Previo a la presentación, había muchas cosas por arreglar, necesitaba buscar un vestido apropiado que fuera acorde con la magnitud del evento, no estaba acostumbrada a vestir de una forma tan glamorosa pero desde que era la esposa de Alex ésa parte se había tenido que incluir en mi nuevo listado de usos y costumbres. Le pedí a Amelia y a mi suegra que me acompañaran, Así podíamos pasar un rato juntas, ellas aceptaron encantadas, nos gustaba convivir Y esta era una buena oportunidad, Alex me dijo que se quedaría con los gemelos, pues no tenía que regresar a la oficina todavía y aprovecharía para pasar un rato agradable con los niños en casa del abuelo Turner. – Te veo en un rato mi amor, diviértanse, espero que no te den mucha lata estos diablillos – le dije. – cuál es diablillos, si mis príncipes son unos angelitos, verdad mis amores – contestó orgulloso. Los gemelos se le colgaban del cuello, dejándose llevar por la forma tan encantadora de Alex, los niños lo adoraban y se sentían so
Caminaba por los pasillos de mi empresa, se respiraba una atmósfera un tanto diferente, ese día se llevaría acabo la presentación de la nueva línea de tecnología y Elizabeth sería la encargada de llevar a cabo la campaña de lanzamiento y mantenimiento de la publicidad. Una vez terminados todos los preparativos, se dispuso todo para dar comienzo con la recepción de los invitados. –¿Ya está todo listo Ashley? – pregunté. – Si señor, el área de publicidad se ha esmerado mucho en la organización del evento – contestó. – Me alegro mucho, estoy seguro qué tendremos mucho éxito y que este producto se posicionará tal como queremos – dije. Mientras tanto en el departamento de publicidad, Elizabeth estaba hecha un manojo de nervios, era su primera vez apareciendo en público por lo tanto era lógico que se sintiera un poco insegura, yo confiaba plenamente en ella puesto que sus capacidades saltaban a la vista, había sido testigo del trabajo que realizó día con día, como imprimió su esfuerzo a cad
El evento no pudo terminar mejor, la gente se acercaba para felicitarnos, habían quedado maravillados con la presentación, seguro la línea de tecnología tendría un gran éxito, eso era lo que comentaban los periodistas, los empresarios y los múltiples asistentes que se dieron cita en la presentación. Alex se veía muy orgulloso, y qué decir del abuelo Turner, la señora Valeria, la señora Amelia y el doctor Vallejos, pero no podemos decir lo mismo de Bianca y Marcus. A ellos se les notaba el coraje y la frustración porque las cosas no habían resultado como ellos querían, buscaron por todos los medios sabotear mi trabajo, pero al final no se salieron con la suya, Michael confesó las negras intenciones de Elena, nos entregó el video y los catálogos y gracias a eso todo pudo llevarse a cabo sin problemas. Rachel se llevó a Elena casi arrastras, sabía que estaba acabada, su sucio juego se había descubierto y no le quedaba nada que pudiera hacer, detrás de ella había una autora intelectual en
Después de la celebración que tuvimos con motivo del nuevo nombramiento de Elizabeth en las empresas Turner, volvimos a casa y todo termino en un emotivo y apasionado encuentro entre nosotros, mi esposa y yo éramos dinamita cuando estábamos juntos, Y la pasión se desbordaba con un solo beso, con el desliz de mis manos sobre ella, cada mirada y cada sonrisa daba paso aún encuentro Sublime entre los dos. Amanecimos allí, los dos juntos, abrazados como desde el primer día que decidimos casarnos, la miraba enamorado, parecía un ángel mientras dormía, su rostro reflejaba tanta quietud, tanta paz que era imposible no contagiarme con esa encantadora forma de ser que tenía. Decidimos tomarnos el día libre, las dos semanas habían sido difíciles para todos, y lograr ese acontecimiento tan exitoso no fue fácil, sobre todo por lo que le sucedió con el intento de sabotaje de Elena y sus cómplices. –Hora de levantarse bella durmiente – le dije en un susurro. – Buenos días mi amor, ¿qué hora es? – P
