Cap. 81La corduraLa cordura de él también pendía de un hilo, pero lo escondía mejor que ella. A Tyler no le importaba la audiencia, así nadie pondría en tela de juicio la relación que ellos llevan, aunque estos momentos tan íntimos poco o nada tienen que ver con convencer a nadie de nada.El olor de Clara había cambiado con los meses, al no tener su lobo Tyler piensa que son los cachorros y su sangre de alfa y la licantropía lo que hacía que el cuerpo de Clara cambiará de esa manera.Era como si fuera una loba.—Mentí un poquito —hizo una mueca y una seña con su pulgar e índice.—Aun así, son castigadas para que esas chicas buenas no se descarrilen —arrastras sus lengua por dientes y Clara pude sentir ese gesto en su centro, la mirada encendida del alfa en su pequeña lobita inocente.—Ustedes necesitan más privacidad —murmura Nila explotando la burbuja de lujuria de la pareja del año de manada Laguna Roja.Tyler la miró ferozmente molestó porque interrumpieran ese momento mágico con
Cap. 82Piel de gallinaCasarse era una cosa, pero siempre pensó que cuando la marcarían era por amor, no por… contratos.Una vez llegaron a casa notó que todos tenían cara larga y la espina que sentía en su corazón se clavó más hondo.Dominic se le acercó con cara de angustia a ellos.—Lamento tu perdida —dijo Dom con sentimiento en su voz.—¡Fuera! —rugió Tyler antes de que dijera más— lárgate de mí vista, Beta Vaneto.Dominic abrió los ojos sorprendidos, porque pensó que el alfa ya le había dicho las malas noticias en el auto, ella se veía angustiada, pero no triste y era porque Tyler aun no tenía el valor de decirle con lo mucho que esta noticia podía herirla. El beta decidió retirarse, no quería estar cerca de la ira de Tyler ahora que metió la pata.—¿Tyler? —susurró su pregunta con miedo, no entendía que había pasado.Las palabras de Dominic no penetraban lo suficientemente rápido el cerebro de Clara, como si hubiera hablado en otro idioma.—Ven, entremos para que te tomes algo
83Doloroso de verLa reacción de Clara era simplemente dolorosa de ver, entierra la cara en el pecho de Tyler y se queda allí largo rato, solo llorando la pérdida de un gran hombre lobo como el alfa Charles. Sus gritos y sollozos amortiguados en el traje del alfa. Quien la abraza y protege con sus fuertes brazos a su alrededor.—Quiero que te calmes, necesitamos que te calmes —habla Tyler en mi oído acariciando su gran estómago.Lo intentó, en serio que lo intentó, pero ahora estaba destrozada y solo quería llorar.«Mi Pipa no va a desayunar más conmigo en el jardín, ni decirme más de esos consejos sabios que no sabía de donde sacaba, pero parecían tan perfectos para mí» piensa Clara con tristeza.—Me lo ocultaste —susurra su acusación Clara, separándose de él como si se hubiera quemado, la tristeza dándole paso a la rabia inconmensurable que sentía por la partida del único ser benevolente que había en su vida— hiciste que me parara frente a toda esa gente… mientras él… ¡Oh, Diosa!¿
84Arrebato de ClaraTodos pensaron que, con ese arrebato de Clara Tyler arremetería en contra de ella. Pero el alfa sabía que era solo su dolor hablando.—Me disculpo, no quise ofenderte —dijo el alfa suspirando con ganas de llegar a ella y abrazarla de nuevo— solo ven, vamos a sentarnos un momento.Quería llegar a ella, la abuela Hilda no interrumpió de nuevo ni intentó acercarse y sacó de allí a todos los ojos curiosos que había en la sala. No les compete la reacción de su Luna.Había una puerta corrediza en la sala que poco se usaba y la abuela la cerró para darles más privacidad.—¿Qué? —pregunta Clara viéndolo con ojos de sorpresa.La furiosa cólera evaporándose al escuchar cómo se disculpaba por primera vez en meses.No se disculpó por lo que hizo el hospital, no se disculpó cuando la trató como cómplice de todo ese embrollo, no se disculpó cuando simplemente decidió hacer la su pareja elegida porque no le quedó de otra.Esa disculpa por muy tonta que parezca la desinfló como u
