Capitulo 3

Alfa Luis y beta Santiago, se comunicavan a través de su vínculo:

— Santiago creo que nos dejamos llevar por nuestros instintos, recobra la compostura.

— Si Luis  pero el verlas rodeadas por aquellos hombres y ellas sonriendo sin ningún reparo,la ira y los celos se me desbordaron.

— Lo se, créeme mi lobo solo pensaba en salir, y matarlos por la forma que las comian  con la mirada, pero como dijo mi luna no es el lugar ni el momento, y para rematar nos vieron llegar con nuestras acompañantes.

Mientras decía aquellas palabras, él le hacia una señal para que viera a su acompañante. Y se daba cuenta que a su lado iba llegando su peor error.

— Buenas noches, me presento soy Matilde Robinson, novia de Luis. Y la chica que esta del brazo de Santi, se llama Rosario.

Angélica y Jessica estaban preocupadas, avergonzadas y un poco dolidas por aquellas palabras.

Ellas mismos no entendían porque de aquel dolor en sus pechos, si hasta esa noche,  aquellos nombres solo fueron fantacias de dos muchachas universitarias, de un país tan lejano, porque ellas vivían cruzando todo el océano....

Angélica siempre se le caracterizó por ser segura en cualquier circunstancia, así que solo puso en orden sus ideas antes de parase en frente de aquella mujer tan bella como un hada, nose menospreciaba pero siempre decia lo que veía.

— Buenas noches, Matilde, mi nombre es Angélica y la de mi amiga es Jessica, a pesar que no debería disculparme, por lo sucedido, porque no fue nuestra culpa, extiendo mis disculpas a usted y todas las personas aquí presentes, pero quisiera pedir que los dos caballeros también se disculpen con nosotras, ya que su forma de actuar no fue la correcta hacia nosotras y a ustedes que son sus novias.

Ella no era un mujer que se doblegara ante nadien, era firme ante sus palabras y sobre todo ante algo que pudiera aserle daño a ella o su amiga, y aquí peligraba sus trabajos.

Aquella mujer vio de reogo como su "novio", se reía entre dientes, por las palabras de aquella mujer, los celos la estaban comiendo viva.

Ya que ella nunca lo vio reírse tan sinceramente, ni a ella le había dedicado una sonrisa como esa.

Cuando Matilde intento responder, sintió como Luis sujetaba su mano.

Luis 

Al inicio cuando Matilde se presentó, como mi novia, tenía ganas de taparle la boca, pero quise ver como mi luna iba a racionar.

Se sorprendió como aquella mujer, se incorporaba, y tan educadamente, extendió una disculpa pero al mismo tiempo pedía que nos disculparamos.

No voy a mentir Santiago y yo nunca pedíamos disculpas, porque nunca nos equivocabamos pero esta vez tenía razón.

Cuando iva hablar, me di cuenta de las intenciones de Matilde y la detuve.

— Tiene razón señorita Angélica, nuestra forma de actuar no fue la correcta ante usted y su amiga, así que de mi parte y de mi amigo  pedimos disculpas.

Santiago solo agacho la cabeza en señal de disculpa, ahora tenía, que arreglar otro problema.

Enlace a Santiago — antes de seguir intentando conquistar a nuestras mates tenes que liberarnos de estas mujeres. Santiago Solo asistió.

— Con su permiso.

Los dos hombres se alegaron junto a sus acompañantes, sin decir nada más, dejando más que confundidas aquella dos amigas.

Angélica y Jessica 

—Quisiera saber que carajos!, acaba de pasar.

— Por dos Ange, aparecieron de la nada, arman tremenda escena, disque se disculpan, por poco y esas mujeres nos ofenden.

—Y solo se van sin más, esperemos que esto no, dificulte nuestro trabajo.

Mientras hablaban no se dieron cuenta que las personas empezaban hablar, de todo un poco. 

En un momento dado su jefe se aserco a ellas, eso sí que las puso nerviosas, pensando en que les diría  su jefe.

— Señoritas  no me comentaron que conocían a nuestros dos venefactores más importantes.

— No!, jefe le prometo que nosotras no isimos  nada para que los dos caballeros se nos asercaran asi sin más, intentamos ser lo más educadas para no dañar la imagen de la fundación.

— Lo se pero, si no los conocen porque la cercanía?

—Créame jefe, que nosotras también quisiera saber la respuesta a se pregunta.

El resto de la noche termino sin ninguna novedad, ellas y su jefe se despidieron a eso de las 11 de la noche.

Angélica y Jessica caminaban un poco para pensar en todo lo que había sucedido unas horas atrás, se encontraron un pequeño parque , y vieron unos asientos.

Tomaron asiento y empezaron hablar de todo lo que habia sucedido en la reunión.

— Jessi, dime si sentiste algo cuando aquellos hombres nos abrazaron.

— Ange, que te dijo, fue extraño, sentí como si una corriente me recoriera todo el cuerpo.

— Entonse no fui solo yo, pero aquel abrazo me iso sentir como si no quisiera que nunca me soltara, me iso añorar su calor.

— Mira que tu eres más alta que mi y yo siempre me queje por ser tan chaparita, pero hoy di gracias por mi estatura porque pensé que me podría cargar como una muñeca entre eso brazos fuertes...... y ese pecho tan duro..mmm.

— Golosa.... quien te oyera pensara que ese cuerpo ya tiene experiencia, y miramos pensando en aquellos hombres, cuando ellos ya tiene novias.

— Eso dolió, pero sabes algo no me importaría pecar por una noche con ese cuerpo, y no te agas, que se que tu también lo arias.... eso lo dijo mientras le jiñaba un ojo.

— No te voy a mentir, que solo de pensar en lo poco que toque, y esa extraña electricidad que recorrió mi cuepo con su toque, me iso delirar, pero no! si mi mamita se entera de una locura como esa, desde Ecuador me llega un palazo que me regenera todo el circuito.

— Te apoyo, tu mamá si es cosa seria, todavía recuerdo como te galó las orejas en el cole por no tener todas tus tareas al día, hasta los licenciados no sabían como defenderte de tu mamita.

Las dos se rieron de aquel recuerdo. Angélica  provenía de una familia de mujeres fuertes,  por las historias de su mamá, sabía que todas sus antecesoras eran mujeres de carácter fuerte y una fuerza que igualaba a cualquier nombre pero no sabían de donde provenía sus orígenes.

— Estubo buena la conversas pero ya es hora de que regresemos, lo de la disco o bar, queda para otra salida, con los sucesos de hoy no tengo muchas energías.

—Por dos, solo espero no volver a ver aquellos hombres, por el momento.. aquello lo decía con una gran picardia en su voz.

Ange solo ponía los ojos en blanco y reía por las ocurrencias de su amiga, pero ella también  pesaba lo mismo, porque aquel hombre, le robaría más de un suspiro y muchas  noches de sueño.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo