Alguien grita: “reo libre” y Lea corre con más ahínco al escuchar y va tropezando con las personas a su alrededor, pero con la suerte de que no saben quién es, hasta que alguien la reconoce señalándola como el “reo”. No sabe de dónde saca la agilidad de trepar por las mesas y escritorios, pero se les dificulta sobremanera poder atraparla.La viscosidad en su ropa que aún no seca le hace más sencillo escurrirse entre las manos de los hombres (que ahora son muchos), antes de saltar de un escritorio toma una gran porción de carpetas y las lanza hacia sus agresores, uno de ellos se parquea de frente a ella para sujetarla cuando salte y no lo hace. Baja por el lado contrario a gatas por entre las piernas de los otros que luchan por quitar las carpetas de sus rostros.Suena una alarma y el caos reina en el recinto en el momento que una llave cae al piso y ella la toma. Abre dos rejas más, pero la tercera es otra llave y lo deja de lado. Sale un hombre enorme del calabozo y ella lo mira pidie
Dos días antes…Gretta llora desconsolada en la sala de espera que se halla fuera de la habitación donde está recluida su madre. Lleva más de cuatro horas y media sentada en esa incómoda silla derramando lágrimas, y desviando las llamadas de un Andrés irritado por estar encerrado en una celda.El hombre fue descubierto usurpando no solo la vestimenta sino el lugar de uno de los agentes el cual encontraron atado y amordazado en uno de los cubículos donde se guardan los artículos de limpieza, en el momento que el pobre hombre fue rescatado, señaló a Andrés Navarro como su agresor.— No es buen momento – responde de mala gana ya que lo último que desea es hablar con él — estoy con mi madre en la clínica…— Pues lo siento mucho por la señora Stanford, pero este servidor está encerrado en una celda y sabes que soy un alma libre, cuando me encuentro estresado comienzo a cantar como un pajarito… cariño – Gretta se siente acorralada también, pero no se puede permitir ser descubierta por el
Damián pierde el conocimiento y Mauricio lo sostiene con dificultad dada la altura y complexión del personaje. Gretta grita ante la impresión.— ¡Dios mío Damián! – ayuda al hombre mayor a sostenerlo, pero pesa demasiado para ellos y las sillas se encuentran lejos — ¡auxilio, ayuda por favor! – la chica (ya no tan chica) se siente desesperada porque no solo su madre se encuentra mal sino que ahora su futuro esposo – sonríe ante el solo pensamiento – también está enfermo.Un par de médicos seguidos de un hombre vestido completamente de blanco que empuja una silla de ruedas ayudan a sostenrlo mientras lo acomodan en la silla, la cual le queda pequeña según piensa Mauricio con un dejo de ironía.— ¡Doctor! – se refiere al hombre vestido con un traje azul — ¿qué tiene mi muchacho? – las manos del viejito lindo tiemblan y su voz rota conmueve al hombre.— Por ahora es un simple desmayo, pero lo vamos a atender y se aliviará – expresa el médico como si estuviese hablando como un niño —
— ¡Maldita sea! – perjura Gretta para sí misma al escuchar al doctor —. Definitivamente si quieres que alguna mierda salga bien debes hacerlo tu misma – resopla bajito sin que los hombres se percaten de su presencia.— ¿Entonces alguien quiso lastimar a mi retoño? – Stefano sonríe ante la curiosa elección de palabras del caballero que evidentemente es hispanohablante y no estadounidense, además de que mira “al enorme retoño” con añoranza y amor infinito.— No necesariamente – trata de explicar lo más claro posible sin dejar ver lo conmovido y la diversión que le causa la expresión de nostalgia del viejito — ¡verá! Las personas siempre tratarán de hacer que las emociones se maximicen sea que se sientan tristes, eufórico o tal vez alegres, dependiendo de las amistades que tengan… se dan este tipo de: digamos consecuencias. Es solo para encajar en el medio – el anciano asiente comprendiendo.— Qué extraño, Damián siempre fue muy popular incluso con las mujeres…— Permiso – gime Gr
