Mi vida apesta, estaba durmiendo demasiado bien como para ser despertado por un relámpago. Camino hasta la ventana y abro la cortina. Está lloviendo demasiado fuerte, ni siquiera la calle se ve, el ruido de la lluvia aturde. Bajo hasta la cocina, no escucho ruido, seguramente siguen durmiendo, pero antes de llegar a mi destino me encuentro con Hannah en la sala con un libro en manos. Me acerco sigilosamente pues no se ha percatado de mi presencia al estar tan inmerso en su lectura. Me permito observarlo a distancia, su ceño está fruncido y abre los ojos lentamente hasta que parecen querer salir de sus cuencas, muerde su labio y relaja su expresión. Es tan adorable. — ¿Qué lees?— Hannah pegó un brinco dejando caer su libro y tocándose el pecho.— ¡Carajo!, me has pegado un susto, pensé que dormías— Se acomoda en el sillón.— Pues lo hacía, pero la lluvia me despertó.— A mi también, intenté volver a dormir pero ya no pude así que decidí leer un poco, además me gusta el sonido de la l
No pude dormir ni un solo momento. Después de besar a hannah y llevarlo a su habitación, nos quedamos en silencio recostados en su cama, esperé a que el durmiera y salí con una sonrisa tonta de su habitación. Justo ahora, mientras tomo una ducha para prepararme para el trabajo, mi sonrisa y el recuerdo de sus labios no se borran. Una vez listo, bajo al comedor para tomar mi desayuno antes de salir. Entro al comedor y encuentro a hannah desayunando.— Buenos días— Saludo a hannah sentándome a su lado.— Buenos días, Nana estaba a punto de ir a buscarte pero creo que ya no es necesario— El también parece estar de buen humor. Mientras hannah desayuna yo me permito observarla, cada centímetro de su delicada piel es como ver una obra de arte. —¡Buenos días Kookie!— Interrumpe Nana saludando efusivamente, también ella está de buen humor, pero escuchar ese apodo me hace fruncir el ceño.—Buen día Nana, sabes que no me gusta que me digan así.— ¿Y porqué no?, suena lindo— Comenta de repente
Por primera vez después de mucho tiempo dormí bien, no hubo pesadillas, ni sueños extraños. Llorar como lo hice sirvió mucho, no recuerdo haber llorado de esa manera anteriormente. Salgo de la ducha y me preparo para ir a desayunar. Llego a la cocina para pedirle a Nana que me sirva.— Buenos días Nana — Me acerco dándole un beso en la mejilla de buenos días.— Buenos días Hannah, ve a sentarte, ya te sirvo — Me da un empujoncito para apresurarme.— ¿ranzes ya despertó? — Interrumpo los empujones de Nana— No lo sé, primero te sirvo y después voy a buscarlo — Salgo de la cocina y me siento en mi lugar, mi lugar, es extraño sentir emoción por tener un lugar a lado de Ranzes— Espero te guste Jimin, ¿te traigo jugo o café? — Deja el plato y los cubiertos frente a mi.— Jugo está bien Nana, gracias— Entró de nuevo a la cocina.— Buenos días— La voz de Ranzes me hizo sonreír inconscientemente, giro y lo veo con esa sonrisa linda suya, tan guapo.— Buenos días, Nana estaba a punto de ir a
“Ranzes el desayuno está listo". Nana como siempre tan linda se encargó de venir a despertarme, esto pasa siempre que me quedo dormido. Abro los ojos perezosamente y veo el reloj, son las nueve de la mañana. Muy temprano para mi pero tarde para el trabajo. Me levanto de la cama y comienzo a prepararme.Ya listo y guapo como siempre, me dirijo al comedor para tomar mi preciado desayuno, al entrar lo veo totalmente vacío, ¿Hannah seguirá dormido? Nana sale de la cocina apurada.— Nana, ¿y hannah? — Le pregunto antes de que me deje solo en el comedor.— En la cocina, está terminando de decorar el pastel que hizo esta mañana— Hago un asentimiento y me dirijo a la cocina.La escena que me encuentro es digna de fotografía. Hannah está decorando el pastel con mucha concentración, tanta que para hacer más precisas las líneas de chocolate saca la lengua y frunce el ceño. Es tan adorable y lindo. Pone unas fresas sobre el pastel como último detalle y al fin se percata de mí presencia. Me mira
