lo que a Alexander le había hecho a adara. Eizan de algún modo llegó a la conclusión de que la pelirroja aún se encontraba profundamente enamorada del mismo hombre que se había encargado de destrozarle la vida a un centenar de veces, de otro modo no le encontraba la justificación para que ella haya perdonado todo lo que él le había hecho.Una especie de ataque de celos comenzó a surgir entre él además del sentimiento de sentirse un completo idiot@ pues había reconsiderado su plan de venganza en contra de la pelirroja gracias a la maravillosa noche que pasaron ya que era consciente de que la amaba con la misma intensidad que la odiaba pero comenzó a valorar un
Llena de incertidumbre y dudas, con el corazón incrementando su ritmo cardíaco logró llegar al hombre al de la puerta, pero la pequeña silueta la detuvo de inmediato.— Mami, vamos al comedor a desayunar. Te ves muy bonita hoy.— Incluso la pequeña logró percibir, que Adara durante largos días había permanecido tan solo en su bata por lo cual su cambio de vestuario indicaba que tal vez las cosas estaban mejorando. Lo que la pequeña desconocía era que se cambió no duraría demasiado es que además de todo había la probabilidad de un hermanito.— Cariño ¿por qué no traes tu desayuno para llevarlo en el auto? Tengo que hacer algunas compras y no tengo el tiempo suficiente para desayunar.— Responde al cabo de unos segundos intentando encontrar la calma necesaria para responder. Sus nervios a flor de piel no le permitían pensar con la suficiente claridad o paciencia. La pequeña asiente con emoción lo cual hace sonreír a Adara.— Te espero en el auto cariño.— Deposita un beso en su frente antes
— Cuéntame más de ese palito princesa.— Pide Eizan con amabilidad, mientras sostiene una pequeña taza de té de juguete. Necesitaba saber con certeza antes de cometer un disparate.— El palito donde haces pis, y te dice cuándo nacerá el bebe.— Le explica detalladamente mientras Eizan la contempla como si le explicará lo más complejo del mundo.Continuaron conversando animadamente, mientras la pequeña lograba que el imponente hombre se atreviera a jugar con algunos peluches. De un momento a otro su expresión cambió por completo llamando la atención de Eizan.— ¿Que ocurre princesa?— Cuestiona tomándola entre sus brazos a la altura de su pecho.— Cuando tú y mami, tengan otro bebe ¿Ya no me querrán?— Pregunta con los ojos aguados. Al principio la pequeña se había imaginado a alguien con quien podría jugar, pero después tuvo la sensación de que tal vez no la querrían del mismo modo.— Tu continuarás siendo mi princesa y la de esta casa. Incluso el bebe te amara, cuando crezca jugará conti