Apoyo mi brazo sobre la baranda del muro y apoyo mi rostro en este. A mis espaldas la fiesta sigue, aun cuando el sol está cayendo. Ya he pasado tiempo suficiente pretendiendo ser la novia perfecta: sonriendo y extendiendo la mano a los familiares y amigos de Archie presentes. Conocí a Abby y Cole, los hijos de Thomas, el tío médico de Archie que me conoció en uno de los peores días de mi vida; me pareció muy gentil de su parte preguntarme cómo estoy e incluso me extendió la invitación de ir a su consultorio si así lo creo necesario. También me presentó a Susan, su tía paterna y a Greg, el quinto marido de esta.
Después hablé un largo rato con Caroline, que aprovechó la menor oportunidad para recalcar lo feliz que le hace ver a Archie rehacer su vida "especialmente después de lo que pasó con su madre" me dijo. Caroline, quien aparenteme
Suelto un largo bostezo mientras Eugene me sirve una taza de te. Con una sonrisa, le agradezco su gesto amable mientras tomo la humeante taza que huele a una exquisita combinación de frutas tropicales. Eugene y Lydia fueron las únicas personas que invité a la fiesta de compromiso pero Eugene no pudo asistir porque tenía un cuadro alérgico "llega el otoño y y a mi se me alborotan todos los males" dijo cuando me llamó entrada la noche para disculparse. Yo me preocupé pensando que se sentía muy mal y por eso no había ido, sin embargo me dijo que estuviese tranquila "me tomé un analgésico y me quedé dormida, desperté hace unos cinco minutos y decidí llamarte para disculparme por mi ausencia" comentó entrada casi a las diez de la noche cuando llamó. Sin embargo, ayer vine a verla para asegurarme de que realmente estuviese bien, incluso le preparé
Encuentro voz para decir: —Yo qué sé por qué se sentaba conmigo. Tú mismo has tomado asiento en esta mesa y ni siquiera me has pedido permiso.—¿Por qué debería hacerlo? Hasta dónde sé, esta mesa no es tu mesa— Se inclina hacia atrás y cruza sus brazos sobre su estómago, tomando una posición retadora.—Razón que te convence. Si tú, que solo eres un insignificante auditor, se toma el atrevimiento de sentarse aquí, pensando que no deberías pedirme permiso antes de hacerlo, es lógico que mi jefe, quiero decir, nuestro jefe, también lo haga ¿no lo crees?Kevin no responde, simplemente me mira por un par de segundos y luego se echa a reír, dejándome desconcertada e irritada a partes iguales. Ahora soy yo quien cruza los brazos, los mantengo sobre mi regazo, esperando ansiosa por una explicació
Nunca he sido una persona vengativa, al contrario, he creído firmemente que la justicia divina tarde o temprano llega. He pensado así desde que tengo uso de razón. Me lo he repetido una vez y otra vez cuando pienso en mi padre. Nunca he albergado odio hacia él, después de todo, de él nací y me guste o no, mi mamá le quiere. Pero soy consciente de todas las cosas malas que nos ha hecho y cuando hacia algo nuevo, me decía "Está bien, la justicia divina hará su trabajo". Pero a veces hay que adelantarle el trabajo a esa justicia divina y resulta que Martha no es mi papá. Y Kevin tampoco.Salgo disparada de la oficina y casi corro hasta el ascensor. Pulso el botón con insistencia hasta que las puertas se abren delante de mi. En la distancia, mientras las puertas se cierran, veo a Martha y me despido con la mano. Lo último que veo de ella es cuando se pone de pie.De v
Con una mirada de pocos amigos, Archie dice:—¿Tú qué dices, Kevin? ¿Es o no verdad que ofendiste a Sabrina?— Kevin no pronuncia ninguna palabra —Kevin, cuando hago una pregunta, me gusta que me respondan— Dice Archie arrastrando pesadamente las palabras.—Yo...— Empieza Kevin —Pude haber hecho un comentario indebido.—¿Un comentario indebido?— Repite Archie alzando la voz —¿Quieres repetir ese comentario aquí, Kevin?—No, señor— Kevin suena como si estuviese a punto de llorar.—¿Por qué no? ¿Qué tiene de malo ese comentario cómo para no decirlo en público?—Yo...— Repite nuevamente, como si el aliento faltase en sus pulmones —Fue solo una broma.—Entonces si fue solo una broma, vamos, quiero que la digas aquí, en voz alta y as&iac