85Mantener la calma—No lo sabía —tartamudea la mujer angustiada.—Ponme en altavoz —le demanda la doctora con apuro, en cuanto Nila lo hizo la voz de la doctora lo hizo— Alfa, todo estará bien. Ya casi están llegando y ya tengo un equipo listo para atenderla, estarán bien los tres.—Sí —gruñó con ojos rojos brillando ferozmente.Thunder no quería dejarla, pero sabía que tal vez iba a empeorar las cosas, así que retrocedió.Nila tragó grueso, pero trató de mantener la calma, la abuela Hilda iba callada viendo como Tyler protegía el cuerpo de Clara con el suyo propio cuerpo con una cara de preocupación que no había visto jamás, estos meses habían cambiado a Tyler, tal vez se estaba enamorando de la pelirroja en sus brazos y le preocupaba mucho que algo le pasara a alguno de ellos ahora que él estaba aprendiendo a amar a alguien.Llegaron al hospital y se bajan rápidamente, la deposita en una camilla que ya les esperaba afuera y quiso entrar con ella.—Va a entorpecer —le dijo una enfe
86Tuvieron mucha suerteLa doctora Hunter estaba preocupada por Clara y la salud de los bebés y aunque la presión de ella estaba un poco alta pudieron establecerla e intervenir a tiempo. Ya los niños habían nacido, estaban sanos y ella más tranquila sabiendo que hizo un buen trabajo.—Tuvieron mucha suerte —dijo la doctora terminando su trabajo.—Sí —solo eso dijo el alfa, no tenía ganas de hablar con nadie más.La doctora estaba acostumbrada a su trato frío y sintió un poco de pesar con los niños y Clara por tener a un hombre de piedra a su lado.Tyler volvió a tomarle la mano y no se despegó de su lugar ni cuando una enfermera lo intentó de nuevo para que él se cambiara mientras la llevaban a una habitación.Saliendo del quirófano Tyler se sentía un poco más tranquilo, todo pareció salir bien y sus hijos ya habían llegado a este mundo.—¡Tyler! —exclama la anciana al verlo con Clara en una camilla y él a su lado— ¿Cómo están?—Todo salió bien, abuela —su voz era ronca por todas las
87Ellas regresaron—No eres culpable, Clara —le comenta Tyler esperando que eso sea suficiente para calmar su desasosiego— nadie te culpa de nada, son cosas que pasan.—Ahora me perderé el funeral del abuelo Charles —se lamenta la mujer pelirroja mirando alternativamente a sus bebés— su abuelo Charles los quería muchísimo —les dice a sus dormidos bebés.—No lo harás, jalé de unos contactos y van a poder esperarte. Mañana es el funeral —comenta suavemente sin querer despertarlos— puedes ir si quieres mientras los niños quedan al cuidado de Nila en el auto, no los quiero dejar solos en casa, están muy pequeños. No puedes estar todo el servicio, pero si presentarte allí.Cuando se despertaron hace unas horas estaban furiosos y hambrientos, una enfermera lo ayudó a alimentarlos del pecho de su madre y ellos gradualmente se calmaron y luego durmieron.—¿Hiciste eso por mí? —indaga ella viéndolo a los ojos con lágrimas ya presentes queriendo derramarse.Sus cristalinos ojos azules engancha
88Nombres de Luz—¿Te explicaron? —pregunta ella confundida y agradecida— si sabes, entonces ven y ayúdame.Tyler no sabía si confesar que ya había visto sus senos desnudos y ayudó a manipularlos para darles de comer a los pequeños mientras ella seguía inconsciente, no quería retroceder en el camino ya recorrido así que solo asintió y se acercó.Le explicó cómo hacerlo y ella quedó fascinada cuando el niño esta vez se prendó bien de ella y comenzó a succionar desesperado por su alimento y el calor de mamá.—¡Oh! Se siente extraño —dijo con una risita.Pasar de ser virgen a ser madre era algo surrealista para ella, pero era lo que era.La doctora Hunter ya le había explicado que técnicamente ya no era virgen, su himen se tuvo que haber roto para el procedimiento de la fertilización in vitro, pero ella de todos modos pensaba de sí misma como virgen ya que nunca había intimado con un hombre.El único hombre que puede decirse que la tocó de una manera intima era el alfa Neumann, su futur