169. Un largo viajeClara se encontraba bastante alterada y muy confundida; no había visto a su esposo en dos días y se sentía fuera de lugar y desbalanceada, pero él seguía manteniendo la distancia y ella acató lo que él quería.—¿Qué te tiene así? —preguntó Hilda en cuanto la vio sentada sola en el jardín y melancólica.Hilda no había visto a Clara tan triste en… tal vez la muerte de Charles le afectó más, pero era una mujer tan fuerte que trataba de que eso no se le notara.—Solo salí a tomar un poco de aire ahora que los niños están dormidos —respondió Clara, mirándola rápidamente antes de volver su mirada a la fuente frente a ella que le transmitía paz.—Conozco esas miradas. ¿Discutiste con Tyler? ¿Qué te hizo? Porque le voy a dar con el bastón que le va a doler hasta su próxima vida —contestó la abuela Hilda, enojada.—Discutimos un poco, y las cosas han estado muy complicadas y distante desde entonces, no hemos podido terminar de solucionarlo. Pero está bien, puedo esperar —co
170. Reportero Antonella se había propuesto conquistar al frío alfa, que se veía melancólico mientras atendía el caso de su empresa de automotriz y el incendio de la bodega que tuvo innumerables perdidas y él solo gestionaba ambas cosas.¿Dónde estaba su Luna y por qué no estaba aquí ayudándolo? Ella sería una perfecta Luna, solo necesita dar el ultimo empujón.Con el incendio ocurrido hacia pocos días y la auditoría, el alfa Tyler apenas dormía o comía, y si iba a su casa no salía del despacho por la montaña de trabajo que no podía seguir evadiendo, le hacía falta su esposa y sus hijos que solo podía ver mientras dormía y se siente como cuando ella llegó a la manada y él metió la pata con Alessia. Ahora que lo piensa nunca se disculpó con ella, solo se alejó de ella de día cuando de noche la miraba dormir y les hablaba a sus cachorros.—¿Le puedo traer un café, alfa Tyler? —pregunta Antonella tratando de acercarse sin obtener éxito alguno.—No, gracias —dijo Tyler.No le gustab
171. Cena con papáA pesar de todo el desastre que ha pasado en su vida, y con la noticia corriendo como pólvora por todos lados, Clara decide salir a cenar con su padre en lugar de cenar con Tyler. No tiene la fuerza suficiente para hablar con él y lidiar con todo el asunto. Sabe que no es real, que tal vez fue un montaje, pero simplemente no tiene ganas de enfrentarse a Tyler ahora, así como él no tuvo ganas de venir a dormir en su cuarto y hacerla parte de su vida.Se arregló con gran esmero: se dio un baño, se miró al espejo, y se aplicó aceites de jazmín en el cuerpo para darle un brillo especial a su piel. Se puso una capa extra de maquillaje para tapar esas ojeras que hoy no quería lucir. Hoy no iba a esperar a su compañero, especialmente hoy que debería ser un día feliz para ella por haber encontrado a su padre. No le iba a dar el gusto a quienquiera que haya sacado la noticia de verla destruida y llorando.Entre las cosas que Tyler le había regalado, había un hermoso vestido
172. Carta de Charles—Esta carta me la dejó el abuelo Charles, y fue instruido que se me entregara una vez él muriera —le comenta Clara a su padre, James.Aún no está muy segura de lo que planeaba el Alfa Charles, pero Clara decidió seguir sus instrucciones en lo que respecta a Anabella.—¿Quieres que la abramos juntos? —le pregunta James con los ojos cristalizados por las lágrimas retenidas.James sentía que, a pesar de todo, no merecía tanta bondad de parte de su hija. Ella lo había aceptado con los brazos abiertos, sin dudar ni un segundo en darle su afecto.—La verdad es que no he tenido fuerzas para verla, pero siento que es el momento, y quiero que me ayudes a hacerlo y a leerla juntos —Clara se encoge de hombros, un poco recelosa de que James le diga que no.—Es un honor para mí —le sonríe James, y una lágrima se escapa de su ojo—. Ya hiciste llorar a tu viejo.—No estás viejo —dice ella también, respirando y riendo a través de las lágrimas.—¿Estás lista? —le pregunta James.
