147. Herida y sangrantePero las heridas le estaban haciendo gastar mucha energía y sangre, y sanarse sería bajar la guardia, Zac entra junto con Drew prácticamente corriendo con los ojos muy abiertos, ellos se habían quedado en la casa para proteger a los niños, pero una avalancha de renegados los había entretenidos, pero ya estaban allí y pensaron que tal vez era tarde.—Estamos aquí —dijeron ambos lobos viendo la carnicería alrededor de la habitación bastante sorprendidos.No sabían que Nila podía pelear de esa manera, los ojos de su loba se veían cansados y pesados.—Buena loba, te debo una copa —le dijo Zac guiñándole un ojo a Tina.La loba cayó al piso de cansancio y alivio al ver a los guardias más fuertes que ella a podido conocer.Se convirtió en Nila de nuevo y se quedó en el suelo en posición fetal totalmente desnuda y bañada en sangre.Drew se encargó del rezagado que quedaba poniéndole unas esposas y bajando para darle el prisionero a un guardia. Seguro su alfa quer
148. La bodaA pesar de que era una de las bodas más esperadas del año, muchos se quedaron sin invitación, los novios habían decidido hacerlo todo más íntimo y era hora de la boda.—¿Estamos listos? —dijo la abuela Hilda, acompañada de una asistente que la ayudaba con los imprevistos.El trabajo de Janet era el de apagar el fuego que ocurra en cuanto a bebida, la niña de las flores, la música y todo aquello que requeriría su ayuda, así que era sencillo.—Todo listo, señora Hilda —respondió Janet— todos están en su posición y el novio esperando en el altar.—¿Y la novia? —cuestiona la abuela Hilda.—Esperando por que le demos la seña para salir con Nila y los niños —le responde Janet.—Bien, avísale que se acerque con Zac para él la lleve al altar y Drew con los niños junto con Nila —le instruye a Janet por si se le olvida.—Muy bien —la chica hace caso y marca el número de Nila.En poco tiempo ellas aparecen con los dos guardias y los gemelos en brazos.La abuela Hilda se emo
149. Juramento de fidelidadNila, Drew y Zac se turnaban cuidadosamente para cuidar de los niños, tal como lo había ordenado la abuela Hilda. La boda seguía su curso, y todo iba viento en popa. Los humanos invitados se divertían como nunca, disfrutando de la música, el baile y la comida, sin tener ni idea de lo que estaba por venir.Cuando el sol comenzó a ocultarse, un cambio sutil se hizo presente entre los lobos de la manada. Sin que los humanos lo notaran, uno a uno, los lobos empezaron a alejarse hacia el bosque. La luna llena emergía lentamente en el cielo, iluminando el sendero que conducía al lugar sagrado donde tendría lugar la ceremonia más importante de la noche: la ceremonia de apareamiento, en la que se proclamaría a Clara como la nueva Luna de la manada.Clara sentía que su corazón latía con fuerza a medida que se adentraban en el bosque. Aunque ya no estaba tan nerviosa como había estado dos meses atrás, aún tenía ciertas dudas. No era una exhibicionista por naturaleza,
150. Intereses de la manadaEl canto se elevaba hacia el cielo estrellado, subiendo en intensidad a medida que Clara y Tyler se unían más profundamente. Los lobos, ya fuera en forma humana o convertidos en sus formas animales, aullaban a la luna, rogándole que protegiera y guiara a la nueva pareja para toda la eternidad.Mientras tanto, en los márgenes de la ceremonia, Dominic se escabullía en las sombras, alejándose sin llamar la atención. No tenía ningún deseo de presenciar la ceremonia completa; había permanecido el tiempo suficiente para mantener las apariencias, pero ahora tenía otras cosas en mente.—¿Por qué nos vamos? —preguntó una rubia que lo acompañaba, haciendo un puchero mientras intentaba convencerlo de quedarse.—Porque me da la gana. Camina y ya —le respondió Dominic con brusquedad, sin detenerse a explicarse.La chica, aunque visiblemente molesta, le siguió obedientemente, sin atreverse a cuestionarlo más.Dominic estaba enfadado. El plan que había elaborado para toma
