Amanda King
Sopesé la situación y, aunque sentía un nudo un mi estómago, valoraba su sinceridad, cualquiera no hubiese reconocido esto, su silencio no ayudo, pero que el mesero llegara con más café, si, definitivamente sí. Me quede en silencio unos minutos, note su nerviosismo, era raro ver desde esta perspectiva Klaus.
Un hombre que a primera impresión parece duro, impenetrable y posesivo, ahora lo veía frágil, con los nervios de punta por solo algunas palabras de mi parte, una sonrisa esboce, me gustaba sentirme con el poder de mantenerlo feliz, triste o, tan siquiera, melancólico.
Pase la mano por mi cabello y al alzar la vista podía ver como la modelo que hace poco se había presentado, se nos quedaba viendo a ratos, ahora que la veo, la recuerdo, ella fue la estaba en su oficina la vez que lo saque a rastras para que siguiéramos a mi prima y su padre, ella a&uac
Klaus SantanaEl día había sido largo, lleno de juntas, reuniones, ajustes para los eventos venideros, se acercaban las colecciones otoño/invierno y estábamos a un mes de la semana de la moda en NY, eso me tenía muy ocupado. Solté un suspiro y me dejé caer en la silla tras mi escritorio, en mi móvil había varias llamadas perdidas y desde la noche anterior algunas de Eloísa, negué con la cabeza al ver sus mensajes, ni siquiera los revisé.Me fui directo a los de Amanda, nos habíamos mantenido enviando mensajes, ella también había tenido un pesado día de trabajo, la verdad es que cualquier día como esto hubiese querido irme casa, pero esta vez, lo único que quiero es ir a ver como esta, saber si ha comido algo, o si quiere ir a cenar junto a mí. Me decido y le envió un mensaje, no tarda en responder, entonces le marco, me es má
Amanda KingEscuche unas risas y me apresure a mi habitación, allí unas alcoholizadas mujeres interrogaban aún a Klaus algo nervioso, mientras Alhelí amenazaba con cortarle el miembro si se atrevía a hacerme daño, Hanna se carcajeaba por la expresión que puso el grandote. Una mano en mi hombro me sobresaltó, mi madre estaba de pie allí con cara de “te encontré”, contuve la risa, pero me fue casi imposible y simplemente le conté lo que había sucedido.Fue ella quien me ayudó a dejar a las chicas en el dormitorio de mi prima, luego mi madre y Klaus se saludaron, mientras yo iba a avisarle a Apolo de que teníamos visitas, toque la puerta de su habitación y el grito pese, entre enseguida y pude darme cuenta de algunas marcas que tenía en su cuerpo, no pregunte nada, pero vi como rápidamente se colocaba una sudadera.– ¿todo
Klaus SantanaTrataba de poner atención en mis documentos, pero a mi mente se venía Amanda, estos últimos días he tocado el cielo a su lado, había estado tan inmerso en nosotros que simplemente había dejado de lado algunas cosas, ni siquiera lograba mi concentración total, suspire, algo derrotado, mi concentración era realmente una mierda, en eso entro Amelia, con más carpetas en sus manos, pero un muy feliz Alex entró tras ella, algo se traía, lo podía ver en su sonrisa.– Está oficialmente ¡Divorciada! – dijo, sin siquiera saludar y casi gritando la última palabra. Sonreí, pero me hice el desentendido.– ¿Quién? Si se puede saber – preguntó y él casi me mata con la mirada – eso es confidencial, Alex me sorprende de ti, un abogado tan respetable – un gruñido de su parte me hizo call
