Me despierto más temprano de lo normal, en realidad no pude dormir bien por el simple echo de que estoy esperando a Hannah, no respondió mi mensaje, no me devolvió la llamada y al final apagó su teléfono, no sé a qué hora llega su vuelo y de repente en un acto de desesperación por saber llamo a Sarah — Oficina del señor Jeon, buenos días.— Buenos días Sarah, disculpa que te moleste tan temprano pero quería hacerte una pregunta.— Dígame señor.— ¿Sabes a qué hora llega el vuelo de mi esposa?— Mmm, no estoy muy segura pero debe llegar a partir de las 03:00 pm señor, su vuelo de regreso lo pedí a las 09:00 de la mañana.— Ok, gracias Sarah que tengas buen día— De nada señor, igualmenteCorto la llamada y observo el reloj, son las 12:00 pm, faltan tres horas para que llegue, tengo tiempo de prepararme e ir a buscarlo al aeropuerto. No sabes con quién carajos te has metido Hannah .Llego al aeropuerto buscando un lugar cerca para estacionar mi auto, por suerte encuentro un buen lugar,
Vaya, estas “vacaciones” duraron muy poco, me hubiera gustado quedarme más tiempo y no tener que regresar y volver a mí realidad — Hannah ¿puedo pasar?— Jaebum da unos golpecitos en la puerta.— Si, adelante— Cierro mi valija y la bajo de la cama.— ¿Estás lista para irnos?— Asoma su cabeza sin entrar a la habitación.— Claro que si, aún no quisiera irme pero vamos— Tomé mi equipaje y salí de la habitación, cerrando la puerta detrás de mi con nostalgia, definitivamente volveré a Japón.—Me gustaría volver alguna vez— Digo bajo y llamando la atención de Jaebum sin querer.— ¿A mi departamento?— Me sonríe de manera coqueta me río de aquello por la interpretación de mis palabras.— ¿Qué?, ¡no! bobo… venir a Japón, me gustaría venir otra vez solo que esta vez vendría a conocer más de este sitios,. Lamentablemente esta vez no tuve la oportunidad pero me hubiese encantado — Y yo que ya me me había ilusionado— Junta sus labios y hace un puchero, solté una pequeña risita y le pegué en el ho
Una luz golpea mi rostro, me lastima los ojos a pesar de que los tengo cerrados, giro en mi cama y me cubro con las sábanas pero una terrible punzada en la cabeza me hace quejarme del intenso dolor. Poco a poco los recuerdos de ayer me vienen a la mente aumentando más mi dolor. Observo el reloj en la mesita de noche y ahí también veo un vaso de agua y una pastilla, seguro nana los trajo. Sin dudar me la tomo, no aguanto el dolor, me levanto, busco ropa limpia y entro al baño por una ducha. Una vez arreglado bajo las escaleras y escucho voces, me acerco poco a poco y veo a Hannah hablando por teléfono, voltea a verme termina la llamada.— ¿Co- cómo te- te sientes? — Cuestiona nerviosa y me incomoda un poco su actitud.— Bien ¿con quién hablabas?— El teléfono estaba sonando y lo contesté, era una tal Carlos, dijo que no se te olvide que hoy es la sesión de fotos— ¡Diablos lo olvidé, después de lo que pasó ayer.— Sube a cambiarte por favor — ¿Por que?— Abre los ojos grandes como si l
Salgo de mi habitación aún con un poco de flojera pero mi estómago me pide a gritos alimento, se me antoja un café con mucha azúcar. Llego a la cocina y veo a Nana secando trastes y guardándolos en su lugar. — Buenos días nana— Me acerco a ella y beso su mejilla.— Buenos días mi niña Hannah ¿cómo amaneciste?— Muy bien nana— Si supiera lo que pasó ayer… no pienso preocuparla. El teléfono de la casa empieza a sonar, le digo a Nana un “yo voy", mientras corro a la sala y contesto.— ¿Diga?—Buenos días, ¿se encuentra el señor Jeon?— Si, pero en estos instantes él está dormido— Oh, está bien, sólo hablaba para confirmar la sesión fotográfica que tenemos para hoy— Ok, no se preocupe yo le digo, perdón, ¿quién habla?— ¡Pero qué grosera soy,! disculpa soy Carlos el fotógrafo— De acuerdo, yo le digo— GraciasCorto la llamada. Es extraño lo de la sesión pero igual es problema de Ranzes. Volteo para volver a la cocina pero verlo detrás de mi con expresión seria me asusta.— ¿Co -cómo