151. MarcadaBella observaba la ceremonia con los labios fruncidos, sus ojos brillaban con una mezcla de desdén y celos. Aunque trataba de disimular, Derek notó la tensión en su expresión.—No entiendo por qué te molesta tanto —dijo él, con una sonrisa burlona mientras le daba un ligero empujón en el brazo, cambiando de táctica con ella—. Eres hermosa e inteligente, igual que Clara… o incluso más.Bella giró su cabeza hacia él, fulminándolo con la mirada.—¿Qué? —protestó, cruzando los brazos sobre el pecho—. No estoy molesta.—Oh, claro que no —se rió Derek, su tono lleno de una ironía juguetona—. Te importa un comino que todos estén mirando a Clara.—¡Exacto! —replicó Bella, aunque su tono traicionaba lo contrario.Derek dejó escapar una carcajada, tirando un brazo sobre sus hombros.—Vamos, Isabella, no te pongas así. Si te soy sincero, no entiendo por qué te molestas —le dice un poco incrédulo—. Eres tan impresionante como ella, si no más.Bella lo miró de reojo, sus labios apenas
152. Una advertencia Dominic caminaba por la fila de camiones que había para llegar a la nueva entrega cuando una sombra aparece al final del camino dificultando ver su rostro.—¿Quién eres? —preguntó de inmediato al ver la delicada figura al fondo del pasillo que formaban los camiones.Dominic estaba cerca de una parada de camiones muy concurrida. Había conducido al menos una hora para llegar allí y encontrarse con las personas que recibirían el camión para asegurar la entrega y el pago de su mercancía.—¿Acaso ya te olvidaste de mí? —cuestionó la figura con una sonrisa maliciosa—. Hermano, no habrás pensado que me mataron, ¿verdad? —se burló Alessia.Lo tenía donde quería.—Sabía que vendrías tarde o temprano. Todo regresa a su causa. Vámonos a casa, ya que no me pude deshacer de ti —dijo Dominic sin pensarlo.—Ella ya tiene una casa —respondió alguien más detrás de Alessia.Dominic no esperaba que Alessia estuviera acompañada de alguien más, lo que lo hizo enfurecer.¡Esa
153. Sino fueran alfa y lunaA la mañana siguiente de la boda, Tyler y Clara tomaron a los niños y se fueron solos los cuatro a una casa en el bosque. Solo era por una semana, pero, de todas maneras, todos tenían órdenes de llamarlos si algo grave pasaba.Tyler aún tenía a dos hombres que habían atrapado el día que casi secuestran a sus hijos, uno era el que estaba en los límites de la ciudad el otro el del secuestro frustrado. Estaban en su calabozo personal, esperando que quisieran hablar después de que los torturaran Zac y Drew. Todos estos días los habían dejado sin comida, sin luz lunar y sin agua, así que esperaba que pronto hablaran tranquilamente.Esa mañana luego de que el alfa y la Luna se fueran, Nila despertó con dolor de cabeza por haber bebido más de la cuenta, ya que la abuela se había quedado con los gemelos el resto de la noche y, cuando lanzó su mano a un costado se topó con un cuerpo fibroso y duro como roca, allí estaba Zac con ella. Suspiró por la estupidez monume
154. Nuestros deberes—¡Alto, alto! —clamó Clara entre risas—. ¡Mis costillas no aguantan más, Alfa Tyler!Tyler dejó de hacerle cosquillas y la miró con una ternura que hizo que el corazón de Clara tartamudeara en su pecho y se derritiera un poco más, si es que eso era posible.—Lo siento, mi Luna —dijo él, besando suavemente su frente—. No puedo evitarlo, me encanta verte reír —luego besó sus mejillas y cuello.—Mejor que te guste, me verás llorar del dolor de seguir con esas cosquillas mortales —bromeó Clara, tratando de recuperar el aliento.Tyler la ayudó a levantarse, y ambos se quedaron un momento en silencio, simplemente disfrutando de la presencia del otro.—¿Crees que los niños algún día recordarán estos momentos? —preguntó Clara, un poco más seria— solo son unos bebés.Tyler miró hacia donde estaban ya distraídos con los ruidos de los árboles, donde los gemelos observaban curiosos todo.—Quizá no en detalle, pero estoy seguro de que sentirán el amor. Eso es lo más important