173. PelículaJames se negó a darle uno de los bebés a quien fuera; constantemente los estaba cargando y haciéndoles monerías. Los pelirrojos, más que contentos, reían y gorgoteaban con su abuelo. De la tristeza que había encontrado en un momento de la noche, Clara ahora se sentía feliz. Aún no podía creer que su padre, en verdad, estuviera aquí. James tenía su propia versión de los hechos, y ella estaba casi segura de que sería la misma versión que la de su madre. Si pudiera, le preguntaría a su madre en algún momento.Anabella, por su parte, estaba frenética en un bar, bebiendo y sintiéndose desbalanceada. En ningún momento de su plan contaba con que James Montgomery apareciera vivo, pidiendo su estúpida... Y más aún si iba a exigir algún pago, y posiblemente el divorcio. Ella no podía permitir eso; tenía que encontrar la manera de salir victoriosa, pero aún no sabía cómo.En el despacho de Tyler, él estaba bastante inquieto. No sabía si Clara iba a volver hoy de esa supuesta cena en
174. Pagando pecadosTyler se sentía ahogado, no sabía que la había lastimado tanto al alejarla, cuando buscaba exactamente lo contrario y se maldice una y otra vez por eso.Thunder estaba más que furioso por la estupidez que había cometido su humano y sentía que su enlace peligraba si Clara no lo perdonaba. Tyler esperó toda la noche en su cuarto para ver si ella regresaba, pero no lo hizo y eso solo lo desesperó más.«Eso sintió ella, ahora mírame, pagando tus pecados estúpidos» se queja Thunder.Pasaron cuatro días más en las que Tyler no salió de la mansión esperando porque Clara quisiera hablar con él, ella dijo que hablarían cuando ella estaba lista… pero, esto era demasiado para él.Sabía por los empleados que ella salía de la mansión constantemente y la abuela le dijo qué a pasar tiempo con su padre y los gemelos, al quinto día decidió no seguir esperando o pasaría toda una vida y ella no volvería y allí si la perdería para siempre, él no podía permitir eso. Sentía un dolor so
175. Moviendo las fichasTyler estaba en la tranquilidad de su despacho revisando unos mapas ya que no podía dormir cuando recibió una alerta en su celular: los renegados estaban empezando a atacar las afueras de las ciudades, incendiando casas de inocentes. Se levantó de inmediato y corrió hacia donde estaban su amada y sus cachorros durmiendo. No había tiempo para delicadezas, así que entró como un torbellino. Clara, asustada, se levantó rápidamente, mirando a su alrededor y parpadeando, tratando de orientarse. Aún le dolía lo que habían hablado la noche anterior, pero Tyler lo entendía. Sin embargo, no había tiempo para nada más que salvar vidas.—Están atacando la manada —le informó Tyler, mirándola ansioso. Ahora sin saber cómo proceder.Por increíble que parezca, el alfa más fuerte de la región no sabía qué hacer, aun se sentía perdido. Ella se levantó de un salto y comenzó a dirigirse hacia su armario. Se puso ropa cómoda porque lo más seguro es que tendría que convertirse en A
176. La ciudad Varios alfas se encontraron en las limitaciones de la parte oeste de la ciudad para que Los renegados no los vieran porque estaban en el otro extremo esperando para atacar causando estragos —Bueno, el Alfa nos dijo que nos reuniéramos en la sala de guerra —comentó uno de los Alfas luego de su corto viaje.—Vamos, que para luego es tarde —dijo Derek, queriendo destrozar cráneos cuanto antes.«La Diosa sabía que lo necesitaba luego de la conversación con Isabella, odiaba cuando su madre se refería a ella solo como Bella... ¿Qué estoy pensando? Enfócate» el alfa Derek estaba confundido.La luna llena iluminaba el bosque, proyectando sombras inquietantes sobre el territorio de la manada. Tyler permanecía en el centro de la sala de guerra, rodeado por sus betas y consejeros y su Luna. El mapa extendido sobre la mesa mostraba múltiples marcas rojas, cada una señalando un ataque reciente en la semana de Dominic. Sabía que él estaba detrás de todo, pero lo que más le preo