— Mi mami dice que debo ser una señorita educada y con mucho glamur porque mi padre es un hombre importante en la industria far – ma – ceu – ti – ca– Lea observa con admiración no solo los movimientos de la mini princesa que tiene enfrente sino la perfección en su manera de pronunciar cada palabra de manera sutil, elegante y pausada — todavía se me dificulta la pronunciación – expone como chiste mientras llena las pequeñas tazas de porcelana China de un delicioso té de naranja con menta.Tania Del Toro no solo es una niña inteligente y correcta, también es inteligente y muy delicada en su andar, hablar y comportarse en sociedad. Todo lo contrario a lo que es ella, a sus veinte años es un completo desastre de cabello enmarañado y ojos llorosos por la mala suerte que ha tenido hasta ahora, pero se considera una persona agradecida y por esa razón se encuentra en estos momentos sirviendo de Nana para Tania que, aunque no lo necesita dado su perfecto comportamiento, no deja de ser una
El chapoteo del agua y las risas llaman la atención de los recién llegados. Paula y Harold miran sus relojes al mismo tiempo y se miran a la cara, preocupados porque ya pasan las cuatro de la tarde y Tania se esta mojando en la alberca junto a Lea.— Tranquila cielo, de seguro no pasa nada – asiente a su esposo sin mediar palabra — Lea es un adulto y po ende… responsable – paula cubre su boca pensando en el caos que formó en el restaurante y en la estación de policía, aunque no se comprobara que ella lo inició, ella sabe perfectamente que así fue — bueno, técnicamente es un adulto – mira con las cejas fruncidas la interacción entre las chicas y piensa que parecen de la misma edad y no la de Lea.— Tienes razón mi amor – acepta una Paula risueña —, si bien Lea no es un “adulto responsable” nosotros tampoco lo somos obligando a crecer a Tania solo porque no queremos una Nana – lo mira con súplica.— Pero si ahí la tienes, solo debes educarla porque como ya te he dicho – la ace
Lea baja la preciosa escalera de la casa en la cual la han recibido como familia.“Mi abuela siempre dice que a ninguna criatura le falta Dios y ahora sé que es muy cierto”, piensa sucumbiendo a las lágrimas de felicidad que siente bajar por las mejillas.Acostumbrada a ser maltratada por su condición de inmigrante no confía en nadie, pero reconoce que estas personas son muy buenas y en poco tiempo la han tratado mejor que el año en que trabajó en esa empresa de seguros donde el jefe no solo la pretendía abusar sino que la metió a la cárcel porque no se dejó.Escucha unas voces desconocidas al bajar por la hermosa y opulenta escalera hacia la sala de estar de la mansión donde ha sido acogida por Harold y Paula que, como ya se ha dicho son unos muy excelentes y compasivos seres humanos, se seca la cara arrancando el poco maquillaje que se aplicó y el dorso de su mano queda manchado. Pone los ojos en blanco al recordar la expresión de desaprobación que tendría Damián si la viera haciend
— Abuelo en serio necesito irme de aquí – el anciano niega — ¡por favor es importante — pero algo en los ojos de su ni9eto le indican que, aunque no va a gustarle lo que le dirá, es necesario que lo escuche.— ¿Qué harás, escapar? – Damián pone los ojos en blanco.— ¡Claro que no, por el amor de Dios! – se restriega la cara exasperado —. Estoy preso en este lío, pero necesito hacer la única cosa que considero es mi responsabilidad – explica mientras se acomoda sentado en la cama — ¿tienes mi teléfono? – Mauricio asiente — permítemelo por favor, debo llamar a Harold para saber de Lea – recibe el aparato y marca — su teléfono debe estar hasta el tope de notificaciones y ella… - respira hondo — no lo merece ¿sabes? Es inocente y quiero que me acompañes a buscarla para explicarle lo que pasó – el hombre mayor entiende perfectamente y no le pasa desapercibida la ansiedad en su voz.Gretta que todo el tiempo se dedicó a teclear en su Smartphone, en este momento levanta la cara par