Hoy he querido hacer algo diferente en la hora de almuerzo. Después de lo que sucedió ayer, el ambiente en la oficina no es el mejor de todos. Al menos ya no hay habladurías de pasillo pero el problema es ese, ya nadie habla. Todos van con caras largas y reina el silencio. Es una ventaja que el Señor Simon esté nuevamente de viaje, porque notaríaque la tensión se puede cortar con un cuchillo. He pensado en sugerirle a Archie alguna idea para romper el hielo, para tratar de amenizar la jornada laboral diaria pero eso es algo que puede esperar. Ahora mismo, es momento de solucionar mis propios problemas. Por eso he tomado la hora milagrosa del mediodía y me he dirigido al café más cercano, he tomado una mesa en el rincón donde puedo tener privacidad y a la vez puedo contemplar la fina lluvia que cae sobre la ciudad.Ordené una tarta de calabaza y una taza de café porque es oto&ntild
El penthouse de Archie es simplemente perfecto. Ahora entiendo perfectamente porque le encanta hacer alarde del lugar donde vive. No solo está ubicado en el edificio más hermoso de Nueva York, es que el lugar es espectacular. Es amplio, muy amplio pero a la vez se siente íntimo; es minimalista pero a la vez tiene todo lo que podría necesitar; es muy blanco, y está muy bien iluminado pero también es acogedor. Y, como si todo eso no fuese estupendo, tiene un balcón con una vista incomparable.Archie me invitó a pasar la tarde en su casa, no porque le plazca tenerme aquí -yo en cambio sí que estoy muy a gusto- pero en realidad necesitamos terminar de planificar la boda. En una semana. Así que como dicen por ahí: "dos mentes funcionan mejor que una", y es momento de demostrar que eso es cierto.Pero como yo trabajo mejor cuando estoy cómoda y relajada, le he dicho que salgamos al bal
¿Debería emocionarme por una boda de mentira? No ¿Estoy emocionada? Por supuesto que sí. Da igual que nada sea genuino, que sea todo bajo un contrato, que tenga que fingir ser la esposa de Archie durante varios meses, no me interesa, esta es una boda y tengo todo el derecho de disfrutar cada segundo de ello. Puede que no esté bien, fingir amor por dinero no es algo de qué sentirse orgulloso pero eso no quiere decir que no me la pueda pasar en grande y eso es justamente lo que voy a hacer desde ahora.—Eso espero. A los dos nos conviene que esto salga bien.—Hay algo que debo decirte— Comento haciendo caso omiso a sus palabras —Mis papás saben que me voy a casar. Y los invité a la boda.Archie se queda perplejo, de hecho, es incapaz de pronunciar alguna palabra. Si rostro se vuelve tenso, casi luce preocupado. Pasa una mano por su nuca y mientras suelta:—¿Por qu&e
Lydia entre cierra sus ojos y me observa de una manera perspicaz. Yo me quedo perpleja esperando que suelte algún comentario punzante. La conozco muy bien. Toma un par de palomitas sin apartar su mirada de mí. Me sigue mirando mientras las mastica y entonces suelta:—¿Cuándo me vas a decir qué es lo que ocultas?—¿Ah?— Apenas logro expresar.—Vivian, te conozco tan bien— Dice extendiendo las últimas dos palabras —Te creería capaz de muchas cosas, honestamente, pero nunca pensé que te casarías así, tan de prisa ¡y ni siquiera me habías dicho que estabas saliendo con Archie! Cundo tú, básicamente, me cuentas todo.—Bueno, tampoco es que te cuente todo— Trato de escabullirme.—¿No? Me contaste que estabas saliendo con Luca, que era de la mafia italiana, cuando se supone que nadie deb