Rodó los ojos al llegar, Easen creía que la pomposidad tenía su lugar como también la humildad pero ¿Hacía falta venir al hotel más lujoso solo para una simple cita?Incluso era una cita a la cual no asistía por voluntad propia.Estacionó rápidamente y bajó. Las personas lo miraron con curiosidad pero las ignoró. Probablemente pensaban en donde lo habían visto antes. Caminó a paso apresurado hasta su mesa antes de que pudieran reconocerlo.Amanda ya estaba sentada esperándolo por lo que al verlo llegar, se puso de pie y le dió un rápido beso en la mejilla, antes de que Easen pudiera escapar.—Incluso te pusiste una fragancia tan exquisita para mí—ronroneó—. ¿Me quieres seducir?Easen se limpió discretamente el labial que quedó marcado en su mejilla —. Se llama educación, Amanda. Algo que dudo que sepas que es.—No estés tan tenso, cariño. Esta noche es magnífica para una velada romántica—Amanda se sentó sin prestar atención a las palabras anteriores.—Amanda, no estoy aquí para…—No—
De vuelta al presente… Las citas los fines de semana se están volviendo rutina al parecer para él. No se queja, al menos esta vez es por voluntad propia. El restaurante que eligió Kathy por fuera se alza majestuosamente, pero no de forma superficial y pomposa, sino más bien fuerte y modesto, como si no le importara en lo más mínimo impresionar a nadie. Easen, sonrió. Eso mismo buscaba en la vida. Que le valga madres impresionar. Una luz naranja se extiende desde los cristales y apuesta lo que sea a que se podría ver a través de la ventana. Sus sospechas fueron confirmadas en cuanto llegó a la mesa y ya estaba la hermosa mujer esperándolo. No se levantó para recibirlo, como la mayoría. Simplemente sonrió y subió su vaso con agua en forma de saludo. Si Easen describe esa primera impresión, las palabras "encantadoramente mortal" quedarían sin sabor y muy cortas. —Kathy—fue él quien besó su mejilla como saludo—. ¿Cómo has estado últimamente? La mujer parpadea lentamente. ¿La acaba
Kathy sintió calor. ¿Por qué hace tanto calor? ¿El ventilador no está funcionando en el departamento?Giró la cabeza pero aún así se siente incómoda. Giró la cadera, solo que no pudo girarse porque un gran peso la tenía acorralada y sintió algo clavándose firmemente en su trasero.Un horrible deja vu vino a su mente.—Antes de que te pongas histérica o antes de que te pongas a gritar—la voz ronca y adormilada le causó escalofríos—. Vinimos aquí anoche después de cenar. No hicimos nada más.Eso era cierto. Al menos conservaba su sostén. Pero estaba vestida solo con una camisa enorme.—¿Me cambiaste?Easen se sentó perezosamente, estirándose.—¿Querías dormir con un vestido de lentejuelas?Kathy le dió un punto por eso. El hombre era amable.—Buenos días —le besó en la mejilla mientras se levantaba hacía el baño—. ¿Dormiste bien?La pelirroja quedó sorprendida. Ya van dos veces en que él le da un beso en la mejilla y ya van dos veces en dónde ella no se niega.—Dormí extrañamente bien,
Las semanas pasaron volando, ya se cumplió un mes de casada pero casi nunca veía a su esposo. Salía muy temprano en la madrugada y venía muy tarde en la noche. Intentó varias veces esperarlo para darle su buenas noches, pero no lo consiguió, ya que se quedó dormida una y otra vez. Decidió comunicarse por notas.Dejaba las buenas noches en una nota adhesiva y él también le daba los buenos días en la nota, pegada al refrigerador. Hubo un acuerdo tácito entre ambos en dónde Kathy preparaba la cena para los dos y él comía a la hora que llegaba, entonces era el turno del CEO de preparar un desayuno nutritivo para ella y dejarlo encima del mesón.La pelirroja no tenía una rutina en sí, salía cuando quería, iba de compras con sus amigas y ellas felices por tener un "papi" multimillonario hasta le dijeron que querían conocerlo. Ya que su matrimonio iba a durar mucho tiempo lo menos que podían hacer es llevarse bien.Tenía todo en la mansión, todo de lujo, todas las pinturas que quisiera y de