Toda la noche dormí incómodo por dos simples razones: uno, no quería acercarme a Hannah y que mi cuerpo reaccionara. Dos, tenerla cerca y recordar su cuerpo fue una tentación enorme. Estiro mi cuerpo haciendo crujir mis huesos y me doy cuenta de que estoy solo en la cama, no me importa realmente pero necesito un café. Salgo de la habitación y bajo por las escaleras, al acercarme escucho risas, abro la puerta y me encuentro con una escena linda, Hannah y Nayeon cocinando.Nunca había imaginado algo más hermoso que eso — Buenos días tío Ranzes — Dice mi pequeña sobrina entre risas mirándome — Buenos días preciosa ¿qué están haciendo ustedes? — pregunté con una sonrisa— La tía Hannah me está ayudando a preparar un desayuno sorpresa para mami y papi, ¿verdad tía? — Mi nena no despega la vista de mí esposa, el que se lleven tan bien es algo que realmente me gusta más de lo que debería — Así es linda — Voltea el hot cake sin prestarme atención.— Tio Ranzes — Frunce el ceño y pone sus
La luz que pega en mi rostro es cálida e incómoda, agudiza mi dolor de cabeza. Los recuerdos de la noche anterior llegan a mi mente de golpe y lo que más me hace sentir como basura es como trate a Hannah ella.no merecía nada de eso, solo lleve mi enojo con ella. Abro los ojos lentamente encontrándome con la foto que está en su mesita de noche. ¡Díos la he cagado!. Giro en la cama buscándolo a mi lado.— ¿Estás despierto? — Pregunta al pie de la cama con la mirada baja.— Eeh…yo…yo — Los nervios invaden mi cuerpo.— No digas nada — Toma una gran bocanada de aire. Ha llegado el momento de hablar. — Las cosas entre nosotros no pueden seguir así, todo tiene un límite y ayer los dos la cruzamos aunque tú tienes rato haciendo eso. Yo nunca planee casarme contigo, mucho menos arruinar tu vida y la mía. Dime algo, si no querías casarte... ¿porqué firmaste? — Sigue sin mirarme y de alguna forma eso me duele. Iba hablar pero ella lo hizo primero que yo — Quiero el divorcio — Aquellas palabras
Me dirijo hasta nuestra mesa pero lo que veo me hace pensar que hablé demasiado pronto en cuanto a mis emociones.— ¡Oh!, volviste, Ranzes te presento a Fernando es un viejo amigo — Le estrecho la mano al chico con incomodidad y molestia. — Así que tu eres el afortunado, te has ganado a una gran chica, Hannah es una persona increíblemente bella, si yo no hubiese sido tan tonto no la hubiese dejado ir de mí lado— Me dice¡¿Qué carajos?!¡¿Acaso quiere que lo golpee?— ¿A qué te refieres? — Pregunto y estoy tratando de no verme molesto y seguir fingiendo mi sonrisa de agrado falsa. Además no quiero hacer ningún espectaculo acabo de hacerlas pases con ella y no quiero mas problemas.— Hannah y yo fuimos novios en el Instituto — La sangre me hirvió a más no poder, sin embargo me mantuve serio, no voy a comenzar a actuar mal por una tontería.— Al contrario, que bueno que lo fuiste y te perdiste de esta belleza, gracias a ti esta maravillosa mujer es mi esposa — Tomé la mano de Hannah tr
Mi vida apesta, estaba durmiendo demasiado bien como para ser despertado por un relámpago. Camino hasta la ventana y abro la cortina. Está lloviendo demasiado fuerte, ni siquiera la calle se ve, el ruido de la lluvia aturde. Bajo hasta la cocina, no escucho ruido, seguramente siguen durmiendo, pero antes de llegar a mi destino me encuentro con Hannah en la sala con un libro en manos. Me acerco sigilosamente pues no se ha percatado de mi presencia al estar tan inmerso en su lectura. Me permito observarlo a distancia, su ceño está fruncido y abre los ojos lentamente hasta que parecen querer salir de sus cuencas, muerde su labio y relaja su expresión. Es tan adorable. — ¿Qué lees?— Hannah pegó un brinco dejando caer su libro y tocándose el pecho.— ¡Carajo!, me has pegado un susto, pensé que dormías— Se acomoda en el sillón.— Pues lo hacía, pero la lluvia me despertó.— A mi también, intenté volver a dormir pero ya no pude así que decidí leer un poco, además me gusta el sonido de la l