Amanda King – Relájate cierra los ojos, nadie está aquí – dijo Apolo y sentí el roce, entonces ataque, cada vez era más fuerte, más rápido, llevábamos una semana de entrenamiento y me asombraba todo lo que había logrado – tiempo, relajaré, abre los ojos. – Preparada – dije mientras lo veía acomodar el saco en frente de mí. – ¡YA! – grito, y volví golpear – tiempo – volvió a decir – estás bien, estás aprendiendo – solté un suspiro y relajé el cuerpo – ¿una vez más? – asentí. Me coloqué en la pared y sentí como él rodeaba mi cuello con sus manos. – Se gasta el doble de energía en un golpe malo, que en uno bueno – dije en automático – te tiene cogida del cuello, es más corpulento, es más fuerte. – Pero eso no es todo – levantó el brazo y gritó, dejando caer el brazo, sobre los suyos, suelta mi cuello y ve la oportunidad de atacar, suelto un golpe entre su vientre bajo y sus testículos y Apolo cae. – Tiempo – dice una vez en el sue
Klaus SantanaCuando desperté, ella ya no estaba en mi cama, pero la puerta de nuestra habitación estaba abierta, escuché un grito de ayuda y me levanté sobre la misma ¿Qué estaba pasando? Respire profundo y me apresure a otra habitación, La amiga de las chicas estaba en cama, totalmente pálida y se retorcía de dolor.– ¿Qué pasó? ¿Qué hago? – pregunte enseguida.– ¡Busca a Apolo, BUSCALO! – corrí escaleras abajo y me tope con el hombre a medio camino, le explique lo que pasaba y enseguida pase de largo a la habitación, en donde me puse algo más de ropa y busque algo para Amanda, ella entró de repente y me agradeció la ropa – iremos al hospital – dijo apresurada y arrastrando las palabras.– Me voy con ellos – dijo Alhelí antes de que pudiera preguntar cualquier co
Amanda KingEstire mi mano, para tomar la de Dafne, ella aún estaba débil, en su rostro se notaba la tristeza, mi madre me había dicho que había sido lo mejor que recibiera la noticia solo a su lado, así se había podido desahogar libremente, internamente se lo agradezco, mi madre es una mujer fuerte, ella da un amor infinito a todos, y eso es muy bonito de admirar.Respire profundo y sin decir nada, en un cómodo silencio, me quedé dándole apoyo moral a mi amiga, porque si, ella se había convertido en una, estaba compartiendo con nosotros un proceso doloroso, había abierto su círculo íntimo, y más que nada ella se había abierto a nosotros.– ¿quieres hablar? – pregunté luego de unos momentos.– Debo hacerlo, necesito sacarlo – dijo casi en un sollozo, una enfermera entró a revisar, pero al ver el silencio hiz
Klaus SantanaEntre a mi casa y enseguida subí a mi habitación, me metí a la ducha y lo más rápido que pude salí de allí, aún debía hacer algunas llamadas, porque organizar una cena para las dos de la madrugada sí que era trabajo, pero ella lo valía, ella siempre valdrá cada esfuerzo, cada momento y cada gesto que me atreva a darle, y mucho más.Estoy hablando como el hombre enamorado, que, en algún momento, juré que jamás sería, volteo los ojos y tomó un respiro, quiero gritar, quiero buscar un anillo, ponerlo en su dedo y no dejarla ir jamás, pero no, no soy un troglodita, soy un hombre, que espera que su princesa, prontamente reina, le dé una oportunidad para dejarse amar y yo poder demostrarle todo lo que podemos ser juntos, unidos, como solo nosotros podemos estarlo.Apenas salí del baño, encontré a
Amanda KingMe carcajeé y no pude responder, Klaus se puso de pie y luego nos comimos el postre, no como cualquier mente perversa creería, si no, normalmente, el postre que nos sirvieron, pero en ese momento quedamos solos, como era de esperarse, mi prontamente novio, porque aún no le respondía, había pensado en todo.Luego de la comida, de que el personal se retirará, nos quedamos en el sillón de su oficina, disfrutando de la vista que la ciudad nos regalaba, estábamos tranquilos, fijándonos en cosas que había pasado, otra que deseábamos que sucediera y algunos planes, principalmente para los meses venideros.– Entras a clases ¿Cuándo? – preguntó, mientras nos acomodamos en el sillón.– En 4 semanas, por eso es por lo que queremos inaugurar la tienda dentro de dos semanas – él asintió – hemos estado planific