Como nadie estaba en casa, Kathy tomó la manía de empezar a desnudarse en la entrada de su casa e ir quitando prenda por prenda hasta llegar al baño. Le daba cierto aire de tranquilidad saber que podía hacer eso sin miedo a ser vista. Esta vez no fue la excepción.Llegó al baño y siseó de placer al sentir el agua caliente recorrer su cuerpo. Tarareando una melodía siguió tallando cada parte de su piel. Nunca se apuraba, tenía el tiempo del mundo para hacer la cena porque cenaba sola.Al terminar el baño se le ocurrió algo.Easen no llegaría hasta muy altas horas de la noche ¿Verdad? Entonces se secó la piel y el cabello y salió desnuda directo a la cocina.¡Se sentía tan libre! ¡Se sentía realmente bien!Colocándose un delantal para protegerse, se acercó a la cocina. ¿Qué haría esta vez para cenar?Google fue la solución: omelette de espinacas acompañado de tortillas de maíz y una taza de té.Un menú muy delicioso.Meneando las caderas al ritmo de una canción inventada por su cabeza c
Sonidos extraños llegaron a los oídos del CEO, parpadeando consiguió descubrir que estaba solo en la cama.¿Y Kathy?Los sonidos volvieron a escucharse. Se sentó esta vez más alerta, venía del baño.Se paró con rapidez y abrió la puerta del baño solamente para encontrar a su esposa arrodillada frente al inodoro.—Kathy…Se apresuró a entrar y sujetó su cabello en un puño mientras susurraba algunas palabras de aliento a la mujer.—Easen…La pelirroja no podía hablar de las arcadas que cada vez eran más seguidas. A Easen se le contrajo el corazón en el pecho, estaba molesto porque ella no le dijo que seguía teniendo náuseas lo que significa que la gastritis no estaba desapareciendo y a la vez estaba molesto consigo mismo. ¿Cómo iba a decírselo si él no está en la casa más que para dormir 3 a 5 horas?Siguió acariciando su espalda mientras su esposa vaciaba el estómago, lo poco que logró comer ayer.Cuando terminó, la cargó de nuevo en sus brazos y la llevó a la cama. Sin decirle nada co
—¡¡Hey!!Kathy se sentó tan de golpe que la cabeza se le volteó del otro lado.Al instante Easen estuvo a su lado.—¿Cómo te sientes? ¿Tienes algún males..?—¡Tú!—saltó lo suficientemente alto para llegar a Easen y para ser una recién despierta de un desmayo lo hacía perfecto—. ¿Qué demonios crees que hiciste?—Espera, Kathy—El CEO retrocedió un paso, sorprendido.—¡Tú lo hiciste!—agarró el cuello de su camisa, aunque tenía que ponerse de puntas—. ¡Lo jodidamente hiciste!—Vamos a calmarnos, se puede resolver hablando —Sujetó la mano de su esposa que lo agarraba del cuello.—¡Loco bastardo!—lo soltó solamente para agarrarse la cabeza—. ¡¿Cómo vas a solucionar el hecho de que tengo un bebé en las tripas?!—Yo creí que tal vez sólo jugamos un rato y que no nos acostamos, ¿Quizás solo dormimos?La mujer lo miró como si se hubiera vuelto loco completamente. Y quizás está en lo correcto.—¿¡Eres idiota!?—comenzó a hacer señas de él a ella, una y otra vez—. ¿Acaso no notas toda esta tensión
Un demonio que es mayormente conocido por…—Bien, puedes continuar —el subordinado tembló pero Easen le dedicó una sonrisa derrite corazones que lo llenó de alivio.Su excepcional dialecto y carismática presencia…—Está bien, señor—el subordinado inhaló un poco para seguir con las negociaciones dentro de la sala de conferencias.Que emboba a los representantes de grandes empresas para obtener lo que desea, llamado: Easen Merph.(...)—¿Q-qué fué eso? —la asistente de recursos humanos se estremeció totalmente de repente.Clarisse rió y cubrió su boca para no ser ruidosa —. Ppffft, probablemente sea el aura del CEO, quizá ya esté a punto de salir de su oficina para ir a almorzar o a comprar para el almuerzo. Quien sabe.Estaban la asistente de recursos humanos, la asistente de seguridad empresarial y la secretaria del jefe, chismeando recostadas sobre el mesón pulido. Un día aburrido en la oficina, tranquilo y sin nada que hacer. Probablemente.No había muchos chismes ni noticias en la