Mi suegra y el doctor Vallejos llegaron a un lugar impresionante, donde todo estaba dispuesto para que el pudiera llevar a cabo el plan que venía guardando desde hacía tiempo. Valeria estaba muy nerviosa, no sabía con que se encontraría, llevaba los ojos vendados y él la guiaba sutilmente hacia aquel lugar desconocido. – Estoy empezando a ponerme nerviosa cariño, ¿por fin me vas a decir a donde me llevas? Preguntó ella con curiosidad. – Aguanta un poco más, ya estamos cerca, no seas curiosa – respondió. – Está bien, trataré de soportar un poco más, pero sólo un poco – dijo . Siguieron caminando, la llevaba abrazada y disfrutaba ver como Valeria manifestaba en su rostro toda la felicidad que estaba sintiendo. Le quitó la venda de los ojos, habían llegado A una casa de campo muy hermosa, a mi suegra le gustaban mucho los lugares que estaban en contacto con la naturaleza, y cuando estaba frente a ella no pudo evitar emocionarse hasta las lágrimas. – Perdiste tu cabaña del bosque, así que
Tuvimos una fiesta preciosa, una boda digna de recordar, con esa ceremonia mi madre estaba dando carpetazo al pasado para comenzar una vida nueva al lado del doctor Vallejos. Sentí cierta nostalgia cuando me despedí de ella, al verla partir hacia lo que sería su luna de miel, entendí qué estaba por iniciar una familia, sabía que me estaba comportando un poco egoísta, pero acababa de recuperarla y de cierta manera me causaba cierto conflicto tener que separarme de ella justo ahora que estábamos recomponiendo nuestra relación, necesitaba sacudirme todos aquellos pensamientos, Mamá merecía ser feliz y ese día estaba resplandeciente vestida de novia, el doctor la miraba obnubilado y ella correspondía a esa mirada con igual intensidad, así que mis celos de hijo no tenían lugar. – ¿Estás bien cariño? – Dijo Elizabeth con voz dulce Al verme tan pensativo. – Todo lo bien que se puede estar cuando te roban a tu mamá – contesté con sarcasmo. – No seas malo, el doctor Vallejos no te está robando
Amelia y el señor Turner decidieron irse unos días a la villa, querían tener ese ansiado viaje de hermanos que tanto se merecían pero que nunca habían podido llevar a cabo, desde que se reencontraron y solucionaron sus diferencias se volvieron grandes compañeros, al final de cuentas los escrúpulos y los prejuicios lo único que provocaban eran desdichas, así qué desde que tomaron la determinación de aceptarse como lo que realmente eran, todo marchó para bien. – ¿Y ese milagro viejo?, Se me hace tan extraño que no te lleves a Charlie, no me digas que decidiste aprender a cocinar – lo interrogó Alex con su acostumbrado tono de broma. – No me molestes, tuve que darle vacaciones, tu tía Amelia insistió y es peor de terca que tú – contestó de mala gana. – Mira quien lo dice, el testarudo mayor de la familia – bromeo Alex. – Ya por favor, parecen unos críos peleándose por todo, ahora van a estar lejos el uno del otro, a ver cómo le hacen para discutir – los reprendió Amelia. – Prometo que te
Era momento de retomar las responsabilidades de la oficina, con la ausencia de mi abuelo, de mi tía y de mi madre, el bienestar de la familia Turner recaía sobre mí. Pensaba en nuestra fiesta de aniversario, quería preparar algo muy especial para celebrar nuestros dos primeros años de casados, como olvidar aquel día en que decidimos comprometernos para siempre, aquel mágico momento que representó la transición más grande de mi existencia. La llegada de Elizabeth había sido una gran bendición para toda la familia, nos enseñó a creer en que la felicidad si es posible, que la vida es especial si tan sólo decides vivir de manera espontánea. Nos levantamos temprano, Elizabeth estaba preparando lo todo para dejar a los gemelos a cargo de mi nana y una niñera que nos ayudaba a cuidar de ellos en nuestra ausencia. Me quedé a solas con esa fiel y maravillosa ama de llaves que me había acompañado desde el momento en el que mi madre fue ingresada en aquella clínica psiquiátrica donde pasó 20 lar