Hace años que no hacia esto pero estaba decidida a sentir s Lukas este año, recuerdo que el cumpleaños de papa éramos nosotros que le hacíamos algo lindo por un año más Marco su teléfono, contando los tonos y con esperanza de que responda enseguida. — Hannah— Responde con voz adormilada, — No pensé que este año fueras siquiera a llamarme se que no lo merezco pero no pensé que volvieras a tu andanzas — sonrió ante eso último — Lo sé, pero hoy es tu cumpleaños y quería hacerlo muy temprano. — Lo sé, tú y tu hermano siempre molestando a la gente— Suelta una carcajada y puedo escuchar a mamá riñéndole. — Si, así que felicidades papá, Sé que hemos pasado por momentos muy difíciles pero saldremos adelante — Suspira pesadamente. — Lo sé hijo, muchas gracias por acordarte de tu viejo padre — Cambia el tema incómodo, para mi también lo es por lo que decido seguirle la corriente. — De que estas viejo, estas viejo — Carcajeo un poco y él también lo hace llevándose otro regaño de mi mam
El sonido de mi teléfono celular avisándome de una llamada me despierta. Lo saco de mi bolsillo viendo en la pantalla el nombre de Tania. Le quito el sonido a mi teléfono y lo dejo en la mesilla de noche. Vuelvo a acomodarme sobre la cama ajena y observo mi alrededor. La habitación tiene un aura diferente, me agrada está sensación cálida. Giro mi cabeza concentrándome con el rostro de Hannah, tan tranquilo y relajado, tan hermosa y brillante. Dios... es lo mas bello que jamás he visto. Se remueve un poco enredando sus piernas en las mías, se queda quieta al sentir el contacto con mi cuerpo y abre los ojos lentamente. Sus ojos se encuentran con los míos y se encienden de un brillo tan peculiar que me gusta mucho, sonríe levemente parpadeando un par de veces para despejarse del sueño. — Buenos días — Saluda con voz dulce Tan sexy. — Buenos días — Me acerco más a ella, no quiero que se aleje, quiero quedarme así. — Tuve pesadillas, ¿verdad? — Su expresión cambia a una de temor y m
El sonido de un teléfono me saca poco a poco de mi sueño, lo escucho a lo lejos pero lo ignoro, los brazos que me rodean son muy cálidos y cómodos. Escucho su corazón latir, es como una melodía que me calma. Siento una mirada profunda sobre mi y de repente tengo la necesidad de abrir mis ojos. Parpadeo un par de veces tratando de acostumbrarme a luz, encontrándome con los ojos de Ranzes ñ. Podría despertar así todos los días, quiero que al despertar lo primero que vea sean sus ojos, sentir su corazón latir bajo mi oído y sus brazos rodearme con fuerza.— Buenos días — Saludo demasiado contento y feliz.— Buenos días — Me regala una sonrisa hermosa, pero...¿cómo llegué aquí?, no recuerdo haber entrado en mi habitación después de la cena... Seguro tuve una pesadilla y por eso Ranzes está aquí. — Tuve pesadillas, ¿verdad? — Desvío la mirada de sus ojos, es vergonzoso hacer que se tome estas molestias. — Si… hannah… sé que ya lo hiciste pero, ¿has reconsiderado ir a terapia de nuevo? —
Nuestros últimos tres días aqui fueron perfectos, no iba a mentir. Hannah y yo nos llevamos muy bien, hemos pasado mucho tiempo juntos estos días y me agrada mucho, me gusta, me encanta estar con ella, Incluso buscamos en internet lugares para visitar en cuanto lleguemos a España, ella estaba muy entusiasmado con los lugares que encontramos, le encanta eso de ser turista, de visitar y conocer nuevos lugares. Con Tania es ma complicado todo… con ella no he hablado desde ese día, no he atendido sus llamadas pero cada vez es más insistente, me preocupa que en algún momento quiera hacer algo que pueda perjudicarme.Termino de empacar y el golpeteo en la puerta me impide cerrar mi maleta, “adelante”, digo girándome para ver de quién se trata. — Buenos días — Se asoma Hannah con su bella sonrisa. Aún no me acostumbro a ella a que me regale una falda vez que puede que su luz me de a mi — Ya estoy lista y muy emocionada — Esa sonrisa que no se ha borrado desde hace tres días.— Buenos días,